martes, 30 de junio de 2009

Taller Paleoreconstrucción: fundamentos y anatomía 2009, Santiago, Chile.



La paleontología es probablemente una de las ciencias que mas se apoya en las artes, tanto para la descripción como para plasmar el conocimiento adquirido mediante la investigación. Es por ello que la Sociedad Paleontológica de Chile ofrece el Taller Paleoreconstrucción: fundamentos y anatomía a desarrollarse los días 21, 23, 28 y 30 de Julio, dictado por el paleontólogo e ilustrador Martín Chávez.

Llamamos paleoreconstrucción a la recreación artística de los animales extintos, con el objeto de mostrar como pudieron lucir en vida. No se trata simplemente de usar la imaginación y dibujar un dinosaurio, es una forma de arte científico que se fundamenta en la aplicación y entendimiento de la anatomía comparada. Por supuesto la imaginación juega un papel importante, pero debe ser guiada por el conocimiento.

Este taller busca ofrecer a un publico amplio los conocimientos y técnicas para introducirse en la reconstrucción de animales extintos mediante la ilustración, haciendo énfasis en dinosaurios. Se guiará en la elaboración de una ilustración, aun que el énfasis del taller se pondrá en los conocimientos necesarios para elabora un dibujo científicamente adecuado, convirtiendo al arte en una herramienta didáctica para las ciencias. Es por ello que no es indispensable tener conocimientos previos de dibujo ni habilidades gráficas muy desarrolladas.

Público objetivo: Publico general desde 13 años en adelante.

Costo de inscripción: $18.000 general - $12.000 estudiantes y adultos mayores (incluye materiales básicos).

Materiales básicos: Apuntes, papel, papel diamante, goma de borrar, portaminas 0.5, lápiz grafito 2B y 2HB.

Cupo máximo: 25 personas

Duración y horario del taller: 4 sesiones de 120 minutos, repartidos en 90 minutos de clase y 30 minutos de práctico. El horario sera de 19:00 a 21:00.

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Cronograma

Martes 21 - Introducción: historia y conceptos básicos

Historia

Fundamentos y principios

Práctico: Prueba de calco

Jueves 23 - Herramientas de trabajo y técnicas básicas

Herramientas

Técnicas básicas

Técnica de extrapolación

Práctico: Práctica de técnicas

Martes 28 - Anatomía I y realización de un boceto

Anatomía I: Esqueleto y musculatura

Pose

Práctico: Elaboración del boceto

Jueves 30 - Anatomía II y finalización de la ilustración

Anatomía II: Tegumento y patrones de color

Rasgos faciales

Técnicas de texturado

Práctico: Acabado de la ilustración


formulario de preinscripción : www.spach.cl/2009/06/23/taller-paleoreconstruccion-fundamentos-y-anatomia-2009/#more-192

Fuente: spach.cl

Hallan huellas de una nueva especie de camello de seis millones de años, Murcia, España.

Reproducción artística del camello y la huella que dejaba / Universidad de La Rioja

Un equipo de investigadores dirigido por la Universidad de La Rioja ha encontrado en un yacimiento de Jumilla (Murcia) las huellas fosilizadas de camello más antiguas encontradas en Europa. Los rastros, denominados icnitas, tienen unos seis millones de años y pertenecen a una especie desconocida hasta ahora, llamada Paracamelichnum Jumillensis.
En el yacimiento de La Hoya de la Sima de Jumilla se han identificado 191 huellas correspondientes a un grupo compuesto por al menos una docena de camellas y un macho que vivieron en el mioceno superior. De hecho, se trata del mayor número de icnitas de camello en todo el mundo.

Las huellas demuestran la singularidad de la nueva especie

Según el profesor de la Universidad de La Rioja Félix Pérez Lorente, que ha dirigido los trabajos, los restos se descubrieron "prácticamente por casualidad", por personal del Museo de Jumilla, cuando se realizaban tareas para proteger con una techumbre icnitas de otros animales encontradas en el mismo lugar. Allí ya se habían identificado icnitas de elefantes, alces o de un animal denominado "diente de sable" en un terreno que estaría ocupado hace 6 millones de euros por lagunas salinas que se secaban con facilidad, lo que ha deparado que ahora el terreno sea de yeso, donde han quedado las icnitas.

Camellos más grandesLa cantidad y buena conservación de estas icnitas han permitido a los científicos obtener nuevos datos sobre el comportamiento de las manadas de camélidos y confirmar hipótesis sobre sus costumbres gregarias. Las características y distribución de las huellas analizadas (rastros paralelos que giran a la vez en la misma dirección) corresponden a un grupo de animales que caminaban juntos por una especie de charca salobre.

Los rastros pertenece a una docena de animales / EFE

Las pisadas presentan la disposición típica de la forma de andar de los camellos, denominada 'amblar', en la que las dos extremidades de cada lado del cuerpo se mueven al mismo tiempo. La dimensión de los pies y la longitud de los pasos denotan que eran individuos adultos de una talla similar entre sí. El estudio comparativo respecto a otras huellas similares demuestra su singularidad, al presentar características nuevas, como un mayor tamaño, contorno trapezoidal, ejes de las aholmadillas de los dedos rectilíneos, continuidad de la parte delantera, separación amplia y no terminada en punta de los dedos o inexistencia de surco central, entre otras.


Pérez Lorente ha relatado que en la misma zona hay también huellas de un caballo de la especie Hipparion "que son únicas en España". "Lo que hemos aportado en esta excavación es un dato nuevo y desconocido hasta ahora, un nombre para la ciencia y un nuevo sistema de trabajo", ha asegurado.
Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista internacional Ichnos.

Fuente: abc.es

Descubren cómo y qué comían los dinosaurios por el análisis de sus dientes

La mandíbula inferior de un hadrosaurio Edmontosaurus / Vince Williams

De algo tan pequeño como un diente, los científicos han podido descubrir qué comía y cómo algo tan grande como un dinosaurio. Investigadores de la Universidad de Leicester en Reino Unido han revelado la forma tan peculiar en la que devoraban hace millones de años los pico de pato o hadrosaurios -un método que no se parece al de ninguna criatura viva actual-, y en qué consistía su dieta principal: les entusiasmaba la cola de caballo... Por cierto, un excelente diurético.

«Durante millones de años, hasta su extinción al final del Cretácico, los hadrosaurios fueron los herbívoros dominantes del Planeta. Sabíamos que eran capaces de romper su comida de alguna manera, pero sin la mandíbula compleja de los mamíferos no podían masticar de la misma forma y era difícil adivinar cómo se las arreglaban para comer», expone el paleontólogo Mark Purnell, del Departamento de Geología de Leicester. «Tampoco estaba claro qué comían, si eran pacedores como las vacas o las ovejas, o arrancaban las hojas o ramas de los árboles como los ciervos o las jirafas». De esta forma, es difícil hacerse una idea de cómo eran los ecosistemas del Cretácico tardío o aclarar cómo se produjo la gran extinción hace 65 millones de años.

La mandíbula superior del dinosaurio / Vince Williams

Movimientos complejosEl nuevo estudio pretende arrojar luz sobre este punto a partir del análisis de una dentadura. Por fortuna, las muescas y rasguños de estos viejos dientes de decenas de millones de años se conservaban en buen estado desde la muerte del animal. Según los científicos, estas marcas revelan los movimientos de un pico de pato cuando come. Al parecer, el dinosaurio comía, como suele decirse, «a dos carrillos». Realizaba movimientos complejos, en los que la mandíbula se movía arriba y abajo, hacia los lados y de delante hacia atrás. Para Paul Barrett, paleontólogo del Museo de Historia Natural de Londres, «esto prueba que el hadrosaurio masticaba, pero de una forma completamente diferente a nada que esté vivo en la actualidad».

En lugar de una mandíbula inferior flexible, tenía una especie de «bisagra» que articulaba la parte superior de la mandíbula con el resto del esqueleto. Cuando mordía, la mandíbula superior era forzada hacia el exterior. En ese proceso, las dos filas de dientes resbalaban una contra otra y se trituraban los alimentos.

Los científicos también descubrieron el principal componente de la dieta de estos dinosaurios, la cola de caballo, una planta muy común en aquella época y que hoy día se comercializa como diurético. Los investigadores llegaron a esa conclusión tras encontrar pequeñas partículas de granitos de arena en los dientes, por lo que concluyeron que el dinosaurio comía de la vegetación que crecía en el suelo. Además, hallaron gránulos microscópicos de silicio, un mineral que se encuentra en estos vegetales.

Para los participantes en este estudio, que se publica esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, lo más soprendente fue obtener «tanta información» de un área dental tan pequeña «como un par de cabellos humanos».

Fuente: abc.es

Más informacion del Mastodonte de Ecuador que descubre huellas del pasado

INFOGRAFÍA: Freddy Fiallos

Continuando con el seguimiento de la investigacion de Mastodontes o Mamuts de San Vicente, Manabí, que publicamos el 15 y 21 de Junio.

El hallazgo sería el tercer fósil intacto encontrado en subsuelo nacional. Este yace en San Vicente, Manabí. El INPC junto a otros entes promueven su análisis.

A Galo Rivadeneira, agricultor del sector La Unión, en San Vicente de Manabí, la construcción de un pozo le dio un giro a la historia de los terrenos de su hacienda. Allá por octubre de 2008 él, con el apoyo de jornaleros, excavó. A una profundidad de 10 metros halló restos óseos de lo que ahora se conoce como mastodonte. Su nombre propio es Stegomastodon, de la especie waringi y su procedencia data de alrededor de 20.000 años.

