En este período continuó la elevación de cordilleras como los Pirineos, los Alpes y el Himalaya. La erosión favorecida por estas orogénesis originó sedimentos y depósitos de petróleo en zonas que eran cuencas marinas de poca profundidad. La temperatura era más baja que la actual y se originaron las masas de hielo en la Antártida.
Las plantas y los animales del Mioceno eran bastante modernos. El nombre de Mioceno procede del Griego y significa “menos nuevo” aludiendo a que presenta un 18% menos de invertebrados marinos modernos que el Plioceno. Los mamíferos y las aves estaban bien establecidos. Proliferaron las especies de mamíferos, entre ellos el rinoceronte, el gato, el camello y el caballo con las formas primitivas; entre estos están incluidos los grandes simios, que además de África, vivían en Asia y en el sur de Europa. En los mares, proliferaron ballenas y focas.
Los continentes continuaron la deriva hacia sus posiciones actuales. De las modernas características geológicas, sólo estaba ausente el puente terrestre entre Sudamérica y Norteamérica, aunque Sudamérica se estaba aproximando a la zona de subducción occidental en el Océano Pacífico, provocando tanto el aumento de los Andes como una extensión hacia el sur de la península mesoamericana.
La orogénesis continuó en el oeste de Norteamérica y Europa. Tanto los depósitos marinos como continentales del Mioceno son comunes en todo el mundo con abundantes afloramientos marinos cerca de las costas modernas. Exposiciones continentales bien estudiadas se encuentran en las Grandes Llanuras de los Estados Unidos y en Argentina.
La India continuó chocando con Asia, aumentando el Himalaya. La vía Tetis continuó disminuyendo y se cerró cuando África colisionó con Eurasia en la región turco-arábica hace entre 19 y 12 millones de años. El posterior levantamiento de las montañas en la región del Mediterráneo occidental y un descenso global del nivel del mar se combinaron para causar una desecación temporal del Mar Mediterráneo (conocida como la crisis salina del Mesiniense) cerca del final del Mioceno.
A principio del Mioceno, el clima se hizo más cálido después del gran enfiamiento del Oligoceno en el que se produjo la formación de la Corriente Circumpolar Antártica y la glaciación de la Antártica. Conforme transcurría el período, la tendencia mundial fue hacia una creciente aridez causada principalmente por el enfriamiento global que redujo la capacidad de la atmósfera para absorber humedad. La elevación de África oriental en el Mioceno Tardío fue en parte responsable de la disminución de las selvas tropicales en la región. Australia se hizo más seca, ya que entró en una zona de baja precipitación en el Mioceno Tardío. En la Antártida oriental había algunos glaciares durante el Mioceno temprano (hace 23-15 millones de años), pero hace alrededor de 15 millones de años la capa de hielo del hemisferio sur comenzó a crecer, produciéndose una reglaciación de la Antártica, tendencia que continuó hasta alcanzar su extensión actual.
Retrocedamos en el tiempo a los mares prehistoricos del Mioceno para conocer al mitico Carcharodon Megalodon (más conocido como Megalodon o ” tiburón blanco gigante “) y al Zygophyseter varolai, un cachalote prehistorico contemporaneo del Megalodon, tan poderoso y aterrador como el mismo Megalodon.
Fuente: portalhispanos.es / youtube.com
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