Los autores de la hipótesis aseguran que buena parte de los fósiles hallados hasta ahora han sido catalogados como especies cuando en realidad eran solo ejemplares en etapas juveniles.
Si la hipótesis de Mark Goodwin y Jack Horner se confirma, los dinosaurios podrían sufrir una segunda extinción masiva, aunque solo sea a nivel teórico. Estos dos paleontólogos estadounidenses, de las universidades de California y Montana State, aseguran que hasta un tercio de las especies de dinosaurios han sido erróneamente identificadas y que no son más que ejemplares jóvenes mal clasificados.
“Se ha puesto nombre a demasiados dinosaurios sin tener en cuenta el crecimiento”, asegura Jack Horner a la informacion.com. En su opinión, los científicos han clasificado como especies lo que en realidad eran ejemplares sin desarrollar y con características físicas diferentes. “Hay que tener en cuenta”, explica, “que los dinosaurios cambian de forma dramática a medida que crecen y que cambian muy tarde. Y que la etapa juvenil es muy diferente de la adulta, a pesar de que los juveniles son de un gran tamaño”.
Para comprenderlo, los dos paleontólogos ponen un ejemplo muy claro: el conocido como Nanotyrannus fue clasificado en su momento como una especie diferente, pero muchos autores empezaron a sospechar que se trataba en realidad un Tiranosario que no había alcanzado la madurez. La prueba definitiva es el hallazgo de un fósil con una edad intermedia entre ambas fases que demuestra claramente que se trata de un mismo animal, un T-Rex que sufre cambios en su morfología a medida que crece.
Una investigación exhaustiva
La clave de esta investigación, explica Horner, está en la exhaustiva acumulación de ejemplares de hasta siete especies diferentes de dinosaurios durante los últimos diez años. “Hemos descubierto un buen número de cráneos de dinosaurios”, asegura desde su despacho en universidad de Montana State. “Por ejemplo, tenemos sesenta nuevos cráneos de Triceratops y podemos hacer una serie de su crecimiento y descubrir si alguna de las especies en realidad son etapas anteriores del mismo”.
La serie de fósiles, extraídos de la parte oriental del Montana's Hell Creek y pertenecientes al período Cretácico, les ha permitido conocer la evolución de los cuernos y las estructuras craneales en distintas fases de edad y descubrir, por ejemplo, que el conocido hasta hoy como Diceratops, es en realidad un Triceratops en fase juvenil. “Son el mismo animal”, asevera Horner.
Una vieja sospecha
La hipótesis, que será adelantada en un programa de National Geographic en los próximos días, no es nueva para los paleontólogos, pero es la primera vez en que se aporta un estudio tan sistematizado.
“La idea no es nueva”, explica el paleontólogo español José Luis Sanz. “Ha habido paleontólogos que han pasado mucho tiempo tratando de identificar estos errores basados en esqueletos jóvenes”. A falta de conocer los detalles de la investigación, que aún no se han publicado, Sanz se inclina por pensar Goodwin y Horner “han podido hacer una revisión en profundidad del material de dinosaurios jóvenes que se conocen en EEUU y han llegado a una estimación del porcentaje de errores”.
Pero los problemas de identificación por edad sí son tenidos en cuenta de forma habitual por los científicos. “Es algo que todos los paleontólogos tenemos en cuenta”, explica Sanz, y pone el ejemplo de lo que le ocurrió a su equipo hace unos años. “Nosotros publicamos en la revista Science el hallazgo de un ave del cretácico inferior bastante completa, al que llamamos el ave del Montsec y al que no nos atrevimos a dar nombre porque se trataba de un ejemplar muy joven”.
¿Cambiaría este descubrimiento la Paleontología? José Luis Sanz cree que, de confirmarse, “los géneros principales se mantendrían y no habría grandes alteraciones”. En términos de la Paleontología profesional, en cambio, considera posible que haya “cambios importantes”.
El co-autor del estudio, Jack Horner, se muestra mucho más convencido. “A la gente le gusta poner nombres”, asegura. “Creo que va a cambiar algunas cosas”.
