miércoles, 24 de febrero de 2010

Descubren una nueva especie de dinosaurio


Un equipo de paleontólogos ha descubierto una nueva especie de dinosaurio, que han bautizado como Abydosaurio. Este animal pertenecería al grupo de los braquiosaurios, esos enormes ejemplares de largo cuello y de alimentación herbívora.

Lo curioso del caso es que han recuperado cuatro cabezas, dos de ellas intactas, de una presa del Monumento Nacional de los Dinosaurios, que se encuentra al este de Utah. Sólo se han recuperado cráneos completos de 8 de las más de 120 especies de saurópodos conocidas. «Sus cabezas son más ligeras que las de los mamíferos porque se encontraban en el extremos de un largo cuello», asegura Brooks Britt, paleontólogo de la Universidad de Brigham Young.

«En lugar de los anchos huesos ensamblados, las cabezas de estos saurópodos están compuestas de huesos más ligeros, unidos entre sí por tejidos blandos. Normalmente, cuando el animal muere, la cabeza solía separarse del cuerpo y desintegrarse», añade Britt, coautor del artículo sobre el descubrimiento en la revista «Naturwissenshaften».

Los estudiantes y paleontólogos que participaron en la excavación recurrieron a martillos neumáticos para perforar la capa de roca de 105 millones de años de antigüedad que contenía los huesos. Incluso hubo que emplear explosivos para retirar la roca sobrante.

Los análisis de los huesos confirman que el pariente más cercano del Abysosaurio es el braquisaurio, que pisaba la Tierra 45 millones de años antes que la nueva especie descubierta. «La pieza más compleja con la que he trabajado personalmente es una vértebra que estaba corroida antes de sus hallazgo y resulta tan frágil que si la examinas de forma incorrecta puede desintegrarse», asegura Kimmy Hales, otro de los geólogos que han participado en el descubrimiento.

Dada la dificultad de encontrar cráneos en buen estado de este tipo de dinosaurios, la información de la que se dispone suele ser «de cuello para abajo». Sin embargo, en este caso, las cabezas aportan nueva información a los investigadores sobre cómo se alimentaban estos descomunales ejemplares. «Ellos no mascaban la comida, sino que la prensaban y luego la tragaban tal cual. Hay que tener en cuenta qie la cabeza sólo representa el 2 por ciento del cuerpo del animal. Frente a la gran variedad de formas dentales de los saurópodos en el período Jurásico, al final de esta era lo normal era que los dientes fueran estrechos como un lápiz.

Fuente: larazon.es

miércoles, 10 de febrero de 2010

Hallan nuevos fósiles de ictiosaurios en el sur de Chile

nuevamente Chile entrega fosiles de ictiosaurios, ya habia publicado de los hallazgos en este sitio en abril del 2009.

Santiago de Chile, Científicos chilenos y alemanes hallaron en el sur de Chile nuevos fósiles de ictiosaurios, uno de ellos con un embrión en su interior y otro típico del periodo Jurásico y que al parecer sobrevivió hasta el Cretácico, según informó hoy la Comisión Nacional Forestal (Conaf).

Los investigadores encontraron el pasado sábado los fósiles en los alrededores del glacial Tyndall, en el Parque Nacional Torres del Paine, a unos 2.200 kilómetros al sur de Santiago, en el marco de una expedición que se inició el pasado 4 de febrero.

La campaña forma parte de una investigación sobre los ictiosaurios que comenzó en 2007 y está liderada por los paleontólogos alemanes Wolfgang Stinnesbeck, de la Universidad de Heidelberg, y Eberhard "Dino" Frey, del Museo de Historia Natural de Karlsrushe.

Los ictiosaurios eran reptiles con un aspecto semejante a los actuales delfines que durante 150 millones de años vivieron en los mares del planeta, mientras los dinosaurios dominaban tierra firme, y su tamaño llegó a superar los 15 metros.

Los primeros aparecieron durante el Triásico inferior (hace 250 millones de años), alcanzaron su mayor diversidad en el Jurásico (entre 200 y 145 millones de años atrás) y se extinguieron durante el Cretácico (entre 145 y 60 millones de años atrás).

Uno de los fósiles hallados corresponde a un ejemplar típico del Jurásico y que al parecer sobrevivió hasta el periodo Cretácico.

Esto supone un novedoso descubrimiento, dado que hasta ahora se creía que esa especie se había extinguido ya en el Jurásico.

Además, en esta zona sólo se habían hallado hasta ahora fósiles correspondientes al Cretácico.

