Un estudio internacional demuestra que los eventos hipertérmicos de calentamiento global del Eoceno (hace entre 34 y 53 millones de años) tuvieron una duración más corta y una recuperación más rápida de lo que se creía. Los investigadores sugieren que el intercambio de carbono entre la atmósfera y el océano influyó en los eventos. Los hallazgos ayudarán a entender los ciclos carbónicos globales durante sucesos de calor extremo.
Durante el Eoceno se produjeron seis eventos hipertérmicos -ascensos globales de la temperatura dentro de un período de por sí caluroso-, que tuvieron una duración más corta y una recuperación más rápida que el Máximo térmico del Paleoceno-Eoceno (PETM, por sus siglas en inglés), -hace 53 millones de años-, el caso más extremo de calentamiento global de la historia.
Entre el Paleoceno –hace entre 53 y 65 millones de años- y el Eoceno, el PETM provocó un aumento de la temperatura de hasta 7ºC. Los científicos atribuyen estos cambios climáticos a una masiva emisión de gases de efecto invernadero almacenados en sedimentos de carbón en el océano.
“Se ha comparado el PETM con el actual calentamiento global causado por la quema de combustibles fósiles, por el rápido inicio del evento y la liberación de grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera de fuentes sedimentarias”, manifiesta Philip Sexton, uno de los autores del estudio e investigador en la Universidad Abierta (Reino Unido).
Los resultados, que se publican ahora en la revista Nature, muestran que las diferencias entre estos eventos se deben a la ventilación oceánica, es decir, al intercambio de carbón que se produce entre la atmosfera y el océano.
“Grandes cantidades de CO2 se liberaron de manera constante a la atmósfera por una mayor ventilación del interior de los océanos”, explica Philip Sexton, uno de los autores del estudio e investigador en la Universidad Abierta (Reino Unido).
“Cuando las condiciones lo permitieron, el CO2 fue retomado por el mar y permitió la rápida recuperación de estos eventos”, añade el experto. En el caso del PETM, los científicos creen que la exhumación natural del carbono de una reserva provocó un retraso en su redistribución entre el océano y la atmósfera.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores recrearon el clima del Eoceno a través de sedimentos del oeste tropical del Océano Atlántico, que corresponden con la transición entre el Eoceno temprano y medio. Los hallazgos del estudio ayudarán a entender los ciclos carbónicos globales en futuros sucesos de calor extremo.
Durante el Eoceno se produjeron seis eventos hipertérmicos -ascensos globales de la temperatura dentro de un período de por sí caluroso-, que tuvieron una duración más corta y una recuperación más rápida que el Máximo térmico del Paleoceno-Eoceno (PETM, por sus siglas en inglés), -hace 53 millones de años-, el caso más extremo de calentamiento global de la historia.
Entre el Paleoceno –hace entre 53 y 65 millones de años- y el Eoceno, el PETM provocó un aumento de la temperatura de hasta 7ºC. Los científicos atribuyen estos cambios climáticos a una masiva emisión de gases de efecto invernadero almacenados en sedimentos de carbón en el océano.
“Se ha comparado el PETM con el actual calentamiento global causado por la quema de combustibles fósiles, por el rápido inicio del evento y la liberación de grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera de fuentes sedimentarias”, manifiesta Philip Sexton, uno de los autores del estudio e investigador en la Universidad Abierta (Reino Unido).
Los resultados, que se publican ahora en la revista Nature, muestran que las diferencias entre estos eventos se deben a la ventilación oceánica, es decir, al intercambio de carbón que se produce entre la atmosfera y el océano.
“Grandes cantidades de CO2 se liberaron de manera constante a la atmósfera por una mayor ventilación del interior de los océanos”, explica Philip Sexton, uno de los autores del estudio e investigador en la Universidad Abierta (Reino Unido).
“Cuando las condiciones lo permitieron, el CO2 fue retomado por el mar y permitió la rápida recuperación de estos eventos”, añade el experto. En el caso del PETM, los científicos creen que la exhumación natural del carbono de una reserva provocó un retraso en su redistribución entre el océano y la atmósfera.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores recrearon el clima del Eoceno a través de sedimentos del oeste tropical del Océano Atlántico, que corresponden con la transición entre el Eoceno temprano y medio. Los hallazgos del estudio ayudarán a entender los ciclos carbónicos globales en futuros sucesos de calor extremo.
Fuente: noticiasdelaciencia.com /Foto: SINC
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