martes, 27 de noviembre de 2012

Científicos argentinos hallan restos de pingüino gigante en la Antártica

Científicos argentinos descubrieron en la Antártica fósiles de un pingüino gigante, de 34 millones de años de antiguedad y dos metros de altura, el más grande encontrado hasta el momento en su especie, informó el martes el Museo local de La Plata en su página web.

"Paleontólogos del Museo de Ciencias Naturales de La Plata (capital de la  provincia de Buenos Aires) participaron en el descubrimiento de los restos fósiles de un pingüino gigante de 34 millones de años", señala la página de la  reconocida institución platense, ubicada a unos 50 km al sur de Buenos Aires.

Se precisó que el hallazgo, realizado por un grupo de científicos  encabezado por Marcelo Reguero, director de la campaña paleontológica del  Instituto Antártico Argentino (IAA), "tuvo lugar en la Antártida y permite un  estudio más intensivo y complejo sobre estos antecesores de los pingüinos  modernos".

"Se trata del pingüino más grande que se conoce hasta el momento, en cuanto a la altura y masa corporal", explicó Carolina Acosta, investigadora de la  División Paleontología Vertebrados del museo platense.

Los estudios realizados sobre los fósiles determinaron que estos animales medían unos dos metros de altura, agregó, en declaraciones a la prensa.

Según Acosta, la especie de mayor tamaño conocida hasta la actualidad era  el pingüino Emperador, con 1,20 metros de altura.

La experta mencionó que el objetivo de la campaña antártica del próximo  verano será "buscar nuevos esqueletos para continuar con la investigación", así  como "información para conocer cómo eran sus movimientos y acerca de su  anatomía".

Anteriores ejemplares encontrados y que vivieron hace millones de años, mostraban que tenían diferente plumaje del blanco y negro de los pingüinos  actuales, pues lucían plumas de color marrón rojizo y gris.

Fuente: latercera.com

Un nuevo estudio concluye que el ave gigante Diatryma era herbívora.





Un equipo de investigadores de Washington (E.E.U.U.) ha estudiado icnitas del pájaro gigante Diatryma, descubiertas en 2009. Estudios anteriores han sugerido que el animal era un depredador carnívoro o carroñero, pero el nuevo estudio apoya la teoría de que en realidad era herbívoro.

El ave no voladora Diatryma medía unos 2 metros de altura y tenía una enorme cabeza con un pico grande.

El estudio, publicado en la revista Paleontology, ha analizado un conjunto de huellas del Eoceno Inferior, que forman parte de la Formación Chuckanut en el noroeste de Washington.

El equipo llegó a la conclusión de que los rastros muestran claramente que los animales no tenían garras largas, sino más bien las uñas cortas. Según los investigadores este es un argumento en contra de que la ave cogiera a sus presas y utilizara las garras para mantenerlos cerca.

Los primeros paleontólogos que estudiaron los fósiles de Diatryma concluyeron que el pájaro gigante era un depredador debido a su tamaño, la enorme cabeza y el pico grande. Además, los primeros restos de Diatryma que se encuentraron en los EE.UU. estaban junto a fósiles de minúsculos caballos y otros pequéños mamíferos pequeños, lo que para algunos científicos significaba que estos debían haber sido presas de las aves.

Sin embargo, Diatryma también tenía patas relativamente cortas, lo que lleva a otros a sugerir que no podía correr lo suficientemente rápido para capturar a sus presas, por lo que era un herbívoro.

Un análisis más detallado ha mostrado que el ave no tenía un gancho en el extremo de su pico, una característica que se encuentra en todas las rapaces que les ayuda a sostener la presa.

La conclusión del nuevo estudio de que el animal no tenía garras añade fuerza a la hipótesis de que su dieta era herbívora. Para ellos un escenario más probable sería que el Diatryma utilizara su pico para comer follaje, frutos y semillas de los bosques subtropicales en los que vivía.

Fuente: BBC.