Dos inspectores analizarán si 12 yacimientos de la Península merecen la calificación de Patrimonio de la Humanidad. La decisión tendría beneficios científicos, económicos y sociales
En una región pantanosa de lo que hoy es la localidad riojana de Enciso, un dinosaurio carnívoro camina en busca de alimento. De repente, ve algo. Acelera sus huellas se separan cada vez más y, tras unos pasos, sus pisadas se cruzan con las de un dinosaurio herbívoro.
La posible escena de caza se ha reconstruido 120 millones de años después gracias a los peculiares procesos geológicos que tallaron las huellas de sus protagonistas en piedra. Hoy, en toda la Península Ibérica ya se han identificado más de 15.000 huellas como las de Enciso que han permitido poner en movimiento a los dinosaurios.
Como paleopolicías científicos, los investigadores han podido reconstruir escenas en las que adultos caminan junto a sus crías, especímenes cojean y otros nadan contra corriente. La cantidad de información que aún pueden extraer es inmensa y los científicos creen que aún quedan muchas huellas por descubrir.
En las próximas semanas, dos evaluadores de la Unesco visitará doce yacimientos de España y Portugal para decidir si las Icnitas de Dinosaurio de la Península Ibérica (Idpi) merecen la calificación de Patrimonio de la Humanidad. Si las huellas pasan los filtros, el anuncio de su inclusión en la lista de Naciones Unidas llegaría en Brasilia, en 2010.
Candidatura ibérica
Se lograría así un objetivo que no se alcanzó en un intento anterior. En 2005, los inspectores visitaron las huellas como lo harán este otoño, pero en 2006 la Unesco consideró imprescindible que en una candidatura ibérica se incluyesen las icnitas de Portugal. Entonces, la precipitación y una menor implicación de la candidatura portuguesa hizo que su parte del expediente no alcanzase el nivel requerido. Ahora, los responsables de la candidatura se muestran optimistas.
Lograr la calificación de Patrimonio de la Humanidad para las icnitas ibéricas tendría grandes ventajas desde el punto de vista científico, pero también social. "Si se lograse la declaración, las comunidades autónomas [hay seis que cuentan con yacimientos, además de Portugal] tendrían la obligación de mantener ese bien y proyectarlo, y además habría más dinero para investigación", explica Fidel Torcida, director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos).
Las de Costalomo, espectaculares
Ahora, por falta de medios para mostrarlas de un modo adecuado, algunas de las huellas más espectaculares como es el caso de las de Costalomo (en la imagen), cerca de Salas de los Infantes permanecen cubiertas para protegerlas del deterioro y el expolio.
Los yacimientos en los que los dinosaurios dejaron sus vestigios son zonas rurales, de montaña y muy envejecidas. El impulso para el turismo del marchamo de la Unesco sería importante para muchos pueblos de provincias como Teruel, Asturias, Soria o Burgos que hasta ahora no cuentan con excesivos medios para conservar su patrimonio.
En Salas de los Infantes, por ejemplo, los responsables del museo de dinosaurios llevan años acumulando una gran cantidad de restos de dinosaurios que no pueden almacenar y exponer adecuadamente. La Junta de Castilla y León prometió hace cuatro años la construcción de un nuevo museo para darles un espacio adecuado, pero no parece que la infraestructura vaya a ser pronto una realidad.
Evolución de los dinosaurios
Los yacimientos ibéricos son, en palabras del director científico de la Fundación Patrimonio Paleontológico de La Rioja, Félix Pérez, el mayor conjunto de icnitas de dinosaurios estudiado en el mundo hasta el momento. Aquí puede leerse la evolución de los dinosaurios a través de sus huellas desde el Jurásico medio, hace unos 120 millones de años, hasta el Cretácico superior, hace 65 millones. No hay otro entorno del mundo en el que este tipo de restos hayan producido tanta literatura científica en un campo de estudio que aún debe crecer.
"Ha habido un cambio bastante brusco porque hasta hace poco las icnitas se consideraban algo menor", explica Pérez. "Lo más importante, y en ocasiones lo único, eran los huesos", asevera. Pero la situación ha empezado a cambiar. "Actualmente, la cantidad de datos aportados por las huellas es muy grande.
