Sin duda alguna hablar de el eslabon perdido entre una especie y otra nos figura como un gran descubrimiento, pero encontrar el eslabones vinculados a el desarrollo del Hombre seria la panasea y el mas importante descubrimiento cientifico, por estos dias se esta publicando en diversos medios que se encontro el eslabon perdido, que seria el fosil apodado como "Ida" o "Darwinius masillae", la teoria de la evolucion desde mi punto de vista, dista mucho de pretender que el proceso de desarrollo de una especie, pueda ser seguida eslabon a eslabon en una cadena, sabemos que es mucho mas complejo que esto.
La evolucion se da y presenta en saltos evolutivo, por lo tanto los factores y antesesores pueden ser muy variados y no necesariamente encontrar enumerados como paginas de un libro, desde los antesesores hasta predecesores de una especie. El precepto por exelencia de la reflexion cientifica es el postergar el juicio y mesurar todo lo posible las afirmaciones absolutas.
pero bueno la informacion biene asi:
Descubren un fósil de un mono-lemur que los científicos consideran el "eslabón perdido" entre hombres y mamíferos
Un equipo de científicos descubrieron hoy al mundo el esqueleto fosilizado de un mono-lemur de 47 millones de años de antigüedad que podría convertirse en el eslabón perdido de la evolución humana. El fósil, al que han llamado 'Ida' fue presentado hoy en una rueda de prensa especial en Nueva York.
El descubrimiento del 95 por ciento del esqueleto de un mono-lemur ha sido descrito por los expertos como "la octava maravilla del mundo", y consideran que su impacto en el mundo de la paleontología será algo así como "un asteroide caído en la Tierra" al considerar que se ha completado la búsqueda de una conexión directa entre los humanos y el resto del reino animal que inició Charles Darwin hace 200 años con la 'Teoría de la Evolución'.
Así, el equipo investigador señalan a Ida como la prueba de la transición de las especies que inició Darwin a bordo del 'Beagle'. Según expresó sir David Attenborough al canal de televisión Sky News recogido por Europa Press, Darwin "se habría emocionado" de haber visto el fósil porque expresa lo que el ser humano es y de dónde procede.
"Esta pequeña criatura va a enseñarnos nuestra conexión con el resto de los mamíferos. Es el único que nos conecta directamente con ellos" --añadió--. Ahora la gente puede decir, de acuerdo, somos primates, enséñennos el vínculo. Ese nexo que decían que estaba perdido ya no lo está más".
El fósil de la mona Ida, de unos 53 centímetros de altura (1 ft,9 in), ha sido investigado en secreto durante los últimos dos años por un equipo internacional de expertos en fósiles dirigido por el profesor del Museo de Historia Natural de Noruega, Jorn Hurum. Después de ese tiempo fue trasladado a Nueva York bajo fuertes medidas de seguridad para ser revelado hoy al mundo durante el bicentenario del nacimiento de Darwin. Según se indicó, a finales de este mes se exhibirá durante un día en el Museo de Historia Natural de Londres, antes de regresar a Oslo.
Los científicos consideran que Ida --aplastado hasta el grosor de un posavasos-- es el fósil de primate más completo nunca encontrado. En concreto, Ida tiene en vez de garras uñas como las de los seres humanos y sus pulgares opuestos, lo que la sitúa en el inicio de la raíz de la evolución humana cuando los primeros primates desarrollaron características que después eventualmente les harían convertirse en lo que hoy es el hombre.
Asimismo, otro importante descubrimiento es la forma del hueso del talón de su pie, que los humanos tuvieron de la misma manera muchos años mas tarde. Ida fue desenterrada por un cazador de fósiles aficionado hace unos 25 años en Messel Pit, un antiguo cráter volcánico cerca de Frankfurt (Alemania), famoso por la cantidad de fósiles. El coleccionista que la encontró la limpió y la colocó en un poliéster de resina y la mantuvo colgada durante 20 años en la pared de su casa.
Este fósil es realmente parte de la historia de la evolución humana, de la parte más profunda de los anales del tiempo, de hace 47 millones de años, según los investigadores.
COLGADO EN UNA PARED DURANTE 20 AÑOS
Según Sky News el propietario no tenía idea de la importancia única del fósil y él simplemente lo contemplaba como a un cuadro. Sin embargo, en 2006, Ida llegó a las manos de un tratante privado, Thomas Perner, que se presentó con el fósil al profesor Hurum en la Feria anual de fósiles y de comercio de minerales de Hamburgo (Alemania). Al verlo por primera vez, el profesor Hurum exclamó que se trataba del "fósil más bello del mundo" y no pudo dormir durante dos días. Según se observa en una grabación de video casera del propio profesor, éste dice emocionado que "esto es algo que el mundo no ha visto nunca antes, un espécimen único, totalmente único".
