jueves, 4 de junio de 2009

Los Precursores de la Explosión Cámbrica de la Vida


Un equipo de paleontólogos ha aportado nuevos y esclarecedores datos sobre uno de los misterios más persistentes de la vida en la Tierra: el origen de criaturas que aparecieron repentinamente en el registro fósil hace 530 millones de años, en un evento conocido como la Explosión Cámbrica.

En un trabajo que los llevó hasta Australia, los investigadores consideran que los microfósiles que previamente se creía que eran de algas, pueden en realidad ser de un tipo especializado de cápsula protectora de huevos, procedente de un animal precursor de esa explosión de vida.

La Explosión Cámbrica fue una época decisiva en la historia biológica de la Tierra. En un periodo de tiempo geológico relativamente breve, aparecieron por primera vez en el registro fósil animales de gran tamaño con caparazones duros. El evento también es conocido por la diversidad de vida que generó, incluyendo a casi todos los grandes grupos de animales actuales.

Los científicos han pasado muchos años desconcertados por la repentina aparición de estas complejas criaturas, debido a que tuvieron que haber evolucionado de precursores que parecen estar ausentes del registro fósil precámbrico.

El trabajo dirigido por Phoebe Cohen, con la colaboración de Andrew Knoll, ambos de la Universidad de Harvard, y de Robin Kodner de la Universidad de Washington, ofrece una reinterpretación de los microfósiles de la época inmediatamente anterior al Cámbrico, en el Período Ediacárico. Esta reinterpretación puede solucionar el misterio.

Los científicos saben desde hace tiempo que las rocas precámbricas poseen en abundancia unos fósiles microscópicos inusuales con caparazones duros, espinas, pelos y otros rasgos. Se pensaba que los fósiles eran simplemente de diferentes tipos de algas, de las cuales se sabe que abundaban en los mares precámbricos y muy diferentes de los animales como para ser la fuente de una repentina proliferación de vida animal.

Después de examinar cientos de muestras de estos fósiles, llamados acritarcos, y compararlos con las algas y con los huevos de crustáceos modernos o fosilizados, los investigadores han llegado a una conclusión diferente a la comúnmente aceptada. En vez de asemejarse a las algas, se parecen mucho a una clase especial de huevo de crustáceos modernos que es capaz de permanecer en estado "durmiente" durante años, en espera de condiciones favorables para que pueda completarse el proceso de desarrollo y la cría salga del cascarón.

Si ese es el caso, las criaturas que pusieron esos huevos serían animales pequeños, pero complejos, precursores potenciales de la rápida diversificación que después tuvo lugar.

Fuente: bolsonweb.com.ar

Mas informacion www.hispaseti.org/registro_geologico.php

No hay comentarios:

Publicar un comentario