martes, 31 de marzo de 2009

Una clave en el estudio de dinosaurios herbívoros

Casi intactos. Los fósiles de los huesos del animal fueron encontrados, en su mayoría, en excelente estado de conservación. Un claro ejemplo es el cráneo, que los investigadores pudieron estudiar en detalle.

Adeopapposaurus, una clave en el estudio de dinosaurios herbívoros

Sus restos fósiles fueron hallados en Jáchal por la gente del Museo de Ciencias Naturales de la UNSJ.

¿Cómo fue que los pequeños dinosaurios carnívoros, de a lo sumo un metro y medio de largo, llegaron a convertirse en animales herbívoros gigantescos, con un peso equivalente a 20 elefantes? La respuesta, que implica el estudio de millones de años de evolución, acaba de dar con un punto clave. Se trata del Adeopapposaurus mognai, un dinosaurio de 200 millones de años de antigüedad cuyos restos fósiles encontró días atrás el equipo de paleontólogos del Museo de Ciencias Naturales de la UNSJ. El hallazgo se produjo en la localidad jachallera de Mogna y lo más valioso que tiene este animal es su pico, ya que agrega una nueva hipótesis a las teorías sobre su desarrollo.

Hasta ahora, lo que se manejaba en el campo científico de todo el mundo era que los sauropodomorfos habían llegado a ser herbívoros gigantes gracias a tres elementos evolutivos clave: el desarrollo de piedras en el estómago para triturar las fibras de los vegetales, los dientes adaptados para cortar esas fibras y el largo del cuello, que les permitía alcanzar las plantas más altas. De hecho, Adeopapposaurus significa "lagarto que come lejos" en latín, por su cuello tan largo. Y mognai hace referencia al lugar donde se lo encontró.

Lo que aporta este animal a lo que ya se sabía es la evidencia de que empezaba a desarrollar un pico, algo que más adelante fue fundamental para su alimentación. Y es justamente el modo de comer donde los paleontólogos ponen la lupa para entender los cambios en la morfología de los animales. El Adeo es un animal primitivo en su grupo, por eso se supone que a partir de él, los dinosaurios fueron desarrollando más aún el pico, para poder cortar tallos y ramas difíciles.

Según los científicos de la UNSJ, este pico fue clave para garantizar el éxito en la evolución y la expansión de estos dinosaurios, a diferencia de los que no desarrollaron pico largo.

Si bien dar con este fósil fue producto de una de las exhaustivas campañas de exploración que emprende todos los años el equipo del museo, contaron con la ventaja del excelente estado de conservación de los restos. Sobre todo los del cráneo. La forma de los maxilares permitió ver la "organización típica que se ve en un hueso cuando hay un ajuste de estructura córnea", explicó el paleontólogo Ricardo Martínez, al frente del hallazgo. El especialista dijo que la calidad de preservación de los huesos del Adeo es pocas veces vista en los restos fósiles de todo el mundo.

Gracias a eso, además, en el museo lograron reconstruir la imagen del animal y elaborar su corporización. Según la descripción de los investigadores, "era cuadrúpedo, de cuello largo y cráneo pequeño. Ocasionalmente podía levantarse y tripodar, es decir, levantar patas delanteras apoyándolas en un árbol mientras se equilibraba con los miembros posteriores y la cola sobre el suelo. Era una estrategia para llegar más alto y alcanzar los brotes tiernos en la parte superior. No fue un animal extremadamente grande. Pudo haber alcanzado unos cuatro o cinco metros de largo, entre ejemplares adultos. Es factible que haya vivido en manadas. De esto no hay prueba directa. Se supone porque es una estrategia común entre los herbívoros de gran tamaño".

Por otro lado, haber encontrado estos restos tan bien conservados en Mogna (y no en Ischigualasto, cuyo suelo corresponde a sedimentos del Triásico) también es importante porque Adeopapposaurus es el primer hallazgo de dinosaurios del Jurásico Inferior para toda Sudamérica y Mogna es el primer ejemplo de Jurásico en zona de precordillera. Por eso este descubrimiento e investigación del museo y de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSJ es fundamental para el mundo de la ciencia.

Fuente:DIEGO CASTILLO - DIARIO DE CUYO

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