Si la hipótesis de Mark Goodwin y Jack Horner se confirma, los dinosaurios podrían sufrir una segunda extinción masiva, aunque solo sea a nivel teórico. Estos dos paleontólogos estadounidenses, de las universidades de California y Montana State, aseguran que hasta un tercio de las especies de dinosaurios han sido erróneamente identificadas y que no son más que ejemplares jóvenes mal clasificados.
“Se ha puesto nombre a demasiados dinosaurios sin tener en cuenta el crecimiento”, asegura Jack Horner a la informacion.com. En su opinión, los científicos han clasificado como especies lo que en realidad eran ejemplares sin desarrollar y con características físicas diferentes. “Hay que tener en cuenta”, explica, “que los dinosaurios cambian de forma dramática a medida que crecen y que cambian muy tarde. Y que la etapa juvenil es muy diferente de la adulta, a pesar de que los juveniles son de un gran tamaño”.
Para comprenderlo, los dos paleontólogos ponen un ejemplo muy claro: el conocido como Nanotyrannus fue clasificado en su momento como una especie diferente, pero muchos autores empezaron a sospechar que se trataba en realidad un Tiranosario que no había alcanzado la madurez. La prueba definitiva es el hallazgo de un fósil con una edad intermedia entre ambas fases que demuestra claramente que se trata de un mismo animal, un T-Rex que sufre cambios en su morfología a medida que crece.
Una investigación exhaustiva
La clave de esta investigación, explica Horner, está en la exhaustiva acumulación de ejemplares de hasta siete especies diferentes de dinosaurios durante los últimos diez años. “Hemos descubierto un buen número de cráneos de dinosaurios”, asegura desde su despacho en universidad de Montana State. “Por ejemplo, tenemos sesenta nuevos cráneos de Triceratops y podemos hacer una serie de su crecimiento y descubrir si alguna de las especies en realidad son etapas anteriores del mismo”.
La serie de fósiles, extraídos de la parte oriental del Montana's Hell Creek y pertenecientes al período Cretácico, les ha permitido conocer la evolución de los cuernos y las estructuras craneales en distintas fases de edad y descubrir, por ejemplo, que el conocido hasta hoy como Diceratops, es en realidad un Triceratops en fase juvenil. “Son el mismo animal”, asevera Horner.
Una vieja sospecha
La hipótesis, que será adelantada en un programa de National Geographic en los próximos días, no es nueva para los paleontólogos, pero es la primera vez en que se aporta un estudio tan sistematizado.
“La idea no es nueva”, explica el paleontólogo español José Luis Sanz. “Ha habido paleontólogos que han pasado mucho tiempo tratando de identificar estos errores basados en esqueletos jóvenes”. A falta de conocer los detalles de la investigación, que aún no se han publicado, Sanz se inclina por pensar Goodwin y Horner “han podido hacer una revisión en profundidad del material de dinosaurios jóvenes que se conocen en EEUU y han llegado a una estimación del porcentaje de errores”.
Pero los problemas de identificación por edad sí son tenidos en cuenta de forma habitual por los científicos. “Es algo que todos los paleontólogos tenemos en cuenta”, explica Sanz, y pone el ejemplo de lo que le ocurrió a su equipo hace unos años. “Nosotros publicamos en la revista Science el hallazgo de un ave del cretácico inferior bastante completa, al que llamamos el ave del Montsec y al que no nos atrevimos a dar nombre porque se trataba de un ejemplar muy joven”.
¿Cambiaría este descubrimiento la Paleontología? José Luis Sanz cree que, de confirmarse, “los géneros principales se mantendrían y no habría grandes alteraciones”. En términos de la Paleontología profesional, en cambio, considera posible que haya “cambios importantes”.
El co-autor del estudio, Jack Horner, se muestra mucho más convencido. “A la gente le gusta poner nombres”, asegura. “Creo que va a cambiar algunas cosas”.
Fuentes: noticias.lainformacion.com
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