Fue entonces cuando el tratante le pidió más de un millón de dólares por el fósil, diez veces más que la cantidad más alta pagada por un fósil en el mercado negro, según la cadena de noticias americana. Sin embargo, después de seis meses de negociaciones, el profesor logró recopilar el dinero en Noruega y se llevó a Ida a Oslo (Noruega).
Este experto en fósiles descubrió un monstruo marino de 50 pies de altura que se llamó Predator X en una isla de Noruega cercana al Polo Norte. Fue entonces cuando encajó "el dream team" de expertos que ha trabajado en secreto durante los últimos dos años.
El equipo incluye al paleontólogo doctor Jens Franzen y al doctor Holly Smith, de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), y al presidente electo de la Sociedad Paleontológica de Estados Unidos, Philip Gingerich.
De acuerdo a los estudios radiométricos de las rocas volcánicas de Messel, los expertos descubrieron que Ida vivió hace 47 millones de años en el periodo del Eoceno, cuando los bosques tropicales casi se juntaban con los polos y Suramérica estaba aún separado aún tenía que juntarse a Norteamérica.
Durante ese periodo surgieron las primeras ballenas, caballos, murciélagos y monos y los primeros primates se dividieron en dos grupos; uno de ellos vivió y se mantuvo como lemures, y el segundo evolucionó hacia los monos y después hasta los humanos.
Los investigadores han concluido que Ida no fue un simple lemur sino un "lemur mono", porque se encuentra a caballo entre ambos grupos y además se sitúa en la cercana línea hacia los humanos.
"Cuando Darwin publicó su 'Origen de las Especies' en 1859, dijo un montón sobre la transición de las especies, pero también que él nunca encontró especies de transición, por lo que toda su teoría entera podría haber sido incorrecta, por lo que él hoy estaría muy contento si viviera hoy cuando damos a conocer al mundo a Ida", concluyó el profesor Hurum.
Fuente: europapress.es
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"El eslabón ya no está perdido". Así introduce el científico y divulgador británico Sir David Attenborough el hallazgo de Ida, el espécimen de un primate fósil presentado ayer con gran fanfarria mediática en el Museo de Historia Natural de Nueva York como el ancestro común de humanos y simios, y sobre el que sus descubridores no escatiman grandilocuentes declaraciones.
"Es como encontrar el arca perdida para los arqueólogos", afirmaba ayer el coordinador del trabajo, Jorn Hurum, de la Universidad de Oslo, para luego rematar: "Este fósil será el que probablemente aparecerá retratado en todos los libros de texto durante los próximos 100 años". Paradójicamente, ni el estudio científico que reúne los detalles ni las primeras reacciones al hallazgo sostienen tan ambiciosas pretensiones.
Pero para llegar a Ida, es preciso comenzar por los antecedentes. Los expertos asumen que los primates evolucionaron hace unos 50 millones de años en dos ramas separadas, los estrepsirrinos y los haplorrinos. Los primeros, llamados de nariz húmeda, partirían de un grupo denominado adápidos, cuyos descendientes hoy incluyen a los lémures de Madagascar, los loris y los gálagos.
Los segundos, de nariz seca, engloban a unos pequeños animales arborícolas asiáticos de grandes ojos llamados tarseros. Respecto a monos, grandes simios y humanos, aún no encajan fácilmente en el esquema debido a los huecos en el registro fósil, pero su nariz seca tiende a situarlos en la segunda rama.
Y en esto apareció Ida. En 1983, unos cazadores de fósiles aficionados localizaron el ejemplar excepcionalmente bien conservado en el yacimiento de la caldera de Messel, cerca de Frankfurt (Alemania), una cantera abandonada calificada como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco por sus pizarras que guardan abundantes fósiles del Eoceno, entre 56 y 34 millones de años atrás.
Durante más de dos décadas, la pieza permaneció en manos privadas, hasta que en 2006, en una feria en Hamburgo, un tratante le mostró las fotografías a Hurum, quien supo que se encontraba ante un hallazgo "sensacional". "Pasé dos noches sin dormir pensando en este espécimen", relató. Tras pagar un precio que el diario británico The Guardian sitúa en torno al millón de dólares, Hurum congregó a lo que él define como un dream team de expertos, capitaneado por el director del Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan y uno de los principales especialistas de EEUU, Philip Gingerich. Tras el estudio, Ida inauguró una nueva especie, Darwinius masillae, en homenaje al bicentenario de Darwin y al lugar del hallazgo.