Inquieto, recuerda Manuel Andrade que Rivadeneira fue hasta su domicilio en busca de respuestas. Ante el categórico hallazgo, dudaron qué era, pero por su tamaño supieron que no existía animal en la actualidad que se asemejaría a lo que veían en el fondo del pozo. Los molares de lo que en principio se presumió un megaterio (especie tropical de perezoso gigante) eran del tamaño de una toronja grande.

Andrade, director de Cultura de la saliente administración municipal de San Vicente, es uno de los gestores para que el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) ponga su eje de acción en este sitio, hoy acordonado y protegido.

FOTOS: AMAURY MARTÍNEZ /para El Telégrafo

José Luis Román (d), paleontólogo quiteño, estuvo a cargo de recoger muestras del fósil y determinar su especie y sus años.

Al sector de La Unión se ingresa en vehículo propio. Aunque no hay señalización, la gente de los poblados vecinos conoce bien del reciente hallazgo arqueológico en estas tierras.

Para ver de cerca el fósil de mastodonte, si se viene de Guayas, Santa Elena o la Sierra central, hay que pasar por Bahía de Caráquez para tomar una gabarra y cruzar la entrada del océano Pacífico. Luego de un sinuoso y polvoriento camino se llega a una especie de valle repleto de árboles grandes, sonidos de aves y abundante vegetación.

Allí, ahora hay maquinarias que, según dice Andrade, son de la Prefectura de Manabí. Estas apoyaron a realizar una excavación en forma de pirámide invertida. Son 30 metros cúbicos los que fueron removidos y, ocho meses después, hay dos arqueólogos y un ayudante que remueven lentamente la tierra para extraer la osamenta del mamífero milenario. “Tratamos de mantener en reserva este trabajo, pues enseguida se empieza a especular”, sostiene Daysi León, a cargo de la obra de ingeniería para la remoción del terreno de parte del INPC.

Precisamente para tener certezas sobre el hallazgo, el pasado 18 de junio el geólogo José Luis Sánchez y el biólogo especializado en paleontología José Luis Román acudieron al sitio para determinar datos técnicos del fósil.

En una jornada de medio día tomaron muestras. Recogieron los primeros huesos, extrajeron el agua de alrededor y removieron la tierra. Ya en la tarde, con los resultados previos, los datos arrojaron que, al contrario de lo que se anunció, se trataba de un mastodonte, una ejemplar antecesor del elefante moderno.
Para ponerlo en palabras científicas era un Stegomastodon waringi. Sobre la superficie del sitio de excavación, hasta la semana anterior, se observaba solo la mandíbula del animal de 3 m de alto.

La investigación de los restos está a cargo del INPC Regional 5, aunque le corresponde a la Regional 4.

Esto sucedió porque el hallazgo se hizo cuando el INPC antes se dividía por 4 regiones (Costa, Sierra, Oriente y Galápagos); ahora esto corresponde a la sección que se maneja desde Manabí (Regional 4), ente que controla también Santo Domingo de los Tsáchilas y la región Insular.

Alfredo Moreira, director del INPC Regional 4, dice que los restos, una vez que se hagan los análisis pertinentes, se quedarán a cargo de la oficina patrimonial de Manabí. Al momento ya están bajo el control de INPC matriz y la Regional 5 que dirige Jean Paul Demera.

Román, quien labora para la Escuela Politécnica Nacional de la capital, continúa estos análisis sobre los restos del animal. La primera recomendación fue colocar consolidante (adhesivo usado para la restauración ósea) sobre los huesos una vez que se extrajeran del sitio donde están incrustados. “Con ello se evitará la degradación, porque en el sitio hay filtración de agua y los vuelve (los huesos) sensibles”, dice el experto.

FOTOS: AMAURY MARTÍNEZ /para El Telégrafo

La mandíbula fue el elemento que encontró Galo Rivadeneira cuando pretendía construir un pozo para los cultivos de su hacienda.

En el país, con el hallazgo de San Vicente, hay tres fósiles intactos. Uno en Quito, en el Museo de Ciencias Naturales (sitio en reciente remodelación); y el otro en la provincia de Santa Elena, en el museo de la Universidad Politécnica de Santa Elena (UPSE).

La siguiente precisión a la que llegó Román es la edad del los restos. El experto dice que se calcula entre los 20.000 años. Esto lo dice en basado en los estratos geológicos (capas de tierra).

No obstante, precisa que, “para conocer la edad más exacta, se deben realizar estudios de Radioisótopos (análisis químicos) en los fósiles”.

De este modo en la era cuaternaria el hallazgo correspondería al período del pleistoceno superior del Ecuador (entre 10.000 - 20.000 años antes del presente).

Durante las excavaciones en busca de los demás huesos, el geólogo Sánchez vio que la capa que circundaba al esqueleto es de arcilla arenosa. Esto, para el arqueólogo Eduardo Amén, permitió una buena conservación de los restos.

Tanto para Amén como para Román, el estado del fósil permitirá conocer el medio ambiente del animal.

Incluso, -dicen los expertos- es posible que los restos fecales del fósil puedan estar intactos.

“Encontrar un coprolito (heces fosilizadas) ayuda más que nada a conocer el tipo de alimentacion de las especies, además de algunos grupos de plantas y otros organismos presentes al mismo tiempo que esa especie”, dice Román.

FOTOS: AMAURY MARTÍNEZ /para El Telégrafo

Los técnicos y trabajadores removieron 30 metros cúbicos de tierra en forma piramidal para extraer el esqueleto del fósil.

Estos y posteriores estudios permitirán determinar otros aspectos “acerca de los organismos que vivieron en épocas pasadas en esta parte del planeta, su forma de vida y las condiciones climáticas de los lugares en los que vivieron, es decir los paleoambientes, y compararlos con los actuales”, agrega el biólogo quiteño.

Luego de retirar los huesos del subsuelo los procesos que se desarrollarán son análisis anatómicos, morfológicos, tafonómicos (todo el proceso desde la muerte del animal, hasta el día de su hallazgo), si es posible análisis químicos para conocer mejor la edad abosoluta del mastodonte.

Demera explica que, aunque están bajo su jurisdicción los trabajos, las demás regionales del INPC apoyan. Al momento está a la espera de los análisis que tienen que configurar Sánchez y Román.

En tanto, aunque hay una cierta protección del espacio de la hacienda de Galo Rivadeneira, los turistas y curiosos siguen frecuentando el lugar señala Demera. Pese a que la autoridad explica que la Policía hace lo posible por impedir el paso a la gente, en ratos la situación no se controla.

Moreira advierte que los restos que aún están por extraer del subsuelo no deben tener contacto más que con expertos, de lo contrario se pondrían en peligro las osamentas y, con ello, la veracidad de datos. Hasta entonces las investigaciones sobre el Stegomastodon waringi siguen.

Fuente: telegrafo.com.ec

sábado, 27 de junio de 2009

El Centro de Interpretación del Yacimiento de Quibas dará a conocer cómo era la vida en la Región hace 1,3 millones de años,


La actuación de enmarca en el Plan de Intervención en el Patrimonio Paleontológico cuyos objetivos son la conservación y difusión de yacimientos y colecciones de fósiles murcianos

El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Enrique Ujaldón, inauguró esta mañana el Centro de Interpretación del Yacimiento Paleontológico de la Sierra de Quibas. ubicado en las dependencias municipales del Auditorio de Abanilla. Enrique Ujaldón estuvo acompañado del alcalde del municipio, Fernando Molina, y el director de Investigación del Yacimiento, Miguel Ángel Mancheño.

La actuación se enmarca en el Plan de Intervención en el Patrimonio Paleontológico de la Región de Murcia, cuyos objetivos son la conservación y difusión de yacimientos y colecciones de fósiles murcianos, y servirá para conocer “la evolución de la naturaleza y de la vida en el sur de la península durante el Pleistoceno” a través de un yacimiento “excepcional” como el de Quibas, señaló el director general.

La nueva instalación transmitirá al visitante “de forma amena y didáctica”, a través de paneles informativos y animaciones audiovisuales, los avances obtenidos en las últimas campañas de excavación. Además, el centro cuenta con algunos de los fósiles más significativos hallados en el yacimiento.

Ujaldón recordó también que la Comunidad Autónoma “está trabando en poner en marcha un gran Centro de Paleontología y de la Evolución Humana, donde irán parte de los restos encontrados en Quibas”. Desde la Consejería de Cultura se pretende, de esta manera, “descentralizar estos recursos facilitando el acceso de los ciudadanos a los bienes que integran este patrimonio, proporcionando al visitante una adecuada orientación e interpretación”, añadió.

El centro dará a conocer la historia del yacimiento, su contexto geológico, la estructura del proyecto científico y su equipo, así como la presentación de las especies de mamíferos más significativas identificadas hasta el momento.

El yacimiento ha proporcionado fósiles de más de 60 especies distintas entre vertebrados e invertebrados, algunas de ellas con un registro fósil muy completo y abundante. De esta forma, Quibas se convierte en una referencia en el panorama europeo por la cantidad de restos de macacos hallados y fósiles de praeovibos (antepasado del buey). La mayoría de restos identificados corresponden a animales poco conocidos que habitaron el sureste peninsular al inicio del Pleistoceno, hace aproximadamente 1.300.000 años.