"Hallamos la cuarta especie de ictiosaurios presente en este sitio, lo que es muy emocionante, porque hay sólo un lugar en el mundo que tiene tantas especies, pero son de la era Jurásica y no del Cretácico, como acá", explicó Wolfgang Stinnesbeck.

"Esto posiciona Torres del Paine entre las mejores localidades de reptiles marinos en el mundo", añadió.

También se encontró una pequeña columna vertebral en el cuerpo de una hembra, lo que aportará información sobre la reproducción de un ictiosaurio denominado platypterygius, y supone además una diferencia respecto a otros encontrados en Alemania, donde había más de una cría.

El tercer descubrimiento fue una médula preservada entre las vértebras de un ictiosaurio, algo considerado raro por los científicos.

"Ésta es la primera vez que veo un cuerpo blando en la columna vertebral de un ictiosaurio, lo que puede decirnos mucho de su locomoción y movimiento", señaló Eberhard "Dino" Frey.

Desde el primer hallazgo en 1997 de un fósil de ictiosaurio en Torres del Paine, se han encontrado en el área del glaciar Tyndall 34 ejemplares articulados, completos o semicompletos, cuyos tamaños varían entre uno y cinco metros de largo.

"Para ictiosaurios del Cretácico, éste es el lugar más importante del mundo. Las razones son que tenemos muchos individuos, un amplio espectro desde bebés hasta adultos de más de cinco metros, al menos cuatro especies y preservación de partes blandas", resaltó el profesor Frey.

Financiado por la Deutsche Forschungsgemeinschaft (DFG), organismo del Gobierno alemán, este proyecto de investigación cuenta con el apoyo del Instituto Antártico Chileno (Inach) y la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

Fuente: EFE

martes, 9 de febrero de 2010

Guía de fósiles en Barcelona


Caminando por las calles de Barcelona puedes encontrarte con todo tipo de personajes, edificios, performances, actividades, etc. Y, si te fijas bien, encontrarás fósiles en las fachadas de Barcelona.

Hace 50 millones de años, cuando la península Ibérica estaba sumergida bajo el mar, los peces nadaban por lo que hoy es la ciudad de Barcelona. Y en muchas de las piedras que revisten los edificios y las calles de la ciudad encontramos sus huellas.

Las fachadas barcelonesas esconden muchos restos fósiles, que pueden hallarse muchas veces a simple vista. También se encuentran muchos en los bancos de la avenida de la Catedral y en toda la pavimentación de la avenida de Icària. El Eixample y el Casc Antic son los barrios más pródigos en descubrimientos, debido a la abundancia de piedras calcáreas y calcarenitas, muy comunes en las edificaciones más antiguas.

Conchas, caracoles, numulitos y rudistas que datan de la Era Secundaria, unos 200 millones de años.

La paleontóloga Anna Cornella y su esposo, Bernat Sanz, han recorrido las calles de la ciudad condal inventariando y fotografiando los fósiles que se encuentran en las fachadas de Bercelona. La guía está disponible desde la página del Illustre Col-legi Oficial de Geolegs.

Más informacion: www.colgeocat.org/ca/Noticies/16/92/Colgeocat_publica_la_Guia_Fossils_Urbans_dAnna_Cornella/

Fuente: diariodelviajero.com

Encuentran 3.000 huellas de dinosaurio en China

Sitio en el que fueron halladas las huellas.

Shandong, una provincia al este de China, cuenta con una particularidad. En la región Zucheng de la misma se han llevado a cabo nada menos que treinta hallazgos paleontológicos relativos a la paleontología de dinosaurios, y estos treinta sitios le han dado el topónimo a la ciudad de Ciudad Dinosaurio.

La lista de hallazgos en este lugar suma tres mil nuevos, pues un equipo de paleontólogos chinos han encontrado en Zucheng nada menos que 3.000 huellas de dinosaurios, seguramente perteneciendo a seis especies distintas y todas ellas apuntando hacia la misma dirección, como siguiendo el mismo camino.

Los expertos creen que las huellas tienen unos 100 millones de años de antigüedad, y fueron halladas sobre una superficie de 2.600 metros cuadrados en una roca de gran magnitud, y se cree que podrían haber sido generadas por un escape a predadores o bien una migración de las especies en juego.

Las huellas miden de 10 centímetros a 80 centímetros de tamaño, y se las ha asociado a especies de Tiranosaurio, Coelosaurio y Hadrosaurio, entre otras especies todavía no del todo identificadas.

Fuente: ojocientifico.com