Los 'Ichthyostega', 'peces' tetrápodos, emergieron hace más de 365 millones de años
La cabecera de la serie de dibujos animados Érase una vez el hombre mostraba el largo viaje evolutivo desde el primer microorganismo que surgió en el planeta hasta el ser humano. El paso más sorprendente era la transformación de un pez en una especie de anfibio de cuatro patas capaz de salir del agua y conquistar la tierra. Aquel animal, el primer tetrápodo, era un Acanthostega, habitante de las marismas en el periodo Devónico, hace unos 365 millones de años. O, al menos, eso se creía hasta la fecha.
Científicos de las universidades de Cambridge (Reino Unido) y Upsala (Suecia) presentan hoy en Science un estudio que obliga a cambiar el árbol de la evolución. El primer explorador que se adentró en la tierra fue, en realidad, el Ichthyostega, otro tetrápodo hasta ahora considerado como un segundón en la transición entre los peces y los animales terrestres.
Los autores, coordinados por Viviane Callier, del Museo de Zoología de Cambridge, han analizado restos fósiles de ambos géneros animales hallados en Groenlandia y han observado que la posición de los huesos de la pata delantera de los Ichthyostega variaba gradualmente a medida que los individuos iban madurando.
El proceso pectoral, la parte del húmero en la que se insertan los músculos pectorales, se encuentra en la posición habitual de los tetrápodos -el borde anterior del hueso- en todos los Acanthostega estudiados y en los Ichthyostega más maduros.
Sin embargo, en los jóvenes individuos de este género animal el proceso pectoral se sitúa en un punto más central del hueso, como en los peces primitivos. Los Ichthyostega sería, por lo tanto, las criaturas de cuatro patas más parecidas a los vertebrados acuáticos.
Teoría de la Recapitulación
A juicio de los investigadores, este descubrimiento sugiere que los adultos pasaban más tiempo fuera del agua que los jóvenes, y este rasgo evocaría su historial evolutivo. Según la Teoría de la Recapitulación, propuesta por el biólogo alemán Ernst Haeckel en el siglo XIX, el desarrollo de un organismo, desde la concepción hasta la edad adulta, imita la evolución de toda la especie.
Según el estudio, los Ichthyostega, denigrados por los paleontólogos durante decenios, fueron los primeros tetrápodos que osaron emerger del agua. Y lo seguirán siendo hasta que nuevos fósiles alboroten de nuevo el árbol evolutivo.
Científicos de las universidades de Cambridge (Reino Unido) y Upsala (Suecia) presentan hoy en Science un estudio que obliga a cambiar el árbol de la evolución. El primer explorador que se adentró en la tierra fue, en realidad, el Ichthyostega, otro tetrápodo hasta ahora considerado como un segundón en la transición entre los peces y los animales terrestres.
Los autores, coordinados por Viviane Callier, del Museo de Zoología de Cambridge, han analizado restos fósiles de ambos géneros animales hallados en Groenlandia y han observado que la posición de los huesos de la pata delantera de los Ichthyostega variaba gradualmente a medida que los individuos iban madurando.
El proceso pectoral, la parte del húmero en la que se insertan los músculos pectorales, se encuentra en la posición habitual de los tetrápodos -el borde anterior del hueso- en todos los Acanthostega estudiados y en los Ichthyostega más maduros.
Sin embargo, en los jóvenes individuos de este género animal el proceso pectoral se sitúa en un punto más central del hueso, como en los peces primitivos. Los Ichthyostega sería, por lo tanto, las criaturas de cuatro patas más parecidas a los vertebrados acuáticos.
Teoría de la Recapitulación
A juicio de los investigadores, este descubrimiento sugiere que los adultos pasaban más tiempo fuera del agua que los jóvenes, y este rasgo evocaría su historial evolutivo. Según la Teoría de la Recapitulación, propuesta por el biólogo alemán Ernst Haeckel en el siglo XIX, el desarrollo de un organismo, desde la concepción hasta la edad adulta, imita la evolución de toda la especie.
Según el estudio, los Ichthyostega, denigrados por los paleontólogos durante decenios, fueron los primeros tetrápodos que osaron emerger del agua. Y lo seguirán siendo hasta que nuevos fósiles alboroten de nuevo el árbol evolutivo.
Fuente: publico.es
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