Mas informacion : quibas.es

Fuente:murcia.com

viernes, 26 de junio de 2009

“No somos capaces de investigar y publicar todos los fósiles que encontramos”

Teruel es tierra de dinosaurios. Así lo demuestran los más de 50 yacimientos que albergan los restos fósiles de estos animales milenarios en la provincia aragonesa. Pero para Luis Alcalá, director gerente de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis aún queda mucho por excavar. Uno de sus últimos trabajos, que se publica en el próximo número de la revista Estudios Geológicos, aporta nuevas claves sobre el dinosaurio carnívoro al que pudo pertenecer el diente de casi 10 cm hallado en Riodeva.

Todavía queda un mes para que terminen las excavaciones de este año, ¿qué esperáis encontrar?

Los huesos más relevantes del dinosaurio gigante Turiasaurus riodevensis que nos faltan son el cráneo, un fémur y vértebras de la cola. Nos gustaría completar los restos del estegosaurio y los del nuevo dinosaurio que ha aparecido a comienzos de la excavación, por ejemplo, una mandíbula con dientes para poderlo clasificar mucho mejor. Quedan pendientes también los fósiles del dinosaurio carnívoro de gran tamaño que debió de estar aquí. Aunque hayamos encontrado muchos restos, los individuos a los que pertenecen son sólo cuatro o cinco. Nos gustaría encontrar más restos, de 10 ó 12 dinosaurios por ejemplo, para reconstruir mejor el ecosistema de la época.

¿Cómo se reconstruyen esos paisajes?

Conocemos muy bien la geología de la zona y los medios sedimentarios. A la hora de hacer una reconstrucción, el público es a veces escéptico cuando reconstruimos unos paisajes, un ambiente, animales y plantas, a partir de huesos o restos fragmentarios. Muchas veces piensan que los paleontólogos tenemos mucha imaginación, pero la mayor parte de lo que vemos en esos dibujos o reconstrucciones está fundamentado. Si por ejemplo había un cauce fluvial, tiene que estar justificado por la geología. Si dibujamos un cocodrilo, tenemos que haber encontrado los restos de este animal, y si dibujamos dinosaurios de unas determinadas características, es porque hemos encontrado los fósiles.

¿Cuáles eran las condiciones geológicas para que los huesos de los dinosaurios se fosilizaran?

En Teruel hay sedimentos y rocas de la época en la que vivieron los dinosaurios que se depositaron en momentos en los que esa parte de la provincia era continental. Como los dinosaurios eran animales terrestres, el requisito esencial es tener rocas terrestres con fósiles del periodo en el que éstos vivieron. Esto se cumple en varias zonas de la provincia de Teruel, en especial en el tránsito entre el Jurásico y el Cretácico y en el Cretácico inferior. En ese periodo de tiempo prolongado había también sedimentos que han permitido la fosilización de los restos. Además, la provincia tiene un relieve bastante abrupto, con muchas montañas y valles y poca vegetación, por lo que accedemos visualmente a los sedimentos de distintas edades geológicas y es fácil encontrar fósiles.

A los dinosaurios les gustaba la provincia de Teruel, ¿cómo era hace millones de años?

En aquel momento, todas las sierras de Javalambre, de Gúdar, Albarracín, entre otras, no existían como tales y estas zonas tenían el mar mucho más cerca. En algunos momentos, el mar llegó a atravesar toda la península hasta lo que en la actualidad es el Mar Cantábrico. En el Surco de Soria (de Valencia, a Teruel, pasando por Soria hasta el Cantábrico) funcionaba, durante algunos periodos, un gran canal a través del cual se comunicaba el Mar de Tethys (germen del actual Mediterráneo) con el Océano Atlántico. Ese corredor en ocasiones se comunicaba y en otras sólo era un golfo que se cortaba hacia la mitad de la península. En la zona en la que vivían los dinosaurios que encontramos ahora, la línea de costa estaba mucho más cerca, el relieve era mucho más plano (parecido a las marismas), había ríos que desembocaban en ese mar, la vegetación era muy abundante y de tipo tropical, el clima mucho más cálido, etc. Una vez muertos, los huesos de los dinosaurios quedaban atrapados en los fangos y arenas aportados por las avenidas de los ríos, donde pudieron fosilizar al quedar cubiertos por sedimentos.

¿Qué se hace con los fósiles que encontráis?

Se llevan al laboratorio donde se preparan para su estudio o exposición. En el caso del dinosaurio gigante de Riodeva se puso en exposición incluso antes de estudiarlo. Si algunos huesos no tienen prioridad de exposición o investigación se documentan en la base de datos correspondiente y una vez almacenados, esperan su turno. La política que tenemos es: excavar todo lo que se pueda para tener una reserva de fósiles para exposiciones e investigación de cara al futuro, aunque no somos capaces de investigar y publicar todo lo que encontramos. Si en algún momento no encontráramos fósiles en las excavaciones, tendríamos una colección para seguir estudiando durante algunos años. Es una medida de prevención, además el laboratorio es el lugar de destino para investigadores de otros centros porque tenemos fósiles inéditos.

¿Cómo es la colaboración con otros científicos españoles y extranjeros?

La masa crítica de paleontólogos que trabajan en la Fundación nos permite hacer trabajos por nosotros mismos y establecer cooperaciones con otros grupos. Normalmente vienen personas de otras universidades o museos, y a su vez nosotros vamos a visitarles. Tenemos una excelente relación que se ha intensificado recientemente porque hemos coordinado el expediente que se ha presentado a la UNESCO para la posible inclusión de las pisadas de dinosaurios (icnitas) de la Península Ibérica en la lista de Patrimonio Mundial. El Gobierno de España presentó el expediente, en el que también participa el Gobierno de Portugal, preparado a través del Ministerio de Cultura y de seis Comunidades Autónomas, en enero de 2009

¿En qué consiste este expediente?

Para realizar el informe hemos colaborado con investigadores de toda España y Portugal, y en él hemos tenido que justificar la singularidad del bien a nivel mundial, compararlo con otros lugares del mundo, establecer la historia que cuentan los yacimientos, darle un contexto científico, presentar los planes de conservación y gestión, etc. Hemos valorado más de 200 yacimientos de la Península Ibérica de acuerdo a su interés científico, cultural, didáctico… En el dossier justificamos por qué las pisadas de dinosaurios son tan singulares. Conoceremos los resultados de la evaluación de la UNESCO en mayo de 2010.

¿Y cuál es la importancia de estas pisadas en un país como España?

En la época en la que se han registrado icnitas de dinosaurios, entre el Jurásico medio y el Cretácico terminal (hace entre unos 170 y 65 millones de años), la Península Ibérica era el centro del planeta. En el proceso durante el cual las masas continentales pasan de estar unidas (en un solo continente llamado Pangea) a fragmentarse y expandirse, la Península Ibérica es la zona de comunicación entre Europa y América, el hemisferio norte y África. Ocupa un punto singular. De ese periodo, España cuenta con un registro de pisadas de dinosaurios que nos permite conocer su evolución, la variación de sus tipos a lo largo del tiempo, y determinar tres zonas temporales y espaciales que caracterizan la evolución de los dinosaurios: Jurásico medio y superior, llamado la Costa de los dinosaurios (yacimientos de Portugal y Asturias); Cretácico inferior conocido como el Surco de Soria (yacimientos de La Rioja, Castilla-y-León, Aragón, y Valencia); y Cretácico superior que es el fin de los dinosaurios (yacimientos del Pirineo catalán). En otros sitios del mundo hay yacimientos de pisadas de dinosaurios incluso más importantes que los de España pero sólo muestran un momento concreto de su historia. Aquí se muestra casi toda su evolución.

¿Entonces España no es comparable a nivel paleontológico a ningún otro lugar del mundo?

Cada uno hace valer su singularidad. Pero en ningún otro sitio del mundo como la Península Ibérica tienes un registro continuo de 100 millones de años de pisadas de dinosaurio en sus yacimientos. Para la candidatura española de la UNESCO hemos hecho especial hincapié en que estas huellas cuentan una historia geológica, y en ese sentido no tiene rival.

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TERUEL Y LOS DINOSAURIOS

Desde que en junio de 2001 se inauguró el centro didáctico Dinópolis, un millón y medio de personas lo han visitado. Una cifra que contrasta con la densidad de población de la provincia de Teruel que es de unos 140.000 habitantes. El binomio dinosaurios-Teruel dio sus frutos como “elemento turístico con un hecho diferencial” creado por el Gobierno de Aragón. No hay duda de que los dinosaurios atraen, y mucho. Según Luis Alcalá, el director de cine Steven Spielberg y películas como Parque Jurásico son en parte responsables: el estadounidense aprovechó el tirón popular de los dinosaurios y “amplificó la ‘dinomanía’ de EE UU al resto del mundo”.

Pero en torno a Dinópolis y a los dinosaurios se organizan en Teruel multitud de actividades para escolares, profesores y sociedad en general, además de la celebración del Premio Internacional de Paleontología y el Día de la Geología. Los propios paleontólogos publican desde hace seis años una página semanal de Paleontología en la prensa local. “Todo esto hace que la implicación de la sociedad y el conocimiento de esta ciencia en Teruel estén muy por encima de la media nacional. Aquí la gente sabe mucho más de Paleontología porque la tiene al alcance de la mano”, apunta Alcalá. Una de las consecuencias es que todos los niños y niñas turolenses quieren ser paleontólogos, algo que según el investigador, “se pasa con la edad”. “Lo que queremos es que tengan aprecio por la Ciencia y la investigación”, concluye Alcalá. Con entusiasmo, dedicación y trabajo, es posible.

