Nuevos hallazgos científicos realizados por el geólogo Robert Gastaldo del Colby College en Waterville, Maine, y sus colegas, ponen en tela de juicio unas teorías populares acerca de la extinción masiva más grande en la historia de la Tierra.
Decenas de millones de años antes de que los dinosaurios habitaran la Tierra, sus ancestros fueron eliminados casi todos en un evento catastrófico que se conoce como la Extinción Masiva del Período Pérmico. Este período tuvo lugar hace entre 299 y 252,6 millones de años.
El límite entre el Pérmico y el Triásico marcó el mayor evento de extinción en la historia de la Tierra, con pérdidas significativas de la biodiversidad tanto en la tierra como en los océanos.
Hasta la realización de este nuevo estudio, se creía que el evento estaba caracterizado por rocas exclusivas rastreables por todos los continentes del hemisferio sur. Las nociones sobre el impacto del evento en los animales y los vegetales de tierra firme se basan principalmente en evidencias obtenidas en la Cuenca de Karoo en Sudáfrica Central, donde fueron encontrados los mejores registros fósiles de ese período y donde Gastaldo y sus colaboradores han trabajado desde el 2003.
Análisis previos sobre evidencias en rocas efectuados por otros científicos trabajando en Sudáfrica, les permitieron plantear hipótesis de la naturaleza, el alcance y la cronología de la extinción masiva de los anfibios y reptiles prehistóricos.
Esos científicos afirmaron categóricamente que en la Cuenca de Karoo yace una única capa sedimentaria encima de los fósiles de los últimos reptiles del período Pérmico.
Esta capa ha sido denominada "la zona muerta" debido a la ausencia en ella de restos fósiles.
Se pensó que esta zona muerta estaba sincronizada en tiempo y espacio, señalando con precisión el evento por toda Sudáfrica e incluso tan lejos como la Antártida.
Gastaldo y sus colaboradores revelan ahora que han encontrado evidencias estratigráficas contradictorias en la Cuenca de Karoo.
Han descubierto que esta capa conocida como la zona muerta, o el lecho que registra el acontecimiento fulminante de la extinción, no se encuentra en todos los lugares en la misma posición física del terreno rocoso analizado como evidencia, ni siquiera en el entorno inmediato donde dicha capa fue descrita por primera vez.
Como tal, esto no es un indicador fiable de la extinción masiva de los animales terrestres.
En el espacio de un kilómetro, justo por el valle en el que está ubicado el punto donde fue descrita por primera vez, la capa aparece ocho metros más abajo.
Varios cientos de kilómetros más lejos, los fósiles de reptiles aparecen por encima de la capa en lugar de estar por debajo de ella, socavando aún más la credibilidad de la capa como señalizadora de la extinción masiva de animales al final del Pérmico.
Decenas de millones de años antes de que los dinosaurios habitaran la Tierra, sus ancestros fueron eliminados casi todos en un evento catastrófico que se conoce como la Extinción Masiva del Período Pérmico. Este período tuvo lugar hace entre 299 y 252,6 millones de años.
El límite entre el Pérmico y el Triásico marcó el mayor evento de extinción en la historia de la Tierra, con pérdidas significativas de la biodiversidad tanto en la tierra como en los océanos.
Hasta la realización de este nuevo estudio, se creía que el evento estaba caracterizado por rocas exclusivas rastreables por todos los continentes del hemisferio sur. Las nociones sobre el impacto del evento en los animales y los vegetales de tierra firme se basan principalmente en evidencias obtenidas en la Cuenca de Karoo en Sudáfrica Central, donde fueron encontrados los mejores registros fósiles de ese período y donde Gastaldo y sus colaboradores han trabajado desde el 2003.
Análisis previos sobre evidencias en rocas efectuados por otros científicos trabajando en Sudáfrica, les permitieron plantear hipótesis de la naturaleza, el alcance y la cronología de la extinción masiva de los anfibios y reptiles prehistóricos.
Esos científicos afirmaron categóricamente que en la Cuenca de Karoo yace una única capa sedimentaria encima de los fósiles de los últimos reptiles del período Pérmico.
Esta capa ha sido denominada "la zona muerta" debido a la ausencia en ella de restos fósiles.
Se pensó que esta zona muerta estaba sincronizada en tiempo y espacio, señalando con precisión el evento por toda Sudáfrica e incluso tan lejos como la Antártida.
Gastaldo y sus colaboradores revelan ahora que han encontrado evidencias estratigráficas contradictorias en la Cuenca de Karoo.
Han descubierto que esta capa conocida como la zona muerta, o el lecho que registra el acontecimiento fulminante de la extinción, no se encuentra en todos los lugares en la misma posición física del terreno rocoso analizado como evidencia, ni siquiera en el entorno inmediato donde dicha capa fue descrita por primera vez.
Como tal, esto no es un indicador fiable de la extinción masiva de los animales terrestres.
En el espacio de un kilómetro, justo por el valle en el que está ubicado el punto donde fue descrita por primera vez, la capa aparece ocho metros más abajo.
Varios cientos de kilómetros más lejos, los fósiles de reptiles aparecen por encima de la capa en lugar de estar por debajo de ella, socavando aún más la credibilidad de la capa como señalizadora de la extinción masiva de animales al final del Pérmico.
Información adicional en: Scitech News
Fuente: amazings.com
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