El hombre se extinguirá igual que lo hicieron los dinosaurios hace 65 millones de años, aunque todavía se desconoce cuándo se producirá este fenómeno.
Para ello, la Paleontología es una herramienta fundamental de la historia de la vida, que puede ayudar a contextualizar este momento.
Así lo explicó a Europa Press el catedrático de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), José Luis Sanz, al tiempo que resaltó la importancia de contar con un registro fósil, que clasifica las distintas épocas de la Tierra o la formación del Universo.
En este contexto, destaca la extinciones en masa. A su juicio, éstas alteran el curso de la historia de la vida e implican que en un momento determinado desaparezcan secciones enteras de materia viva, como sucedió con los dinosaurios y a excepción de las aves actuales, "que son sus descendientes más directos".
"La Paleontología sirve para alimentar la curiosidad del intelecto humano. Para saber cómo ha sido la vida. Además, para situar un poco al hombre en la naturaleza e intentar dar información acerca de qué significa ser hombre", añadió el especialista.
De hecho, señala que numerosas extinciones han tenido lugar a lo largo de la historia de la vida y que todas las especies se extinguen. "Por lo tanto el hombre se extinguirá con certeza absoluta. No hay nada eterno aunque no se sabe cuándo sucederá esto. Como afirman los científicos el Universo es finito, de manera cuando se acabe nosotros acabaremos con él", puntualizó.
En este sentido, apuntó que no se conoce qué tendrá que suceder para que la especie humana desaparezca, aunque ya hay científicos que estudian todo tipo de escenarios para que se diera la extinción del hombre. "Por ejemplo, una pandemia mundial, que fuera más dura que la nueva gripe o catástrofes a nivel global, climáticas. Incluso hay gente seria que trabaja en una posible invasión extraterrestre", aclaró.
Finalmente, comentó que la paleontología puede aportar al intelecto de la humanidad del siglo XXI el concepto de 'deep time', que se opone a la mayoría de las propuestas que dicen que la Tierra tiene seis mil años de antigüedad. "En realidad no es así, porque estas primeras evidencias de fósiles tienen una edad de 3.800 millones de años, por lo que la Tierra tiene una antigüedad mayor de la que se pensaba", precisó.
"Todos leemos a menudo que alguien ha encontrado un fósil que es extraordinario por algo, se les da mucho eco a estos hallazgos porque es parte de la historia de la vida. Esta idea de que a la gente le interesa la historia de la vida está asociada a tres conceptos, la extinción, el tiempo asociado al espacio asociado, y nosotros, seres humanos, que somos parte de la naturaleza y actuamos en consecuencia. Por lo que tendremos que defenderla con uñas y dientes", concluyó.
Fuente: europapress.es
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