Fuente: SINC // Adeline Marcos / ellibrepensador.com

miércoles, 24 de junio de 2009

Fósil de elefante indonesio abre ventana al pasado


Científicos indonesios están reconstruyendo el esqueleto más grande y completo de un elefante prehistórico que se haya encontrado en zona tropical, en busca de indicios sobre el misterioso origen de su primo asiático moderno.

Científicos indonesios están reconstruyendo el esqueleto más grande y completo de un elefante prehistórico que se haya encontrado en zona tropical, en busca de indicios sobre el misterioso origen de su primo asiático moderno.

Se cree que el elefante quedó sumergido en arena movediza poco después de morir en el lecho de un río en Java hace unos 200.000 años. Sus huesos, conservados casi perfectamente, aparecieron en marzo al colapsar un arenal durante las lluvias del monzón.

El animal tenía unos cuatro metros de altura, cinco metros de largo y más de 10 toneladas de peso: dimensiones más cercanas a la del mamut lanudo del mismo período que a las del elefante asiático moderno.

Los fósiles son raros en los climas ecuatoriales húmedos y cálidos, porque la descomposición es muy rápida.

Tras un mes de excavaciones, un equipo de siete paleontólogos del Museo Geológico en Bandung, Java Occidental, envolvieron los huesos en yeso para el viaje a su laboratorio, donde se realizará la ardua tarea de reconstrucción.

"La forma de sus dientes indica que era un elefante muy primitivo", pero aparte de eso es muy poco lo que se ha podido verificar, dijo el paleontólogo Fachroel Aziz, jefe de los trabajos de reconstrucción.

Ahora se deben retirar los delicados huesos de sus moldes y unirlos en una estructura erecta estable, un proceso difícil y perjudicado por la falta de fondos, herramientas adecuadas y conocimientos especializados.

Gert van den Berg, investigador de la Universidad Wollongong de Australia, que participó en la excavación, dijo que se están realizando análisis para determinar la edad precisa y la especie, que ayudarán a determinar "cuando el elefante moderno evolucionó hasta convertirse en lo que es hoy".

Fuente:noticias.prodigy.msn.com

martes, 23 de junio de 2009

Hallan fósiles del ancestro más antiguo del elefante, Marruecos.


Los paleontólogos tienen la fina habilidad de identificar, aunque sea de una forma aproximada, especies animales a través de sus dientes. Es lo que ha ocurrido con unos nuevos molares hallados en Marruecos, que su descubridor, Emmanuel Gheerbrant, un asiduo ya en esos yacimientos (Sidi Chennane), ha descrito con soltura en el último número del 'PNAS' como los de un proboscídeo, grupo del que actualmente sólo queda un superviviente: el elefante, con sus tres especies.

Sin embargo, el registro fósil muestra que los proboscídeos fueron en su día un orden rico y muy diverso, cuyos ancestros más antiguos, los 'Phosphaterium', fueron datados en hace 55 millones de años. Ahora, el nuevo hallazgo de 'Eritherium azzouzorum', como ha sido bautizado el espécimen, suma cinco millones de años más a las raíces ancestrales del elefante.

Así, pues, se trata del proboscídeo más antiguo de los que se conocen, y también el más pequeño. Se cree que los mamíferos, en el origen de su radiación (hace 65-60 millones de años), tenían unos tamaños más bien pequeños.

La aparición de estos molares, junto con fragmentos de mandíbula y cráneo, obliga a recolocar en el mapa de la evolución -'atrasándolo' en cinco millones de años- el punto en el que se diversifican los ungulados, un superorden taxonómico que une evolutivamente a animales tan distintos como ballenas, manatíes, jirafas y caballos. Según explica a elmundo.es Pablo Páez, investigador científico del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), el hallazgo también permite a Gheerbrant, del Museo Nacional de Historia Natural de París (Francia), reforzar la teoría de que la separación y diversificación de los animales placentarios fue explosiva, es decir, ocurrida en muy poco tiempo. Dicha teoría sitúa tanto la separación entre los principales órdenes como la diversificación dentro de ellos en el evento K-T (Cretácico-Terciario, o más exactamente, Cretácico-Paleógeno), hace 65 millones de años.

Distintas teorías (como la de la 'mecha larga', que sitúa la separación entre órdenes de mamíferos en el mismo Cretácico, para diversificarse dentro de cada orden en el Cretácico-Paleógeno) coinciden en que la radiación de los mamíferos tuvo lugar a partir la extinción de los dinosaurios, los cuales, al desaparecer, dejaron nichos ecológicos vacíos que fueron rápidamente ocupados por los mamíferos, hasta entonces minoritarios.

Fuente: atravesdevenezuela.com

Hallada nueva especie de tortuga jurásica en Tailandia


Es una nueva especie del periodo jurásico con 150 millones de años de antigüedad

Los restos fósiles de una tortuga hallada en Tailandia han sido catalogados por los científicos como una nueva especie del periodo jurásico con 150 millones de años de antigüedad, informaron medios locales.

El ejemplar, dos piezas de unos 90 centímetros de ancho, fue descubierto en el 2005 por el Departamento de Recursos Minerales del Gobierno en la provincia de Mukdahan, situada a 450 kilómetros al noroeste de Bangkok.

El director del Museo Geológico Nacional, Varavudh Suteethorn, indicó que la nueva especie, bautizada como "basilochelyes macrobios", vivió durante el tiempo de los dinosaurios y es el antepasado de algunas de las tortugas del sudeste asiático.

Un grupo de científicos chinos han sido invitados por sus colegas tailandeses a estudiar el fósil de la tortuga, cuyo nombre en griego significa "larga vida al Rey", en honor del monarca de Tailandia, Bumibhol Adulyadej.

Hace años, el fósil de la segunda tortuga más longeva del mundo, la "progonochelyes", con 200 millones de años, fue encontrado en la provincia de Khon Kaen, también en el noroeste del país.

Fuente: eluniversal.com.mx

Otra excavación descubre más de 80 restos de dinosaurios en Cinctorres, Valencia, España.


El yacimiento de Anna suma ya el hallazgo de casi 700 huesos de animales prehistóricos

JOSEP DOMINGO ­Un grupo de paleontólogos dirigidos por Andrés Santos ha localizado en Cinctorres más de 80 piezas de restos de dinosaurio que vivieron en els Ports hace 115 millones de años, en el Cretácico Inferior. Se trata de huesos de diferente tamaño que se han excavado sobre una superfície de 80 metros cuadrados. Diez paleontólogos han trabajado para sumar estos huesos a los más de 600 que ya se han localizado en el yacimiento de Anna de la misma localidad. Algunos de estos restos, localizados en sucesivas campañas, han sido restaurados y pueden contemplarse en el museo de dinosaurios de Cinctorres.

Las sucesivas excavaciones han permitido distinguir cuatro de los seis tipos de dinosaurios que se han localizado en la comarca de els Ports. Dos de los dinosaurios descubiertos en Anna son carnívoros y otros dos herbívoros. Ahora, las piezas localizadas en esta campaña de excavaciones serán restauradas y, posteriormente, se procederá a su investigación científica. Este año, además, se han localizado dientes de cocodrilo que también aportan datos interesantes a la investigación.

Participación desde Holanda

Asimismo, en las investigaciones llevadas a cabo en la presente campaña, que se han desarrollado durante un mes, han participado geólogos llegados desde Holanda. Además del trabajo de análisis sobre la flora y la fauna de la época del Cretácico Inferior, un geólogo holandés, investigador de la Universidad de Vilnius (Lituania) ha trabajado sobre cómo eran las formaciones geológicas en la comarca hace 115 millones de años. Con los restos localizados se han podido restaurar tres esqueletos de dinosaurios.

Uno de ellos, el de un Iguanodon, se puede contemplar ya en el museo de dinosaurios del Palau dels Sant Joans. El resto de esqueletos se ubicarán en el museo a medida que se vaya ampliando. Además del esqueleto de Iguanodon se ha reproducido un Dromeosaurio y un Iphsilophodon

Fuente: levante-emv.com

Los dinosaurios argentinos conquistan Belgrado 200 millones de años después


Había en el mesozoico dinosaurios en la actual Serbia? Es aún un secreto y un desafío para los paleontólogos, pero Belgrado es ahora tierra prometida para esos animales que vivieron hace más de 200 millones de años en la Patagonia.

Una espectacular exposición de los gigantes de la Patagonia argentina parece como un cuento fantástico trasladado a la actualidad para mostrar cómo eran estos animales, en qué ambiente vivían, cómo era la Tierra en esa época tan remota, por qué desaparecieron y si tienen algún descendiente en el mundo animal.

La muestra ha sido organizada por el Museo serbio de Naturaleza y los expertos argentinos Grupo Cultural, con ayuda del Ministerio de Cultura de Serbia.

Se presentan 20 especies de dinosaurios, la mitad de ellos reconstruidos a tamaño natural, 40 ejemplares de partes de esqueletos, cráneos, nidos con huevos, réplicas de huellas y huesos.

Uno de los dinosaurios, "megaraptor namunhuaiqui", tiene su estreno mundial en Belgrado. Un carnívoro que impresiona por su enorme garra puntiaguda de unos 40 centímetros, que es uno de los hallazgos paleontológico más importantes.

Los dinosaurios eran el grupo de los animales más grandes que han existido en la Tierra y que se mantuvieron durante más de 180 millones de años en el mesozoico y sus épocas del triásico, jurásico y cretácico.

