Sin embargo, y en contra de lo que dicta el sentido común, los restos han sido relegados a un segundo plano por parte de las instituciones públicas desde que fue descubierto en 1990. Esto ha jugado en contra de la conservación de los fósiles, cada vez más agrietados y cubiertos de líquenes. Según explicó a ADN el coordinador del equipo que lleva 19 años investigando el yacimiento, Eduardo Mayoral, la importancia de los restos reside en que son macro fósiles únicos en el mundo, miden cerca de 90 cm. El tamaño de las medusas que conocemos hoy apenas alcanza los 20. Mayoral destacó "las excelentes condiciones" en las que han llegado hasta nuestros días "sobre todo porque hablamos de impresiones de cuerpos que son un 90% agua".
Sólo este año, y tras casi dos décadas de lucha, el equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha logrado que la Consejería de Medio Ambiente firme un convenio por el que se compromete a restaurar el yacimiento y limpiarlo para que sea visitable.
El descubridor
En 1990 un periodista merodeaba por el lugar. Los vecinos le habían dicho que había una zona de rocas con inscripciones prehistóricas, a la que llamaban la Piedra Escrita. Su hallazgo puso sobre aviso a geólogos andaluces y comenzó la investigación.
EL APUNTE
Esperan que en un año se abra al público
El coordinador Eduardo Mayoral espera que una vez ejecutado el convenio de conservación de los restos, el lugarse abra al público en un año como mucho. El acuerdo incluye la construcción de plataformas y techados contra los agentes meteorológicos
Fuente: adn.es
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