Sirven para proporcionar información sobre la conducta, como las diferentes formas de agruparse dependiendo del tipo de dinosaurio", cuenta el profesor de la Universidad de La Rioja. "Además, permiten conocer cómo se movía el animal y cuál sería el posicionamiento de los huesos", añade.
Para obtener la imagen de un dinosaurio en movimiento es necesario poder asociar huellas con esqueletos fósiles. Y esta unión no es sencilla. Se ha avanzado en el estudio de la estructura ósea de las extremidades inferiores y su relación con las huellas, y en la búsqueda de coincidencias temporales entre huesos y vestigios. Pero el conocimiento también ha complicado las cosas.
"El número de dinosaurios descubiertos ha aumentado mucho", señala Pérez. "Antes se asimilaban unas pocas huellas a unos pocos dinosaurios, pero ahora ya hay más de 15.000 huellas y el número de dinosaurios se ha multiplicado", afirma.
Icnitas ibéricas
A la espera del apoyo a su conservación que supondría la declaración de la Unesco, científicos del Instituto Catalán de Paleontología (ICP) y la Universidad de Manchester han dado inicio a un proyecto para hacer eternas las icnitas ibéricas. Han tomado varios de los yacimientos que forman parte de la candidatura a Patrimonio de la Humanidad por la Unesco para reconstruir las huellas de los dinosaurios con un sistema digital de cartografía en tres dimensiones.
Esta tecnología, denominada LiDAR, permite reconstruir con gran precisión las pisadas para después poder explicar cómo se movía el animal que las realizó. Este tipo de recreación permitirá, además, conservar para su estudio unos restos que la erosión destruye poco a poco. Además de conservarlas, la informática permitirá utilizar las huellas para reconstruir el movimiento de los dinosaurios con mayor precisión.
Las icnitas de la Península Ibérica serán una de las 45 candidaturas que los expertos de la Unesco evaluarán durante 2009. Esta vez, los responsables del equipo español creen que la respuesta será positiva. "Nunca nos dijeron que la vez anterior fuese un problema de los yacimientos", afirma Pérez. "La candidatura se lo merece", concluye.
La posible escena de caza se ha reconstruido 120 millones de años después gracias a los peculiares procesos geológicos que tallaron las huellas de sus protagonistas en piedra. Hoy, en toda la Península Ibérica ya se han identificado más de 15.000 huellas como las de Enciso que han permitido poner en movimiento a los dinosaurios.
Como paleopolicías científicos, los investigadores han podido reconstruir escenas en las que adultos caminan junto a sus crías, especímenes cojean y otros nadan contra corriente. La cantidad de información que aún pueden extraer es inmensa y los científicos creen que aún quedan muchas huellas por descubrir.
En las próximas semanas, dos evaluadores de la Unesco visitará doce yacimientos de España y Portugal para decidir si las Icnitas de Dinosaurio de la Península Ibérica (Idpi) merecen la calificación de Patrimonio de la Humanidad. Si las huellas pasan los filtros, el anuncio de su inclusión en la lista de Naciones Unidas llegaría en Brasilia, en 2010.
Candidatura ibérica
Se lograría así un objetivo que no se alcanzó en un intento anterior. En 2005, los inspectores visitaron las huellas como lo harán este otoño, pero en 2006 la Unesco consideró imprescindible que en una candidatura ibérica se incluyesen las icnitas de Portugal. Entonces, la precipitación y una menor implicación de la candidatura portuguesa hizo que su parte del expediente no alcanzase el nivel requerido. Ahora, los responsables de la candidatura se muestran optimistas.
Lograr la calificación de Patrimonio de la Humanidad para las icnitas ibéricas tendría grandes ventajas desde el punto de vista científico, pero también social. "Si se lograse la declaración, las comunidades autónomas [hay seis que cuentan con yacimientos, además de Portugal] tendrían la obligación de mantener ese bien y proyectarlo, y además habría más dinero para investigación", explica Fidel Torcida, director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos).
