miércoles, 25 de agosto de 2010

Loma del Capiro, Cuba: La imagen del Limite Cretácico-Terciario (LKT)

El LKT es visible en las laderas de la Loma del Capiro.

Nuestra Loma del Capiro no solo es lugar histórico, vinculado a la Batalla de Santa Clara, mirador romántico de puestas de sol, o agradable lugar para hacer picnic con los amigos; sedimentos y restos contenidos en esta formación también conocida como Dos Hermanas, evidencian en Cuba, en Santa Clara, el límite que separa dos periodos geológicos, el Cretácico y el Terciario, conocido en el argot científico como (LKT), lo cual convierte a la mayor elevación de esta ciudad en testigo universal del tiempo.
Tal teoría es fundamentada por el Doctor en Geología Reinaldo Rojas Consuegra, Director del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba, quien, de conjunto con un equipo internacional, ha llevado a cabo una ardua labor de investigación.

Antes de adentrarnos en el tema, debe entenderse que el paso de una etapa geológica a otra generalmente es por efectos ambientales que con frecuencia implican cambios en la diversidad.

Rolando Cárdenas, doctor en Ciencias Físicas de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (UCLV) e investigador en Astrobiología, nos ilustra para comprender mejor el proceso que la historia geológica de La Tierra se divide en cuatro grandes etapas llamadas eones. Cada eón se divide en eras. Cada una de las eras en períodos, y cada período en épocas.

«Actualmente vivimos en el eón llamado Fanerozoico, que comenzó hace 542 millones de años con la llamada explosión de biodiversidad del periodo geológico conocido como Cámbrico. En este eón ha habido cinco extinciones masivas; la quinta fue la de los dinosaurios, y además, microfauna. Todo ello fue originado por un cambio climático global debido al impacto de un asteroide de diez kilómetros de diámetro.»

Un asteroide es un cuerpo astronómico de forma irregular (a diferencia de un planeta) que puede medir desde cientos de kilómetros hasta menos de un centímetro. Un meteorito es un asteroide con diez metros de diámetro o menos. Por eso lo que cayó en Yucatán y que muestra huellas en Santa Clara fue un asteroide que, se estima, tenía unos diez kilómetros de diámetro.


La velocidad típica de un asteroide de esta envergadura puede ser de 20km/s. La wnergía cinética (Ec) del impacto en tierra equivalió a la energía liberada por más de un centenar de bombas atómicas.

El golpe de este asteroide, que cayó hace 65 millones de años, provocó el surgimiento del Cráter de Chicxulub, (Yucatán), de 200 km de diámetro. En ese tiempo, los suelos de lo que luego sería la región central del archipiélago cubano estaban a aproximadamente a 500 km del lugar de impacto, por los continuos desplazamientos originados por las placas tectónicas y los movimientos telúricos asociados a estas.

Investigaciones y distintas hipótesis afirman que fue este choque el causante de la extinción de los grandes reptiles al producir variaciones notables en el ambiente, pues los asteroides de más de un kilómetro de diámetro originan cambio climático global si impactan en el planeta. Los de menos de 1 km originan cambios regionales.

El impacto del asteroide ocasionó maremotos que trajeron desde la región de Chicxulub, y por el antiguo Mar de Tetis, material sedimentario, restos geológicos y microfauna hasta la zona donde hoy se yergue la formación Dos Hermanas, conocida como Loma del Capiro. Esta zona de la región central, formaba parte de la plataforma marina. Excavaciones hechas en la zona así lo corroboran.

La investigación determinó que la proximidad de la Isla con el sitio de la colisión ocasionó que esta fuera receptora de todo el sedimento esparcido por el impacto, el cual fue depositándose por largos periodos de tiempo.

Por ejemplo: un grano de polvo de tamaño estándar tarda 11 días en caer de una altura de 3 metros. A 300 m de altura, este grano de polvo demora alrededor de casi tres años y medio en caer. Imagine ese grano de polvo esparcido por un choque de tal magnitud y flotando en el caos climático que trajo consigo el impacto.

Otros sedimentos, microestratos y hasta organismos fueron arrastrados por las marejadas del tsunami prehistórico y quedaron en la región varadas en su avance por las distintas formaciones que ahora se estudian; una de estas, la que atañe a la ciudad de Santa Clara.

