jueves, 14 de febrero de 2013

Investigadores describen un cocodrilo marino que vivió hace 164 millones años

Un grupo de investigadores han descrito un nuevo cocodrilo marino del Jurásico que habitó en los fondos marinos que cubrían parte del territorio aragonés hace 164 millones de años y cuyo cráneo fosilizado fue localizado en un yacimiento paleontológico en Ricla (Zaragoza).

Según informa la Universidad de Zaragoza en un comunicado, el cráneo fue localizado hace una veintena de años en Ricla aunque no fue estudiado y bautizado con el nombre científico de "Maledictosuchus riclaensis" hasta ahora.

Para el grupo paleontológico aragonés Aragosaurus, con el que han colaborado investigadores de la Universidad de Edimburgo, se trata del ejemplar de cocodrilo marino más antiguo y mejor preservado de la Península Ibérica y debe su nombre al pueblo donde fue hallado y a los 20 años transcurridos para su estudio (de ahí la referencia a una supuesta maldición).

El "Maledictosuchus", que convivió con los dinosaurios, se conoce exclusivamente por el ejemplar de Ricla y se trata de un cráneo prácticamente completo, con un nivel de preservación que los investigadores califican de "excepcional".

El fósil, que se exhibe ahora en la facultad de Geológicas de Zaragoza, pertenece a los metiorrínquidos, un grupo de cocodrilos marinos típicos del Jurásico que se extinguieron hace 130 millones de años, en el Cretácico Inferior.

Fue localizado en 1994, durante las campañas de prospección previas a la construcción de las vías del tren AVE entre Madrid y Barcelona.

Los paleontólogos que inspeccionaron la zona hallaron el cráneo entre varios nódulos de roca a partir de unas esquirlas de hueso que les orientaron en la búsqueda.

Según los investigadores, que han publicado su análisis en la revista científica "PLoS ONE", los metiorrínquidos fueron los cocodrilos mejor adaptados al medio marino, en contraste con los actuales, no vinculados totalmente a la vida acuática.

Estos reptiles del Jurásico contaban con extremidades en forma de alertas, cola larga y bilobulada parecida a la de los tiburones, armadura dérmica como la de los cocodrilos actuales y cuerpo y cabeza con formas hidrodinámicas.

El cráneo del "Maledictosuchus" tiene dispuestas unas filas de dientes de pequeño tamaño que le permitían ajustarse a una dieta fundamentalmente piscívora, aunque también comía cefalópodos y otros invertebrados marinos.

Los investigadores consideran que este ejemplar es el miembro más antiguo de la tribu de los raqueosaurinos, un grupo de metiorrínquidos especializados, piscívoros y altamente adaptados a la vida en el mar.

Durante el Jurásico Medio, este tipo de cocodrilos se distribuyeron por toda Europa, especialmente en diversas zonas de las actuales Francia y Gran Bretaña, aunque hasta el momento no se había descubierto ningún raqueosaurino.

Por lo tanto, concluyen los investigadores, el estudio de este nuevo cocodrilo demuestra que su evolución hacia una dieta muy especializada y a la vida en mar abierto comenzó al menos diez millones de años antes de lo que se había pensado, en el Jurásico Medio.

Fuente EFE.