El escenario en el planeta era muy distinto al de hoy. Los continentes estaban unidos en una sola masa, con su parte meridional Gondwana. La región de la Patagonia estaba unida con África del Sur.

El doctor argentino de paleontología Jorge Calvo, uno de los autores de la exposición, explicó a Efe que el ambiente en que vivían los dinosaurios en Patagonia era una superficie plana con muchísimos bosques, un río de con meandros y grandes curvas y un clima cálido, templado y húmedo.

"Es como si pusiéramos dinosaurios en cualquier parque de hoy de cualquier ciudad. Había muchas angiopharmas, que son las plantas con flores. No había casi pinos ni araucarias", dijo Calvo.

En la Patagonia se han hecho grandes descubrimientos paleontológicos en las últimas décadas, y en muchos casos fueron rescatados esqueletos enteros conservados en estado óptimo.

Fueron encontrados gigantes como el "gigantosaurus carolini", especie endémica del continente sudamericano, considerado el dinosaurio carnívoro más grande del mundo, de 15 metros de largo y 8 toneladas.

O el herbívoro "rebbachisaurus tessonei"", de 17 metros, de cola y cuello muy largos, que era la comida preferida del gigantosaurus.

No todos los dinosaurios eran tan grandes y había especies del tamaño de un perro, un gato o una paloma.

También se ven en la muestra nidos de huevos que contribuyeron a conocer datos biológicos de esas criaturas y su reproducción.

Ninguna especie podía competir con los dinosaurios en su época y, aunque ya habían empezado a aparecer los primeros mamíferos diminutos, su evolución pudo progresar sólo tras la desaparición de aquellos que reinaron en ese período en la naturaleza.

Ningún ser humano pudo ver jamás a un dinosaurio vivo, ya que los primero homínidos aparecieron 60 millones de años después de su desaparición.

Desaparecieron posiblemente por alguna catástrofe natural, lo que recuerda al visitante de la exposición la fragilidad del equilibrio ecológico en el planeta y los efectos de su deterioro, que a veces depende del hombre, pero que otras veces están fuera de su alcance.

Según el especialista Calvo, hay varias teorías sobre la extinción de los dinosaurios, pero la que prevalece ahora entre los paleontólogos es que se debió al impacto de uno o varios meteoritos, en la península de Yucatán y en la India, "que oscureció la Tierra durante casi un año".

"Y con ello murieron los vegetales, luego los dinosaurios herbívoros y luego los carnívoros", declaró Calvo. "Sobrevivió sólo el 30 por ciento de las especies pequeñas", agregó.

El profesor Calvo aseguró, no obstante, que "los dinosaurios están viviendo hoy".

"Tenemos muchos representantes que son las aves. Hoy las aves se consideran dinosaurios", indicó.

En la exposición hay un pequeño sector sobre "Serbia en el tiempo de los dinosaurios", con ejemplares de fósiles del mesozoico de conchas y caracoles, ya que entonces esas tierras estaban bajo el mar.

Fuente: lostiempos.com

Dinosaurios coahuilenses invaden el DF, Mexico.


Un éxito, la exposición Museo del Desierto

Es tanto el éxito que ha logrado la exposición “Huellas de la Vida”, que el Museo del Desierto tiene instalada en el Zócalo capitalino, que ya la están pidiendo de Madrid y de varias de las principales ciudades de Europa, pero también ha sido solicitada en importantes ciudades del país, como Monterrey, Guadalajara, Nuevo Laredo y Chihuahua.

Entrevistado en medio del ajetreo que significa estar al pendiente de todo lo que necesita un montaje de 4 mil 650 metros cuadrados, el biólogo Arturo González, director del Museo del Desierto, comenta para VANGUARDIA el interés que ha despertado tanto en el extranjero como a nivel nacional, esta muestra que sigue asombrando a los habitantes de la Ciudad de México y puntos aledaños.

“Ya nos la pidieron para que esté en Madrid, y para que en su viaje a esa ciudad conozca cuatro o cinco ciudades más de Europa, y creemos que esto va a ser posible en la medida que nos vayamos poniendo de acuerdo con las autoridades de cada punto, pero también tenemos entre 10 y 12 invitaciones para montarla en Guadalajara, Monterrey, Nuevo Laredo y Chihuahua”, explicó el entrevistado.

“Estamos muy contentos, porque esto nos va a seguir ayudando a promover este patrimonio tan importante que tiene nuestro estado de Coahuila, ya que se trata de una exposición de 4 mil 650 metros, donde destacan 120 piezas originales que de alguna forma nos van dando cuenta cómo se fue pasando por todos estos periodos y eras que ha vivido nuestro planeta”, expresó.

El interés que despierta

Cuestionado sobre cuál es el punto medular para que esta exposición siga atrayendo a miles de capitalinos todos los días, no sólo el fin de semana, sino en cualquier día hábil, como ha sido constatado por VANGUARDIA, porque las filas inician a muy temprana hora y recibe visitantes durante todo el día, Arturo González nos explica:
“México no había tenido una necesidad de conocer su patrimonio paleontológico y por ello no sabíamos toda la riqueza que tenemos, ya que la arqueología había sido tan deslumbrante que no había dado tiempo a analizar estos patrimonios anteriores, todo lo que hubo antes que los humanos, y que son todas estas especies increíbles, como los fósiles y básicamente los dinosaurios”.

Expone que hace millones de años Coahuila tuvo una condición excepcionalmente extraordinaria, porque prácticamente de toda la superficie y territorio de México, Coahuila era la única parte emergida, y de ahí que se llamara “La Península de Coahuila”, de eso hace 70 y tantos millones de años, y esta condición del pasado ha logado que en Coahuila tengamos una gran cantidad de fósiles, y que bueno, no se conocían, y que con motivo del “Año Internacional de Darwin” fue como surgió esta propuesta.

Riqueza milenaria

“La idea era mostrarle a nuestro país toda esa riqueza que tenemos, y que de alguna manera era desconocida por la mayoría de los mexicanos, y de ahí por esa ausencia de conocimientos en términos de la Paleontología, se ha convertido en un gran momento para la Ciudad de México, por eso los coahuilenses diseñamos y conceptualizamos esta muestra, para que pudiera estar aquí, y el éxito ha rebasado todas nuestras expectativas, porque tan sólo en las primeras semanas ya habíamos roto todos los récords de asistencia”.

2.5 millones de visitantes

Comenta que a poco más de 25 días de haber iniciado la exposición, suman más de 2.5 millones de personas, “y bueno, estamos muy contentos porque la mayoría de los visitantes son niños, y no se ha registrado un solo día que no haya habido cuando menos mil personas en la cola, lo que nos llena de orgullo, porque aquí lo que más se está promoviendo es la riqueza paleontológica de Coahuila, y de quienes han sido los líderes en este tema, que hemos sido los coahuilenses y los saltillenses de diferentes partes del mundo”.

Arturo González considera que la exposición “Huellas de la Vida - Un Viaje a la Historia de Nuestro Planeta”, va a colaborar de manera importante para que cada vez más gente en México se apasione de este tema, “porque esto va a abrir el conocimiento a las personas que van a querer estar estudiando estos patrimonios tan importantes, y estoy seguro que nuestro “Corredor Paleontológico de Coahuila”, llegará a ser tan importante como la Riviera Maya”.

“Nosotros —añade el destacado investigador— entre Cuatrociénegas, Parras de la Fuente y Saltillo, tenemos que construir y consolidar el “Corredor Paleontológico de Coahuila”, con la confianza de que será un éxito, tal como lo está demostrando la promoción que aquí se está dando a los espacios tan increíblemente interesantes con que contamos en nuestro estado”, aseguró.

Asegura que no es la única exposición itinerante en su tipo que existe en el mundo.

“hay otra similar a ésta y la tiene China, y en este momento la anda paseando por Europa, ya pasó por Estados Unidos también y es muy interesante, pero tiene sólo 16 esqueletos de dinosaurio, aquí tenemos 18, ellos hablan de las especies que habitaron China en el pasado, y nosotros hablamos de aquellos dinosaurios que habitaron Norteamérica en el pasado”.

“A diferencia de China que ha tenido apoyos impresionantes para llevar esa exposición, porque primero se debe investigar para luego publicar estos fósiles a nivel mundial, nosotros no hemos tenido un solo apoyo del Gobierno Federal para investigación, y todavía hace algunos años el Conacyt rechazaba nuestros proyectos, diciendo que en México no había habido dinosaurios, y nos preguntaban que ¿por qué queríamos investigar esto?, ahora sabemos que es una de las áreas menos conocidas”, considera el director del Mude.

Aportación coahuilense

“Si bien la exposición ha sido sumamente visitada, lo más exitoso es que los mexicanos estamos exponiendo a nivel mundial, las aportaciones que los coahuilenses hemos hecho al conocimiento de la vida, con esta riqueza que hoy tenemos instalada aquí en esta plancha del Zócalo y que tanta admiración ha causado a la gente del Distrito Federal”, expresa el entrevistado.

Arturo González asegura que se trata de un atractivo muy importante que todos deben venir a conocer, “y los coahuilenses debemos presumirla con amplio orgullo, porque el 90 por ciento de las piezas son de Coahuila”, aunque reconoció que también hay piezas de otros estados “como esos tiburones de 15 metros de Baja California, o el “Monstruo de Aramberri” de Nuevo León, en fin es una diversidad muy grande de piezas, pero las principales son de nosotros, de los coahuilenses”.