Loma del Capiro fue la receptora de buena parte de estos sedimentos. Y propone una oportunidad casi única para examinar y encontrar un límite «tocable, apreciable, estudiable», según el conferenciante, así como una brecha basal o fragmentos con fósiles muy bien conservados.

«Uno de los lugares donde más conservada se encuentran estas muestras y este registro en el mundo es aquí; creo que vale la pena su conservación», comentó el Doctor Rojas Consuegra. Y es que este límite es tan tangible que usted puede tener un pie en el período Cretaceo y otro en el Paleoceno. O sea, con sus pies a un metro, y millones de años de diferencia.

El esquema geólogo estructural del afloramiento del límite KT en Loma Dos Hermanas describe y evidencia estratos del período llamado Paleógeno, seguidos de la brecha caótica y los deslizamientos submarinos sin sedimentarios.

«Según el Dr. Rojas, desde la línea del ferrocarril que pasa al sur de la formación hasta la zona comprendida por la investigación, hay suelos de probablemente unos cinco millones de años. Desde la vía férrea hasta un metro a la derecha del límite, probablemente, era un talud que fue derribado por los tsunamis y terremotos ocasionados por el impacto del asteroide», comenta Cárdenas mostrándonos el terreno.

Entre estos niveles aparecen microfauna, como los foraminíferos planctónicos estratificados, especies del período Paleoceno Daniano, seguidas por el llamado cóctel paleontológico del LKT junto a especies del Cretácico Maastrichtiano, el cual comprende la microfauna que fue pasando o extinguiéndose de un periodo a otro y se encuentra concentrada y fosilizada en el LKT, como si fuese un cóctel hecho a base de varios mariscos pescados en diferentes etapas y revueltos en la misma copa.

Escuchando a Reinaldo Rojas Consuegra, comprendimos directamente de este geólogo «contaminado de paleontología» el porqué las investigaciones del LKT en la Mayor de las Antillas, y la importancia de estos descubrimientos con fines educativos, patrimoniales o turísticos. «Un valor de Santa Clara que debe ser socializado» comentó el eminente astrónomo Oscar Álvarez, conocido por su habitual presencia en el programa televisivo Pasaje a lo desconocido.

El equipo trabaja este tema hace diez años y está integrado por investigadores españoles, japoneses y cubanos. Entre los ibéricos se encuentran sedimentólogos y microgeológos de la Universidad de Zaragoza. Por los nipones, especialistas de la Universidad de Tokio. Y entre los nacionales, el conocido Geólogo Dr. Manuel Iturralde Vinent del Museo Nacional de Historia Natural y su colega Rojas. También se adscriben al proyecto la Geóloga Dora García Delgado y la micropaleontóloga Consuelo Díaz Otero, ambas del Instituto de Geología y Paleontología.

No es la formación santaclareña el único punto investigado. A lo largo de occidente y hasta el centro del país cuatro más están siendo trabajadas. Son estas las formaciones de Cacarajícara y Moncada, al occidente; de Peñalver, en Matanzas, y la de Fomento, en Sancti Spíritus. No dudan los especialistas que otras serán encontradas a su paso de investigación por el resto de la Isla.

Por el valor científico que encierran las entrañas de la colina, se propone considerar la importancia del corte del LKT de este símbolo de la ciudad de Santa Clara, así como su conservación.

Es importante preservar este sitio por su bien conservada geodiversidad. De hecho, tanto el Dr. Rojas como su colega Oscar Álvarez coincidieron en que allí se pueden realizar tesis a todos los niveles, pues resulta una zona de la que aún hay mucho que aprender y que en pocos lugares del mundo se ve tan bien la transición LKT.

La Loma del Capiro «resulta un lugar más en el mundo testigo del suceso; es local, pero por su importancia es universal. Lo que hay ahí es de uso para la comunidad científica internacional», aseguró Rojas Consuegra al terminar su ponencia.

Titulo original del articulo: "Loma del Capiro, testigo universal del tiempo"Por: Héctor Darío Reyes

Fuente: vanguardia.co.cu / Imagen 1: Museo Nacional de Historia Natural, Cuba.

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