Acuerdos de confidencialidad
El estudio de Ida y su análisis científico han durado dos años hasta su divulgación ayer en la revista PLoS ONE, una publicación online de libre acceso que no pasa por ser una de las principales referencias en el mundo científico, pero que ofrece la oportunidad de difundir estudios exhaustivamente largos y detallados. Anteriormente, Gingerich había publicado en esta misma revista el descubrimiento de una presunta ballena arcaica en proceso de transición de la tierra al mar.
Durante estos dos años, Gingerich, Hurum y sus colaboradores han mantenido un secreto blindado que excede lo habitual en cualquier proyecto científico. Mientras se organizaba el circo mediático que finalmente estalló ayer y que mantendrá a Darwinius en los titulares durante un tiempo, las partes implicadas fueron obligadas a firmar acuerdos de confidencialidad.
El secreto se rompió el pasado fin de semana en el diario The Wall Street Journal. Gingerich declaraba al periodista de este medio que el nuevo espécimen, parecido a un primitivo lémur, es probablemente un antecesor común de monos, simios y humanos. En el artículo se anunciaba la divulgación de todos los detalles en el próximo artículo científico y en rueda de prensa que presidiría el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Por su parte, el dominical británico Mail Online anunciaba la inminente presentación del hallazgo en un documental de la BBC apadrinado por Attenborough.
Prudente escepticismo
Mientras, los rumores corrían por los blogs. En las revistas Nature y Science, los grandes templos de la ciencia, se acogía con prudente escepticismo una nota de prensa distribuida por el circo Darwinius, titulada Un hallazgo científico revolucionario que lo cambiará todo y a la que Science replicaba bajo la cabecera El titular científico más exagerado del mundo. En las horas previas, la televisión en EEUU difundía el eslogan Esto lo cambia todo, al tiempo que se exhibían imágenes de la llegada del hombre a la Luna y del asesinato de JFK. En otros medios se hablaba de la "piedra Rosetta de la evolución de los primates".
Por fin, la rueda de prensa y la liberación del estudio de PLoS ONE permitían ayer conocer los detalles. Ida, o Darwinius masillae, es un animal del tamaño de un mapache, una hembra que vivió hace unos 47 millones de años en el entonces bosque tropical del área de Messel y que murió en las aguas de la caldera. La extraordinaria preservación del 95% de su cuerpo muestra incluso el contorno de su piel y su último almuerzo vegetariano aún en su estómago.
El estudio aventura que se trata del "primate más completo conocido en el registro fósil". En el momento de su muerte, antes de cumplir un año, Ida aún conservaba los dientes de leche, como revelan los análisis de rayos X. Había crecido hasta un 60% de su peso adulto, que habría alcanzado unos 900 gramos.
El principal interés de Ida consiste en que se asemeja a los lémures, con el pulgar oponible característico de los primates, uñas en lugar de garras y una disposición de sus extremidades traseras que sugiere un principio de evolución hacia un futuro bipedalismo. Pero en cambio, carece de ciertos rasgos típicos de los actuales lémures, como el peine dental y la garra de aseo, dos estructuras que estos animales emplean para el cuidado de su pelaje.
Conexión con el resto de los mamíferos
Para los investigadores, aquí reside la clave de su clasificación provisional, que el estudio sitúa más cercana a los haplorrinos tarseros y quizá monos y humanos que a los estrepsirrinos o lémures. El texto sugiere que "podría representar un grupo base del que los primates antropoides luego evolucionaron, pero no abogamos por esto aquí", advierte, "ni consideramos a Darwinius un antropoide". Sin embargo, la mención insinúa la verdadera intención de los científicos, que en sus declaraciones a los medios ayer perdían el rigor desnudo de los datos.
Así, los autores del estudio especulaban con la posibilidad de que Darwinius ocupe un lugar temprano en la evolución de los primates, cuando un animal parecido a un lémur habría perdido el peine dental y la garra de aseo, inaugurando la rama de los primates que carecen de estas estructuras, en la que se situarían simios y humanos.
La posible relevancia de la especie en esta encrucijada del árbol de los mamíferos se explica en las palabras de Attenborough, que no ha participado en el estudio pero que será uno de los protagonistas de su divulgación mediática: "Esta pequeña criatura nos va a mostrar nuestra conexión con el resto de los mamíferos". Pero mientras Attenborough da el eslabón por encontrado, es de esperar que el escepticismo siga dominando las reacciones en torno a la pequeña Ida.