“Estamos seguros que Coahuila seguirá aportando más y más descubrimientos, y en los próximos meses se van a hacer anuncios importantes, porque vamos a presentar nuevas piezas de especies encontradas en nuestro estado, y que serán parte importante de las exposiciones del Museo del Desierto, y que nos va a permitir que nos sigan visitando, para continuar colaborando a construir e incrementar este conocimiento de la vida en el pasado, que es tan importante para que entendamos el futuro”.


Fuente: vanguardia.com.mx

lunes, 22 de junio de 2009

Los dinosaurios no eran tan grandes después de todo, Nueva Teoria.

Recreación de un 'Brontosaurus' de principios de siglo. | Charles R. Knight


La ciencia vive y avanza con el debate, y es común que, a medida que aumenta el conocimiento, se pongan en duda hasta las teorías más extendidas si éstas se basaron en métodos que se consideran anticuados. Cuando parece que la ciencia ha conquistado la realidad, viene la duda y la vuelve a convertir en una posibilidad poco probable.

Es lo que acaba de ocurrir con uno de los datos científicos más mitificados por el imaginario colectivo: el tamaño de los dinosaurios. Cierto es que los hubo de todos los tamaños y comportamientos, pero la imaginería fantástica ha tomado como predilectos aquellos reptiles casi monstruosos, de dimensiones descomunales e indiscriminada carnivoría.

Un modesto estudio publicado hoy en la revista británica 'Journal of Zoology' ha venido a romper el encanto. Según explica uno de sus autores, Gary Packard, de la Universidad Estatal de Colorado (EEUU), hay un sesgo en el modelo estadístico que los paleontólogos han utilizado en los últimos 25 años para medir el peso de animales gigantes extinguidos.

El resultado es que, en realidad, según las nuevas estimaciones de Packard y colegas, los grandes dinosaurios pesaban la mitad de lo que hasta ahora se ha considerado.

Es el caso del 'Apatosaurus' -cuyo alias efímero y técnicamente descartado, 'Brontosaurus', ha calado más que su nombre oficial-, el dinosaurio gigante pero manso y herbívoro, considerado torpe y tonto hasta que se demostró que no lo era tanto. Hasta ahora, nadie había puesto en duda su enorme tamaño, que apabulla a los visitantes del Gran Hall del Museo Peabody de Yale. Pero, según las nuevas estimaciones de Packard y colegas, su peso real sería de 18 toneladas en lugar de las 35 que se le atribuían.

Reconstrucción a partir de un fémur

¿Cómo se mide el tamaño y el peso de unos animales que desaparecieron, como tarde, hace 65 millones de años, y cuyos rastros están fragmentados? A excepción de ejemplares como el citado 'brontosaurio' (oficialmente apatosaurio) del Museo Peabody, uno de los esqueletos de saurópodos más completos de la paleontología, lo habitual es que se reconstruyan los animales a partir de fragmentos aislados de su cuerpo, como el fémur, el húmero, las vértebras o la pelvis.

Hasta ahora, la técnica más empleada para medir el peso de grandes animales era la escala. Tomemos como ejemplo un edificio construido sobre cuatro columnas. Éstas están fabricadas siempre con el mismo material. Si el edificio es pequeño, entonces pesa poco y las columnas son, probablemente, delgadas. El tamaño de cada pilar está relacionado con el tamaño del edificio. Es decir, el tamaño de los pilares se puede dibujar como una función matemática del tamaño del edificio.

Si el edificio es destruido pero permanecen las columnas, se puede medir el tamaño de estas últimas y estimar el peso de todo el edificio. Así es como se ha medido hasta ahora la masa de los dinosaurios. Los grandes huesos que soportan el peso, como son el fémur y el húmero, representan esas "columnas" que sostienen el cuerpo de estos gigantes reptiles. Los huesos son siempre del mismo material y tienen todos casi la misma forma, por lo que la escala de proporción utilizada ha sido la de la anatomía de los grandes mamíferos actuales.

Sin embargo, sólo con los ordenadores actuales ha sido posible detectar el sesgo. "El problema con la técnica empleada hasta para desarrollar una ecuación predictiva es que tiene un sesgo. Tiene que ver con la técnica (transformación logarítimica de datos) utilizada para establecer una relación lineal", expica a elmundo.es Geoffrey F. Birchard, del Departmento de Ciencias Ambientales de la Universidad George Mason (Virginia, EEUU), y uno de los autores del estudio.

Según Birchard, la técnica tradicional fue concebida en un momento en el que los ordenadores no tenían la potencia suficiente para enfrentarse a datos no lineales. "La transformación logarítmica altera profundamente la relación entre las variables de predicción y de respuesta", escriben los autores en su estudio. La ecuación, pues, había sido demasiado simplificada hasta ahora, al ser lineal. Este sesgo tiende a sobreestimar significativamente el peso de los grandes mamíferos estudiados. El error se amplifica cuanto mayor es el tamaño en juego. Por lo tanto, es fácilmente deducible, dicen los investigadores, que los grandes reptiles no eran tan grandes, después de todo.

Con todo, algunas especies de dinosaurios siguen siendo los animales terrestres más grandes que haya conocido el planeta. En el mar tenemos actualmente a la ballena azul, el animal más grande de todos los tiempos, con unas 180 toneladas de peso.

Fuente: elmundo.es

Describen el diente más grande de dinosaurio carnívoro de España

Interpretación de las marcas de mordisco en el ilion de Turiasaurus provocadas por el diente de dinosaurio carnívoro. Foto: FCPT-Dinópolis.

Investigadores de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis han comparado las características morfológicas de un diente de Allosauroidea hallado en un yacimiento de Riodeva (Teruel) con otros similares. Los paleontólogos concluyen que es el mayor diente de dinosaurio carnívoro encontrado hasta ahora en España.

La morfología y el tamaño del diente de 9,83 centímetros aportan claves esenciales para identificar al dueño del maxilar o dentario. Los investigadores no lo dudan: se trata de un gran dinosaurio carnívoro depredador (terópodo) del clado (una de las ramas del árbol filogenético) Allosauroidea, grupo que incluye a grandes dinosaurios carnívoros que podían medir de 6 a 15 metros.

“Ante la variabilidad existente entre los dientes de diferentes géneros de alosauroideos, es más prudente asignar este fósil a un Allosauroidea indeterminado”, explica a SINC Luis Alcalá, uno de los investigadores del estudio que se publica en el próximo número de Estudios Geológicos, y director gerente de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis.

El diente, hallado por vecinos de Riodeva (Teruel) en la Formación Villar del Arzobispo, se ha comparado con otros géneros del grupo Allosauroidea de la Península Ibérica; en concreto uno de mayor tamaño en Portugal (de 12,7 cm) y con uno de Allosauroidea indet en España, descrito hasta ahora como el mayor de España con 8,27 cm.

Hacia un registro faunístico de Riodeva completo

Para los paleontólogos, la “presencia de un Allosauroidea de grandes dimensiones completa el registro faunístico de dinosaurios descrito en la Formación Villar del Arzobispo de Riodeva”.

Hasta el momento, los grupos de dinosaurios comedores de plantas (fitófagos) conocidos en el yacimiento pertenecían a saurópodos, estegosaurios y ornitópodos basales (restos de dientes y una pata trasera completa). “Ahora los dinosaurios carnívoros también están representados, al menos por dos terópodos de mediano tamaño y por un depredador de gran porte del clado Allosauroidea”, añade Alcalá.

Los dinosaurios carnívoros mudaban sus dientes a lo largo de toda su vida, lo que aumenta la probabilidad de encontrarlos. En este caso, el estado de la corona del diente hallado (sin superficies de reabsorción) indica que es un diente no mudado. Los paleontólogos esperan encontrar los restos de este gran depredador que podría haber atacado al Turiasaurus riodevensis, el ‘gigante europeo’.

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Referencia bibliográfica:

R. Royo-Torres, A. Cobos, L. Alcalá. “Diente de un gran dinosaurio terópodo (Allosauroidea) de la Formación Villar del Arzobispo (Titónico-Berriasiense) de Riodeva (España)” Estudios Geológicos 65(1) enero-junio 2009.

Fuente: SINC / plataformasinc.es

domingo, 21 de junio de 2009

En Quito se estudia hallazgo paleontológico de San Vicente, Manabí, Ecuador.

Técnicos de la Escuela Politécnica Nacional y el INPC visitaron el lugar donde están los fósiles.

El 15 de junio habiamos publicadola noticia del hallazgo y hoy sobre el estado de la investigacion.

desde el viernes pasado se analizan en la Escuela Politécnica Nacional de Quito parte de los fósiles hallados en una hacienda del sitio La Unión, del cantón San Vicente, Manabí, para determinar qué especie extinguida es la que fue descubierta.

Lo que sí confirma José Luis Román, paleontólogo de dicho centro superior, es que el hallazgo es de gran importancia.

Román, junto a José Luis Sánchez y Deisy León, ambos del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), visitaron la hacienda de Galo Rivadeneira, en San Vicente (donde se produjo el hallazgo) y tras verificar el estado de los restos valoraron lo que efectuaron las personas que los antecedieron en las investigaciones, pues sectorizaron la zona y ampliaron el área de trabajo.

Dos medidas urgentes se han implementado como normas de precaución para que el área donde se hallaron los restos arqueológicos no se deteriore.