Las de Costalomo, espectaculares
Ahora, por falta de medios para mostrarlas de un modo adecuado, algunas de las huellas más espectaculares como es el caso de las de Costalomo (en la imagen), cerca de Salas de los Infantes permanecen cubiertas para protegerlas del deterioro y el expolio.
Los yacimientos en los que los dinosaurios dejaron sus vestigios son zonas rurales, de montaña y muy envejecidas. El impulso para el turismo del marchamo de la Unesco sería importante para muchos pueblos de provincias como Teruel, Asturias, Soria o Burgos que hasta ahora no cuentan con excesivos medios para conservar su patrimonio.
En Salas de los Infantes, por ejemplo, los responsables del museo de dinosaurios llevan años acumulando una gran cantidad de restos de dinosaurios que no pueden almacenar y exponer adecuadamente. La Junta de Castilla y León prometió hace cuatro años la construcción de un nuevo museo para darles un espacio adecuado, pero no parece que la infraestructura vaya a ser pronto una realidad.
Evolución de los dinosaurios
Los yacimientos ibéricos son, en palabras del director científico de la Fundación Patrimonio Paleontológico de La Rioja, Félix Pérez, el mayor conjunto de icnitas de dinosaurios estudiado en el mundo hasta el momento. Aquí puede leerse la evolución de los dinosaurios a través de sus huellas desde el Jurásico medio, hace unos 120 millones de años, hasta el Cretácico superior, hace 65 millones. No hay otro entorno del mundo en el que este tipo de restos hayan producido tanta literatura científica en un campo de estudio que aún debe crecer.
"Ha habido un cambio bastante brusco porque hasta hace poco las icnitas se consideraban algo menor", explica Pérez. "Lo más importante, y en ocasiones lo único, eran los huesos", asevera. Pero la situación ha empezado a cambiar. "Actualmente, la cantidad de datos aportados por las huellas es muy grande.
Sirven para proporcionar información sobre la conducta, como las diferentes formas de agruparse dependiendo del tipo de dinosaurio", cuenta el profesor de la Universidad de La Rioja. "Además, permiten conocer cómo se movía el animal y cuál sería el posicionamiento de los huesos", añade.
Para obtener la imagen de un dinosaurio en movimiento es necesario poder asociar huellas con esqueletos fósiles. Y esta unión no es sencilla. Se ha avanzado en el estudio de la estructura ósea de las extremidades inferiores y su relación con las huellas, y en la búsqueda de coincidencias temporales entre huesos y vestigios. Pero el conocimiento también ha complicado las cosas.
"El número de dinosaurios descubiertos ha aumentado mucho", señala Pérez. "Antes se asimilaban unas pocas huellas a unos pocos dinosaurios, pero ahora ya hay más de 15.000 huellas y el número de dinosaurios se ha multiplicado", afirma.
Icnitas ibéricas
A la espera del apoyo a su conservación que supondría la declaración de la Unesco, científicos del Instituto Catalán de Paleontología (ICP) y la Universidad de Manchester han dado inicio a un proyecto para hacer eternas las icnitas ibéricas. Han tomado varios de los yacimientos que forman parte de la candidatura a Patrimonio de la Humanidad por la Unesco para reconstruir las huellas de los dinosaurios con un sistema digital de cartografía en tres dimensiones.
Esta tecnología, denominada LiDAR, permite reconstruir con gran precisión las pisadas para después poder explicar cómo se movía el animal que las realizó. Este tipo de recreación permitirá, además, conservar para su estudio unos restos que la erosión destruye poco a poco. Además de conservarlas, la informática permitirá utilizar las huellas para reconstruir el movimiento de los dinosaurios con mayor precisión.
Las icnitas de la Península Ibérica serán una de las 45 candidaturas que los expertos de la Unesco evaluarán durante 2009. Esta vez, los responsables del equipo español creen que la respuesta será positiva. "Nunca nos dijeron que la vez anterior fuese un problema de los yacimientos", afirma Pérez. "La candidatura se lo merece", concluye.
Fuente: publico.es
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