Un estudio de la Universidad de Zaragoza (UZ) ha aplicado por primera vez en España un sistema de visualización en 3D para observar el interior de un pequeño fósil de hace 510 millones de años encontrado en el Parque Natural del Moncayo. El fin último de la investigación es conocer el origen de las estrellas de mar.
Los beneficios de esta metodología son "incalculables" frente a las técnicas destructivas aplicadas hasta ahora para acceder y estudiar lo que los caparazones, la roca o los huesos ocultan", según un comunicado de la UZ. El nuevo método de penetración en el interior del fósil ha sido posible gracias a la colaboración con investigadores del Imperial College de Londres, centro que cuenta con tecnología de alta resolución.
Los resultados de esta investigación, realizada por Samuel Zamora (IUCAUniversidad de Zaragoza) en colaboración con Imran A. Rahman (Imperial College, Londres), acaban de ser publicados en la revista británica Zoological Journal of the Linnean Society. Este trabajo se ha realizado en el marco del Proyecto Consolider (Murero) del Ministerio de Educación y Ciencia de España, que dirige el Profesor Eladio Liñán (Universidad de Zaragoza) y patrocinado en parte por el Programa Europa de la Caja de Ahorros de la Inmaculada (CAI).
En el estudio se detalla la nueva técnica aplicada sobre este fósil hallado hace ya cuatro años en el Moncayo, de apenas un par de centímetros de longitud y color blanco brillante, que resalta claramente sobre la matriz rocosa rojiza que lo rodea. Este animal, que se conserva en el Museo de Paleontología de la Universidad de Zaragoza, pertenece a los equinodermos, grupo en el que hoy en día se incluyen también, animales como el erizo o la estrella de mar.
Uno de los miembros más antiguos de los equinodermos
La trascendencia científica del estudio publicado en la revista británica Zoological Journal of the Linnean Society por el investigador de la Universidad de Zaragoza no sólo radica en la tecnología aplicada sino en el propio fósil estudiado. Y es que el fósil hallado en el 2005 en el Moncayo constituye un nuevo género y especie bautizado como Protocinctus mansillaensis.
Este fósil es uno de los miembros más antiguos y primitivos de los equinodermos, pero presenta unas características que lo hacen muy diferente de otros equinodermos actuales. Tiene cola, no tiene simetría radial, una gran placa opercular cubre su parte anterior y sólo tiene un ambulacro (radio). De hecho, no es posible comparar directamente a Protocinctus con los equinodermos actuales porque, a pesar de pertenecer al mismo grupo, es muy primitivo.
Más de 500 millones de años de evolución lo alejan de sus representantes actuales, como la estrella de mar, de ahí que su morfología sea tan diferente.
Fuente: aragondigital.es
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