sábado, 31 de agosto de 2013

Paleontólogos encuentran en Lanzarote un nuevo ejemplar de huevo del ave ratites

El equipo de trabajo del paleontólogo experto en aves extinguidas, Antonio Sánchez Marco, ha hallado un nuevo ejemplar de huevo de ratites, unas aves de gran tamaño que vivieron en Lanzarote hace entre 5,3 y 6 millones de años.


Según ha informado el Cabildo de la isla, este es el séptimo huevo que se encuentra en el 'Yacimientos del Neógeno continental de Órzola-Famara', en el que estos paleontólogos trabajan desde 2010, y es la pieza más significativa hallada en la cuarta campaña de excavaciones que acaba de concluir.

El fósil tiene un tamaño similar a un huevo de avestruz actual y presenta un excelente estado de conservación, pero, al igual que los otros seis ejemplares, carece de embrión.

Este ejemplar se une a los numerosos fragmentos de cáscaras de huevos de ratites de distintos tamaños, también de tortugas, numerosos caparazones de gasterópodos terrestres y a una vértebra de una pequeña serpiente de la familia de las boas, que se han recopilado desde que empezaron a excavar hace tres años.

CUARTA CAMPAÑA

Esta es la cuarta campaña de los trabajos de excavación dirigidos por el doctor Sánchez Marco, del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont.

Por el momento, el nuevo hallazgo amplía el radio de la zona a investigar, pero no aporta demasiada luz a las grandes preguntas que han surgido en torno a la presencia en Lanzarote de estos animales: cómo llegaron aquí, cómo vivieron, y por qué desaparecieron.

Así, a partir de estas dudas y en función de otros restos que puedan encontrarse, se podría reconstruir su forma, su alimentación, el entorno en el que habitaban y con qué otros seres vivos compartía el territorio de lo que hoy es Lanzarote que por entonces pudiera estar emergido.

Como se ha dicho, esta es la cuarta intervención. La primera de ellas fue en el 2010 cuando se realizaron tareas de reconocimiento de los yacimientos y preparación, aunque eran de pequeña envergadura, ya que las importantes se realizaron en las actuaciones de 2011 y 2012.

Estas campañas han permitido avanzar en el conocimiento de este enclave y en las cuestiones que plantea, al tiempo que se han localizado nuevos yacimientos.

De esta manera, se cree que por su ubicación y datación, -entre 5,3 y 6 millones de años- se puede contemplar un tal vez mayor lapso temporal de la presencia de ratites en este Lanzarote primigenio.
Además, las investigaciones han permitido descartar algunas de las explicaciones que se habían dado en el pasado para justificar el hallazgo de estos huevos, como la de una unión geográfica temporal con el continente africano.

Así, en este 2013 se han trabajado dos ejes principales. El primero ha sido la excavación en los enclaves de Valle Grande 1 (más cercano a Famara) y en Valle Chico (en Órzola) para comprender la formación de estos yacimientos y establecer posibles correlaciones.

El otro consistió en buscar, mediante distintas técnicas de localización, nuevos yacimientos que permitan una mayor precisión tanto al determinar el momento en que llegaron las faunas terrestres a las proto-islas orientales, como aquel en que se produce su extinción.

Desde el comienzo de esta excavación, el doctor Sánchez Marco y su equipo han compartido con el Cabildo la idea de dar a conocer estos yacimientos y su significado a un público interesado y más amplio.

Por ello, se prevé que en breve se hagan visitables los yacimientos de Valle Chico y Valle Grande 1 sin que esto entorpezca ni interfiera los trabajos de investigación en ellos.

Fuente: EuropaPress

jueves, 1 de agosto de 2013

Una investigación aporta nuevas pistas sobre el origen de las aves


El pariente más temprano de los pájaros, el Archaeopteryx, no fue el único dinosaurio con plumas capaz de volar, según el estudio de un equipo de científicos estadounidenses publicado en la revista Nature.

La investigación, encabezada por la paleontóloga Amy Balanoff, del Museo de Ciencias Naturales de EEUU, se basó en el tamaño craneal de diferentes especies y concluyó que ciertos dinosaurios anteriores al Archaeopteryx, considerado como la transición entre reptiles y aves, presentaban la capacidad neurológica necesaria para emprender el vuelo.

 Archaeopteryx



Para ello, el equipo de paleontólogos hizo una comparación entre varias especies: los fósiles del género Archaeopteryx, los de las especies de pájaros actuales y los de algunos dinosaurios con plumas de la rama de los maniraptores.

maniraptore

Estos últimos, aunque no son aviares, son cercanos al árbol filogenético de las aves.
Del análisis, los científicos dedujeron que además de las plumas y la fúrcula -hueso de la clavícula que poseen solo aves y dinosaurios-, esta última rama de dinosaurios comparte con las aves actuales similitudes craneales.

"Encontramos que los pájaros actuales comparten más similitudes volumétricas con algunos dinosaurios maniraptores que con las aves Archaeopteryx", explicó Amy Balanoff a Efe.
Según la investigadora, si el Archaeopteryx tenía habilidades neurológicas para volar incluso teniendo un cerebro menos desarrollado, "también sus parientes maniraptores eran capaces de hacerlo, ya fuera realizando vuelos completos o sólo planeando".

Los resultados de la investigación apoyan así la idea de que la expansión del cerebro de las aves, que provocó su distinción de los reptiles, comenzó más pronto de lo que se creía.
Para el equipo de investigadores, este descubrimiento también tiene un impacto en la ciencia global, pues ilustra "algunos principios básicos de la evolución".

"Este estudio muestra que la evolución no funciona de manera progresiva y ordenada. Hay muchos aspectos relacionados con el origen de las aves antes de que comenzaran a volar como lo hacen actualmente", explicó a Efe Amy Balanoff.

Otro de los avances de esta investigación ha sido el uso de la tomografía computerizada (TC) de alta resolución, lo que según la investigadora puede ayudar a "encontrar resultados más precisos así como ampliar el número de especies a analizar".

Aunque esta metodología, muy similar al escáner de rayos X con propósitos médicos, lleva aplicándose a la paleontología desde hace pocos años, su desarrollo permite cada vez mayores posibilidades en el estudio de los fósiles.

Tras estos resultados, el equipo de paleontólogos tiene la intención de llevar a cabo nuevas investigaciones en el futuro que no solo se centren en el volumen del cerebro, sino que también tengan en cuenta "su estructura y características", señaló Balanoff.

Fuente: EFE