Una de ellas es la perforación en una área estratégica para retirar el agua acumulada cerca de los huesos encontrados, pues se divisa acumulación de líquido en el lugar; y la segunda, no se permitirá por el momento el acceso de curiosos con el afán de realizar turismo, ya que pondría en riesgo el sector.

“Es muy necesario que los huesos se sequen para poderlos consolidar, está aflorando el agua naturalmente y se está inundando la parte de los huesos.
Una vez consolidados se continuará con una excavación técnica que ayude a tomar datos para establecer la forma cómo murió el animal, qué le pasó en sí”, manifiesta Román.

Entre las primeras observaciones que detectó el paleontólogo está el hecho de que el animal fue arrastrado por el sedimento y se depositó sin sufrir mayores cambios. Por ello se requiere hacer excavaciones más técnicas para hacer una extracción lo más completa posible.

Se prevé que en estos días se conozcan los primeros informes acerca del hallazgo, “pues es necesario recuperar este bien patrimonial”, enfatizó.

En días pasados tras mediciones y excavaciones, Román determinó en un pronunciamiento preliminar que se trataría de un mega mamífero que data de unos 10.000 años y cuya masa corporal llegaba a las 4 toneladas, alcanzaba una altura de 3 metros y su cuerpo sobrepasaba los 5 metros de largo.

Según el grupo de técnicos, los restos pertenecerían a un mastodonte del género stegomostodon de la especie waringi, parecido al extinto Mamut y el actual elefante.

Trabajos

Mientras tanto, en la finca de Rivadeneira, el movimiento es intenso. Nunca pensó que al tratar de hacer un pozo en su propiedad, de 9 hectáreas, para extraer agua para su ganado iba a encontrar los restos fósiles.

Rivadeneira confiesa que luego del hallazgo se ha autoeducado sobre paleontología para explicar a sus allegados y visitantes sobre el hallazgo.

El agricultor reseña que en la zona de San Isidro, hace varios años personas del sector encontraron huevos de especies gigantes (del tamaño de un balón de indorfútbol) pero no le dieron importancia, por lo que los vendieron a cinco dólares.

Para llegar al sitio de las excavaciones hay que caminar unas lomas hasta que se llega a un valle, al que ahora se lo denomina ‘Valle de los dinosaurios’ por su parecido a la película Jurasic Park, señala Rivadeneira, quien en los últimos días recibe a muchas personas, entre curiosos, periodistas y científicos.

En el valle actualmente laboran dos volquetes y una retroexcavadora, que retiran la tierra en un área de 30 x 30 metros y a una profundidad de 10 metros, donde está lo que sería la mandíbula del fósil.

Fósil

Megaterio

Hace dos semanas los paleontólogos y arqueólogos que trabajan en la zona indicaron que los restos pertenecían a un megaterio (perezoso gigante), pero a medida que encontraron más vestigios y por la forma de los fósiles descaron que se trataba de esa especie.

Turismo

Luego que concluyan las excavaciones, el Consejo Provincial de Manabí prometió lastrar la vía de dos kilómetros, para que posteriormente los turistas y pobladores puedan acceder y salir con facilidad del lugar del hallazgo en el sitio La Unión, de San Vicente.

Fuente: eluniverso.com

sábado, 20 de junio de 2009

Dinosaurios de la Patagonia en Plaza Imperial, Bogotá , Colombia.


Llega a Bogotá una exposición que te transportará a la era prehistórica

Si quieres un encuentro cara a cara con un dinosaurio, entonces tienes una cita en el Centro Comercial Plaza Imperial.

Hasta el 20 de julio estará abierta al público la exhibición Dinosaurios de la Patagonia, una muestra de diez réplicas en tamaño real de algunos de los animales prehistóricos más imponentes encontrados en las cordilleras del Cono Sur del Continente.

Allí encontrarás especies como el el Giganotosaurus conciderado por los expertos como uno de los más grandes del planeta, el Piatnitzkysaurus qiue vivió en el periódo Jurásico, el Epachtosaurus, el Gasparinisaurus ó el Herrasaurus, algunos de ellos alcanzaron dimensiones de hasta 4 metros de altura y 16 de longitud y más de 225 millones de historia en el planeta.

Estos fósiles pertenecen a los períodos Triásico, Jurásico y Cretácico y llegan a Bogotá después de visitar países como España, Portugal, Austria, República Checa y Hamburgo . No son las especies más conocidas, por lo que se puede considerar como una muestra exótica de Dinosaurios.

No te pierdas la oportunidad de conocer de cerca algunos de los animales más fascinantes que alguna vez habitaron la tierra con esta muestra que llevará a todos los capitalinos por un viaje al pasado para aprender sobre estás especies que hacen parte fundamental de la historia de la humanidad .

Ya lo sabes, desde el próximo 20 de junio podrás disfrutar de una exhibición que combina lo mejor de la ciencia y la naturaleza.

Para los que estén interesados, el Centro Comercial Plaza Imperial tendrá visitas guiadas y actividades adicioneles todos los fines de semana entre el 20 de junio y el 22 de julio

Programación de Actividades

Visitas Guiadas por expertos de la Universidad Nacional y avalados por Ingeominas, a partir de las 4:00 p.m.

Elaboración de pizzas en forma de dinosaurios dirigida por chefs especializados

Talleres de dibujo ligados a la Exposición de Dinosaurios de la Patagonia.

Sesión de fotos con los dinosaurios de la Patagonia.

Fuente: planb.com.co

jueves, 18 de junio de 2009

Un dinosaurio 'cascanueces' con pico de loro; Gobi, China.

Cabeza de un loro y del "Psittacosaurus gobiensis"

El equipo del paleontólogo estadounidense Paul Sereno, de la Universidad de Chicago, ha descubierto una nueva especie de dinosaurio-loro, al que ha llamado 'Psittacosaurio gobiensis', por ser el desierto del Gobi, en Mongolia (China) donde ha dado con sus huesos. Sereno, especializado en este género, explica que la forma de su cráneo, recuperado casi totalmente, tiene estructuras muy similares a las de los loros vivos.

"Es la primera vez que se logra determinar la dieta concreta de un dinosaurio de este tipo, que en este caso era de nueces y semillas", explica Sereno en declaraciones a elmundo.es

El 'psittacusaurio fósil, del que se ha recuperado casi todo el esqueleto, fue encontrado en una formación rocosa de hace 110 millones de años en 2001, durante una expedición chino-norteamericana encaminada al hallazgo de nuevos dinosaurios.

Aunque son muchas las especies de este género que se conocen, los investigadores se sorprendieron del increíble estado de conservación del cráneo y la mandíbula, que sugieren que tuvo unos músculos muy fuertes y que mordía con energía. Por ello, y a que se han encontrado numerosas piedras grandes en su estómago, los investigadores, dirigidos por Paul Sereno, sugieren que estos psittacusaurios tuvieron una dieta en la que dominaban las semillas y los frutos secos.

José Luis Sanz, catedrático de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid y experto en dinosaurios, señala que este género de lagartos-loros son muy conocidos. "Todos se han encontrado en Asia. Tenían ese pico porque es una estructura muy versátil", señala Sanz.

De hecho, se conocen más de 400 especímenes de 'Psittacosaurus' de ocho (ahora nueve) especies diferentes. Se trataba de dinosaurios de pequeño tamaño, que andaban sobre dos patas y eran herbívoros. Con tantos ejemplares en los museos, de diferentes edades, resulta más fácil que en otros casos determinar cuando se trata de un animal no visto hasta ahora.
Análisis comparativo

Sereno, que publica sus resultados en la revista británica 'Proceedings of the Royal Society B', hizo su tesis sobre este género de pequeños dinosaurios, hace un análisis comparativo entre los otros especímenes hallados antes (algunos por él mismo) y su último descubrimiento, detectando diferencias en las formas de su cráneo y en sus mandíbulas. También lo compara con las aves actuales que tienen el pico-loro.

De hecho, Sereno destaca "el destacable paralelismo entre el cráneo de los loros y estos dinosaurios". Técnicamente, se trata de una especie interesante porque muestra una nueva forma de masticación, un estilo inusual que era un misterio hasta ahora.

Parte del estudio consistió también en analizar los restos fosilizados del estómago, los llamados grastrolitos, de lo que encontraron unos 50, de un diámetro de cinco milímetros, lo que indica que su dieta la componían frutos con cáscara o semillas con un alto contenido en fibra.

"El género 'Psittacosaurio' es excepcionalmente diverso en especies pero muy conservador en la estructura craneal, postcraneal y de sus dientes. Incluso hay evidencias de que convivían dos especies diferentes en la misma área, lo que sugiere que tenían una especialización grande en su dieta", señalan los investigadores.


Fuente: elmundo.es

miércoles, 17 de junio de 2009

Descubren un dinosaurio que explica la formación de las alas en los pájaros. Gobi, China.


Unos fósiles de un nuevo dinosaurio terópodo hallados por un grupo de científicos en China aportan una explicación lógica a la evolución experimentada por las aves y ayudan a entender cómo es posible que las "manos" de cinco dedos de los dinosaurios se convirtieran en alas.

La teoría de que los pájaros descienden de los terópodos ha sido comúnmente aceptada, pero todavía había incógnitas por despejar sobre su evolución hasta la aparición de los huesos del "eslabón perdido" entre unos y otros, un dinosaurio terópodo llamado "Limusaurus inextricabilis".

Los terópodos conocidos hasta ahora tenían cinco dedos en su mano, de los cuáles los tres primeros estaban más desarrollados que los otros dos.

