lunes, 4 de mayo de 2009

En una cañada hallan fósiles prehistóricos

A unos 45 kilómetros de Melo, en el lecho de una cañada que está sin agua debido a la sequía, encontraron los restos fósiles de un toxodonte y parte del caparazón de un gliptodonte.

Del toxodonte -un antecesor del rinoceronte-, además del cráneo de unos 70 centímetros y mandíbulas en forma de "pala", se logró hallar intactas costillas y vértebras del prehistórico animal. También fueron descubriendo grandes dientes, que se presumen son los incisivos superiores, arqueados y todavía sumamente fuertes, que incluso mantienen el brillo y la capa de esmalte. La parte anterior de la mandíbula tiene el aspecto de una gigante espátula.

El arqueólogo Marcos Sosa, que aún trabaja con mucho sacrificio en el lugar, sostuvo que "la extinción de estos animales sucedió hace aproximadamente 8.500 años. Los toxodontes eran animales muy similares a los actuales rinocerontes, se alimentaban de plantas y vivían normalmente en manadas". Y agregó que "son los fósiles de vertebrados más abundantes en esta zona de América y en la provincia de Buenos Aires"


Según explico Sosa: "Charles Darwin adquirió un cráneo en Colonia del Sacramento en el año 1833 a lugareños".

El miércoles de nochecita un empleado de Alecir Mello, propietario del campo donde se encontraron los fósiles, recorría la zona de Sarandí de Aceguá, cerca de Villa Noblía, en la frontera con Brasil. Buscaba la forma de aumentar el caudal de aguada para la hacienda y palear así la sequía. Primero encontró un largo fémur, luego la mandíbula del animal y por último un diente, que le llamó la atención por sus dimensiones.

Jaime Gómez, vecino del lugar, tomó contacto con autoridades departamentales para llevar un paleontólogo a la zona con las herramientas apropiadas para extraer las piezas.

Ayer, ni el Día de los Trabajadores detuvo las tareas que avanzaron de forma positiva, ya que hallaron un trozo de caparazón de gliptodonte de unos 20 centímetros de largo por 30 de ancho. Este animal es similar al actual tatú, aunque más grande. Tras más de 48 horas de trabajo quedan aún algunas piezas enterradas a unos 4 metros del nivel del suelo, en el lecho de la cañada. Es por eso que la Intendencia de Cerro Largo destinará una retroexacadora para que trabaje hoy en la zona, sobre todo en un barranco cercano al hallazgo. Se estima que la totalidad de las tareas demorarán 7 u 8 días.

Fuente: elpais.com.uy

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