La evolucion se da y presenta en saltos evolutivo, por lo tanto los factores y antesesores pueden ser muy variados y no necesariamente encontrar enumerados como paginas de un libro, desde los antesesores hasta predecesores de una especie. El precepto por exelencia de la reflexion cientifica es el postergar el juicio y mesurar todo lo posible las afirmaciones absolutas.
pero bueno la informacion biene asi:
Descubren un fósil de un mono-lemur que los científicos consideran el "eslabón perdido" entre hombres y mamíferos
Un equipo de científicos descubrieron hoy al mundo el esqueleto fosilizado de un mono-lemur de 47 millones de años de antigüedad que podría convertirse en el eslabón perdido de la evolución humana. El fósil, al que han llamado 'Ida' fue presentado hoy en una rueda de prensa especial en Nueva York.
El descubrimiento del 95 por ciento del esqueleto de un mono-lemur ha sido descrito por los expertos como "la octava maravilla del mundo", y consideran que su impacto en el mundo de la paleontología será algo así como "un asteroide caído en la Tierra" al considerar que se ha completado la búsqueda de una conexión directa entre los humanos y el resto del reino animal que inició Charles Darwin hace 200 años con la 'Teoría de la Evolución'.
Así, el equipo investigador señalan a Ida como la prueba de la transición de las especies que inició Darwin a bordo del 'Beagle'. Según expresó sir David Attenborough al canal de televisión Sky News recogido por Europa Press, Darwin "se habría emocionado" de haber visto el fósil porque expresa lo que el ser humano es y de dónde procede.
"Esta pequeña criatura va a enseñarnos nuestra conexión con el resto de los mamíferos. Es el único que nos conecta directamente con ellos" --añadió--. Ahora la gente puede decir, de acuerdo, somos primates, enséñennos el vínculo. Ese nexo que decían que estaba perdido ya no lo está más".
El fósil de la mona Ida, de unos 53 centímetros de altura (1 ft,9 in), ha sido investigado en secreto durante los últimos dos años por un equipo internacional de expertos en fósiles dirigido por el profesor del Museo de Historia Natural de Noruega, Jorn Hurum. Después de ese tiempo fue trasladado a Nueva York bajo fuertes medidas de seguridad para ser revelado hoy al mundo durante el bicentenario del nacimiento de Darwin. Según se indicó, a finales de este mes se exhibirá durante un día en el Museo de Historia Natural de Londres, antes de regresar a Oslo.
Los científicos consideran que Ida --aplastado hasta el grosor de un posavasos-- es el fósil de primate más completo nunca encontrado. En concreto, Ida tiene en vez de garras uñas como las de los seres humanos y sus pulgares opuestos, lo que la sitúa en el inicio de la raíz de la evolución humana cuando los primeros primates desarrollaron características que después eventualmente les harían convertirse en lo que hoy es el hombre.
Asimismo, otro importante descubrimiento es la forma del hueso del talón de su pie, que los humanos tuvieron de la misma manera muchos años mas tarde. Ida fue desenterrada por un cazador de fósiles aficionado hace unos 25 años en Messel Pit, un antiguo cráter volcánico cerca de Frankfurt (Alemania), famoso por la cantidad de fósiles. El coleccionista que la encontró la limpió y la colocó en un poliéster de resina y la mantuvo colgada durante 20 años en la pared de su casa.
Este fósil es realmente parte de la historia de la evolución humana, de la parte más profunda de los anales del tiempo, de hace 47 millones de años, según los investigadores.
COLGADO EN UNA PARED DURANTE 20 AÑOS
Según Sky News el propietario no tenía idea de la importancia única del fósil y él simplemente lo contemplaba como a un cuadro. Sin embargo, en 2006, Ida llegó a las manos de un tratante privado, Thomas Perner, que se presentó con el fósil al profesor Hurum en la Feria anual de fósiles y de comercio de minerales de Hamburgo (Alemania). Al verlo por primera vez, el profesor Hurum exclamó que se trataba del "fósil más bello del mundo" y no pudo dormir durante dos días. Según se observa en una grabación de video casera del propio profesor, éste dice emocionado que "esto es algo que el mundo no ha visto nunca antes, un espécimen único, totalmente único".