Sin embargo, la observación de los embriones de las aves sugerían que éstas proceden de la evolución de los tres dedos centrales.

Los fósiles del "Limusaurus" -hallados en 2008 en el desierto de Gobi, al noroeste de China- tienen, al contrario que el resto de terópodos conocidos hasta ahora, el primer dedo sensiblemente más reducido y los tres centrales más desarrollados, lo que sí coincide con la evolución experimentada por las aves.

La investigación, publicada hoy por la revista "Nature", ha sido llevada a cabo por el profesor Xing Xu, del Instituto de Paleontología Vertebrada y Paleoantropología de Pekín (China), y el profesor James Clark, de la universidad George Washington (EEUU).

Los "Limusaurus" fueron unos dinosaurios picudos, pequeños y herbívoros, otro detalle, este último, que los diferencia de la mayoría de terópodos conocidos, como el "Tiranosaurio Rex", que eran carnívoros.

Los fósiles analizados apuntan a que vivió hace cerca de 160 millones de años, además de ser uno de los primeros miembros del grupo de terópodos conocido como ceratosaurios.

La creencia de que las aves proceden de los terópodos se debe a que estos dinosaurios se sostenían en sólo dos piernas y tenían tanto sus extremidades inferiores como la pelvis similares a los de los pájaros actuales.

Según los autores de este estudio, el hallazgo del "Limusaurus" demuestra que los dinosaurios del período jurásico eran más diversos de lo que se pensaba hasta ahora.

"Este nuevo animal es fascinante en sí mismo y puesto en el contexto de la evolución de las especies ofrece pruebas de cómo la mano de las aves evolucionó", señaló el profesor Clark.

Su colega, el profesor Xu Xing, subrayó: "Este descubrimiento es verdaderamente importante, ya que cambia lo que pensábamos que sabíamos acerca de la mano de los dinosaurios. Es increíble encontrar coincidencias entre los huesos de hace millones de años y moléculas de las aves

Fuente: adn.es

Hallados nuevos fósiles de grandes dinosaurios en Teruel, Aragon, España.

Recreación del dinosaurio gigante de Riodeva, Turiasaurus riodevensis

los paleontólogos han encontrado una vértebra gigante y la pata de un ornitópodo

A sólo tres semanas de haber empezado la campaña de este año de excavación en Riodeva (Teruel), el equipo de paleontólogos ha encontrado nuevos restos fósiles, y uno especial: una vértebra enorme. Aunque todavía sin confirmar, todo apunta que pertenece al dinosaurio gigante Turiasaurus riodevensis, hallado por primera vez en 2003 y ya considerado, con sus 35 metros de longitud, el de mayor tamaño de Europa.

Además, los investigadores han encontrado una pata trasera casi completa de un dinosaurio no registrado hasta ahora en el yacimiento. Los fósiles hallados en el yacimiento turolense ya están en el laboratorio para su preparación y posterior estudio. El procedimiento es lento, y hasta que la campaña de excavación no termine a finales de julio, los paleontólogos no empezarán a tratarlos. Según explican, "todo dependerá del número de huesos que se encuentren".

"Lo raro es que hayan salido tantas cosas desde que empezamos esta campaña", explica Luis Alcalá, director gerente de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis. Pero es "una gran noticia" para los paleontólogos, que esperan recuperar más huesos del gigante Turiasaurus riodevensis encontrado en 2003.

La vértebra de grandes dimensiones que acaban de encontrar "posiblemente sea de la cola del dinosaurio gigante, ya que ha aparecido cerca de los otros restos de Turiasaurus", apunta Alcalá. Para que los huesos no se deterioren en la extracción y el transporte, los fósiles se sacan en grandes bloques dentro de una matriz, por lo que los paleontólogos sólo han podido hacer una primera valoración.

Pero lo que ha supuesto una sorpresa para los científicos es el hallazgo de una pata trasera casi completa de un dinosaurio que hasta ahora no se había registrado en el yacimiento. Los restos encontrados no pertenecen a Turiasaurus, ni a un estegosaurio, ni a carnívoros pequeños ya encontrados en Riodeva. "Esta nueva pata corresponde a un dinosaurio del grupo de los ornitópodos, y habrá que ver cuál es", señala el director de la fundación.

Desde 2003, los investigadores han completado el 45% del esqueleto de Turiasaurus riodevensis, con restos de cuatro o cinco ejemplares. Faltan el cráneo, el fémur y la cola. Los últimos hallazgos estudiados se realizaron en agosto de 2007 en este mismo yacimiento, donde se recuperaron grandes huesos de la cadera (dos pubis de hasta 1,3 metros y dos iliones de la cintura pélvica).

En el laboratorio, los paleontólogos descubrieron que bajo estos huesos también se encontraba el pie izquierdo completo del dinosaurio con una uña de 30 centímetros de largo.

Fuente: elpais.com

lunes, 15 de junio de 2009

‘El fósil de La Unión sería del Pleistoceno’, Manabí, Ecuador.

El agricultor Galo Rivadeneira descubrió, hace seis meses, una osamenta de un animal gigantesco. Este puede pertenecer a la era del Pleistoceno.


Al interior del valle de San Isidro, en el norte de Manabí, 21 kilómetros al sureste de San Vicente, en el recinto La Unión, la vida de las 30 familias que habitan en el lugar ya no es la misma desde la semana pasada.

En lo profundo de la tierra, en la finca de nueve hectáreas del agricultor Galo Rivadeneira, yacen las osamentas casi intactas de lo que habría sido un herbívoro de la época de la megafauna del Pleistoceno. El hallazgo desencadenó el arribo de visitantes de todos los sitios de la provincia y del país.

El extenso valle está rodeado de altas paredes de granito, cubiertas de vegetación de bosque húmedo y seco tropical. El paradisíaco paisaje asemeja el perfecto lugar, el cual pudo haber sido el hogar de animales de grandes proporciones.

La propiedad de Rivadeneira se expande entre amplias lomas de mediana y baja pendiente, propias de estos parajes manabitas. En la parte baja están los raquíticos pastizales. El candente sol ha desteñido el verde del forraje y lo ha convertido en un manto amarillento. La necesidad de buscar agua para dar de beber a sus cinco reses obligó al temperamental agricultor a cavar desde fines de 2008 un pozo en busca del preciado líquido. A pico y pala, con la ayuda de dos adolescentes y su esposa, empezaron la dura tarea.

Era diciembre. No hubo fiestas de fin de año, la búsqueda de agua era más importante. Jornadas de 10 horas diarias eran la constante. Después de un mes de trabajo, el pozo de 1 metro y 60 centímetros en forma de un cuadrado estaba listo. El hueco le permitió llegar a los 10 metros de profundidad.

Rivadeneira enviaba la tierra en un balde plástico, su esposa jalaba una cuerda y subía el recipiente. Ella se dio cuenta de que no era tierra lo que había en el tacho, “son huesos lo que picas”, le dijo y hasta allí llegó el trabajo, recuerda el afanoso agricultor.

Cual un paleontólogo, el tosco Rivadeneira comenta sobre su hallazgo. “Se trataría de un megaterio, de más 12 000 años, estos animales creo que habitaban las zonas verdosas cercanas al mar”. Galo había leído documentación que le entregaron, el personal de la Subsecretaria de Patrimonio Cultural, el Municipio de

San Vicente y el Consejo Provincial. Estas entidades trabajan conjuntamente para desenterrar el esqueleto.

Una parte de lo que sería el maxilar superior, junto a huesos que conectarían con el cráneo, son visibles. Un trabajador acciona la retroexcavadora del Consejo Provincial. Abrió un boquete cuadrangular que termina en una especie de pirámide invertida. En el fondo está parte del esqueleto.

Manuel Andrade, un historiador de la zona y funcionario del Cabildo de San Vicente, cree que los huesos del animal corresponderían a la época del Pleistoceno, de unos 13 000 años antes de nuestra era la glacial.

Andrade dice que van al rescate de las osamentas, “el trabajo es arduo. Lo primero fue solicitar el apoyo del Consejo Provincial, sin la maquinaria adecuada no hubiésemos llegado a tener el área para desarrollar la tarea de quitar lentamente las capas de tierra donde quedó atrapado el mamífero milenario”. El sitio al parecer habría sido un bebedero de agua, las huellas de humedad a 12 metros son evidentes.

El historiador instó a la ciudadanía a que no visite la zona. Los huesos no tienen valor económico, pero sí histórico. “Está es una de tres osamentas que han
sido identificadas en la zona. Preferimos trabajar en esta, pues al parecer la estructura esquelética estaría completa”. La segunda y la tercera -explica Andrade- están a dos metros bajo tierra.

Hace 10 años, en la zona de río Mariano, residentes de San Isidro encontraron seis elementos que podrían ser huevos petrificados de dinosaurios.

Las investigaciones en el sitio

El tamaño de las osamentas dio la pauta a las autoridades de que se trataba de un animal prehistórico. En el futuro se harán más pruebas.

Una vez desenterrado el esqueleto se realizará el test de Carbono 14 para determinar una aproximación de los años en los cuales vivió en esta región de la Costa.

Actualmente, se realizan, en Estados Unidos, pruebas de los supuestos seis huevos petrificados de dinosaurios que se encontraron en río Mariano.

Ayer en el recinto La Unión hubo grupos de curiosos que querían ver la excavación. En esta semana se espera la visita de expertos de Quito y Guayaquil en la zona.


Fuente: elcomercio.com