Fue entonces cuando el tratante le pidió más de un millón de dólares por el fósil, diez veces más que la cantidad más alta pagada por un fósil en el mercado negro, según la cadena de noticias americana. Sin embargo, después de seis meses de negociaciones, el profesor logró recopilar el dinero en Noruega y se llevó a Ida a Oslo (Noruega).
Este experto en fósiles descubrió un monstruo marino de 50 pies de altura que se llamó Predator X en una isla de Noruega cercana al Polo Norte. Fue entonces cuando encajó "el dream team" de expertos que ha trabajado en secreto durante los últimos dos años.
El equipo incluye al paleontólogo doctor Jens Franzen y al doctor Holly Smith, de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), y al presidente electo de la Sociedad Paleontológica de Estados Unidos, Philip Gingerich.
De acuerdo a los estudios radiométricos de las rocas volcánicas de Messel, los expertos descubrieron que Ida vivió hace 47 millones de años en el periodo del Eoceno, cuando los bosques tropicales casi se juntaban con los polos y Suramérica estaba aún separado aún tenía que juntarse a Norteamérica.
Durante ese periodo surgieron las primeras ballenas, caballos, murciélagos y monos y los primeros primates se dividieron en dos grupos; uno de ellos vivió y se mantuvo como lemures, y el segundo evolucionó hacia los monos y después hasta los humanos.
Los investigadores han concluido que Ida no fue un simple lemur sino un "lemur mono", porque se encuentra a caballo entre ambos grupos y además se sitúa en la cercana línea hacia los humanos.
"Cuando Darwin publicó su 'Origen de las Especies' en 1859, dijo un montón sobre la transición de las especies, pero también que él nunca encontró especies de transición, por lo que toda su teoría entera podría haber sido incorrecta, por lo que él hoy estaría muy contento si viviera hoy cuando damos a conocer al mundo a Ida", concluyó el profesor Hurum.
Fuente: europapress.es
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El eslabón, ¿encontrado?
"El eslabón ya no está perdido". Así introduce el científico y divulgador británico Sir David Attenborough el hallazgo de Ida, el espécimen de un primate fósil presentado ayer con gran fanfarria mediática en el Museo de Historia Natural de Nueva York como el ancestro común de humanos y simios, y sobre el que sus descubridores no escatiman grandilocuentes declaraciones.
"Es como encontrar el arca perdida para los arqueólogos", afirmaba ayer el coordinador del trabajo, Jorn Hurum, de la Universidad de Oslo, para luego rematar: "Este fósil será el que probablemente aparecerá retratado en todos los libros de texto durante los próximos 100 años". Paradójicamente, ni el estudio científico que reúne los detalles ni las primeras reacciones al hallazgo sostienen tan ambiciosas pretensiones.
Pero para llegar a Ida, es preciso comenzar por los antecedentes. Los expertos asumen que los primates evolucionaron hace unos 50 millones de años en dos ramas separadas, los estrepsirrinos y los haplorrinos. Los primeros, llamados de nariz húmeda, partirían de un grupo denominado adápidos, cuyos descendientes hoy incluyen a los lémures de Madagascar, los loris y los gálagos.
Los segundos, de nariz seca, engloban a unos pequeños animales arborícolas asiáticos de grandes ojos llamados tarseros. Respecto a monos, grandes simios y humanos, aún no encajan fácilmente en el esquema debido a los huecos en el registro fósil, pero su nariz seca tiende a situarlos en la segunda rama.
Y en esto apareció Ida. En 1983, unos cazadores de fósiles aficionados localizaron el ejemplar excepcionalmente bien conservado en el yacimiento de la caldera de Messel, cerca de Frankfurt (Alemania), una cantera abandonada calificada como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco por sus pizarras que guardan abundantes fósiles del Eoceno, entre 56 y 34 millones de años atrás.
Durante más de dos décadas, la pieza permaneció en manos privadas, hasta que en 2006, en una feria en Hamburgo, un tratante le mostró las fotografías a Hurum, quien supo que se encontraba ante un hallazgo "sensacional". "Pasé dos noches sin dormir pensando en este espécimen", relató. Tras pagar un precio que el diario británico The Guardian sitúa en torno al millón de dólares, Hurum congregó a lo que él define como un dream team de expertos, capitaneado por el director del Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan y uno de los principales especialistas de EEUU, Philip Gingerich. Tras el estudio, Ida inauguró una nueva especie, Darwinius masillae, en homenaje al bicentenario de Darwin y al lugar del hallazgo.
Acuerdos de confidencialidad
El estudio de Ida y su análisis científico han durado dos años hasta su divulgación ayer en la revista PLoS ONE, una publicación online de libre acceso que no pasa por ser una de las principales referencias en el mundo científico, pero que ofrece la oportunidad de difundir estudios exhaustivamente largos y detallados. Anteriormente, Gingerich había publicado en esta misma revista el descubrimiento de una presunta ballena arcaica en proceso de transición de la tierra al mar.
Durante estos dos años, Gingerich, Hurum y sus colaboradores han mantenido un secreto blindado que excede lo habitual en cualquier proyecto científico. Mientras se organizaba el circo mediático que finalmente estalló ayer y que mantendrá a Darwinius en los titulares durante un tiempo, las partes implicadas fueron obligadas a firmar acuerdos de confidencialidad.
El secreto se rompió el pasado fin de semana en el diario The Wall Street Journal. Gingerich declaraba al periodista de este medio que el nuevo espécimen, parecido a un primitivo lémur, es probablemente un antecesor común de monos, simios y humanos. En el artículo se anunciaba la divulgación de todos los detalles en el próximo artículo científico y en rueda de prensa que presidiría el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Por su parte, el dominical británico Mail Online anunciaba la inminente presentación del hallazgo en un documental de la BBC apadrinado por Attenborough.
Prudente escepticismo
Mientras, los rumores corrían por los blogs. En las revistas Nature y Science, los grandes templos de la ciencia, se acogía con prudente escepticismo una nota de prensa distribuida por el circo Darwinius, titulada Un hallazgo científico revolucionario que lo cambiará todo y a la que Science replicaba bajo la cabecera El titular científico más exagerado del mundo. En las horas previas, la televisión en EEUU difundía el eslogan Esto lo cambia todo, al tiempo que se exhibían imágenes de la llegada del hombre a la Luna y del asesinato de JFK. En otros medios se hablaba de la "piedra Rosetta de la evolución de los primates".
Por fin, la rueda de prensa y la liberación del estudio de PLoS ONE permitían ayer conocer los detalles. Ida, o Darwinius masillae, es un animal del tamaño de un mapache, una hembra que vivió hace unos 47 millones de años en el entonces bosque tropical del área de Messel y que murió en las aguas de la caldera. La extraordinaria preservación del 95% de su cuerpo muestra incluso el contorno de su piel y su último almuerzo vegetariano aún en su estómago.
El estudio aventura que se trata del "primate más completo conocido en el registro fósil". En el momento de su muerte, antes de cumplir un año, Ida aún conservaba los dientes de leche, como revelan los análisis de rayos X. Había crecido hasta un 60% de su peso adulto, que habría alcanzado unos 900 gramos.
El principal interés de Ida consiste en que se asemeja a los lémures, con el pulgar oponible característico de los primates, uñas en lugar de garras y una disposición de sus extremidades traseras que sugiere un principio de evolución hacia un futuro bipedalismo. Pero en cambio, carece de ciertos rasgos típicos de los actuales lémures, como el peine dental y la garra de aseo, dos estructuras que estos animales emplean para el cuidado de su pelaje.
Conexión con el resto de los mamíferos
Para los investigadores, aquí reside la clave de su clasificación provisional, que el estudio sitúa más cercana a los haplorrinos tarseros y quizá monos y humanos que a los estrepsirrinos o lémures. El texto sugiere que "podría representar un grupo base del que los primates antropoides luego evolucionaron, pero no abogamos por esto aquí", advierte, "ni consideramos a Darwinius un antropoide". Sin embargo, la mención insinúa la verdadera intención de los científicos, que en sus declaraciones a los medios ayer perdían el rigor desnudo de los datos.
Así, los autores del estudio especulaban con la posibilidad de que Darwinius ocupe un lugar temprano en la evolución de los primates, cuando un animal parecido a un lémur habría perdido el peine dental y la garra de aseo, inaugurando la rama de los primates que carecen de estas estructuras, en la que se situarían simios y humanos.
La posible relevancia de la especie en esta encrucijada del árbol de los mamíferos se explica en las palabras de Attenborough, que no ha participado en el estudio pero que será uno de los protagonistas de su divulgación mediática: "Esta pequeña criatura nos va a mostrar nuestra conexión con el resto de los mamíferos". Pero mientras Attenborough da el eslabón por encontrado, es de esperar que el escepticismo siga dominando las reacciones en torno a la pequeña Ida.
Fuente: publico.es
asi que nuestro tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara ........................................tatara abuelo era un lemur jaa bueno habra q espera que tan cierto es esto ..
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