lunes, 30 de agosto de 2010

Hallan en Cehegín (Murcia) un molde fosilizado de un árbol del Pleistoceno de una antigüedad de 30.000 años


El geólogo aficionado y archivero municipal de Cehegín, Francisco Jesús Hidalgo, ha localizado en dicha localidad el molde fosilizado de un árbol del 'Pleistoceno', que puede tener una antigüedad probable de en torno a los 30.000 años, en una formación tobácea no muy lejana del casco urbano.

El árbol quedó cubierto por carbonato cálcico en una zona de manantiales que, posiblemente, se puede encuadrar cronológicamente en un interestadio dentro de la glaciación Würm, en la que había un clima templado y mucha abundancia de agua.

Las tobas se forman por precipitación del carbonato cálcico de las aguas subterráneas cuando afloran a la superficie, depositándose sobre la vegetación y creando estructuras, en ocasiones, de muchos metros de espesor.

En esta zona de tobas abundan los fósiles de hojas de árboles caducifolios, y también hay presencia de coníferas en los niveles medios, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

Se considera que tiene una antigüedad probable de en torno a los 30.000 años, aunque es posible que las fuentes que se encontraban allí, en momentos de mayor o menor abundancia de agua, perdurasen, al menos, hasta hace unos 8.000 o 10.000 años; periodo en que Cehegín era un "auténtico vergel con muchos afloramientos de agua de manantial".

Fuente: 20minutos.es

Hallan cráter que impactó en la Antártida Sería tres veces mayor que el cráter en Yucatán que extinguió a los dinosaurios

Huella colosal El cráter mediría 500 kilómetros de diámtro, provocado por un meteorito de 50 km

Científicos encontraron en la Antártida un cráter de 500 kilómetros de diámetro que se habría formado hace 250 millones de años. Lo habría formado el impacto de un objeto de 50 kilómetros.


Esta formación, detalla el diario ABC, está debajo de una gruesa capa de hielo de un kilómetro y fue captado por los satélites GRACE de la NASA y se localiza al este de la Antártida y debajo de Australia, en una región conocida como Tierra de Wilkes.

Pudiera ser que el enorme meteorito halla tenido qué ver con la ruptura del continente Gondwana, creando o acelarando la falla tectónica que entonces empujó Australia hacia el norte.

El impacto del meteorito habría causado una extinción en el Permico Triásico que hizo posible, años más tarde, el dominio de los dinosaurios por 80 millones de años.

Los reptiles se extinguieron por un fenómeno similar, cuando llegó el meteorito del cráter Chicxulub, de Yucatán.

"El impacto de Tierra de Wilkes -explica Ralph von Frese, profesor de Ciencias Geológicas en la Universidad Estatal de Ohio y uno de los descubridores del cráter- es mucho mayor que el que mató a los dinosaurios, y probablemente causó en aquella época daños catastróficos".

Fuente: eluniversal.com.mx

miércoles, 25 de agosto de 2010

El cráneo de rinoceronte hallado en el yacimiento de Príncipe Pío es único en el mundo


El cráneo de un rinoceronte "Hispanotherium matritense", de unos 15 millones de años, que fue hallado en las obras de remodelación del intercambiador de Príncipe Pío, constituye un fósil único en el mundo.

Una pequeña muestra de los más de 3.000 restos fósiles de vertebrados, aparecidos en el segundo sótano de la estación en octubre de 2006, ha sido inaugurada hoy por el vicepresidente regional y consejero de Cultura y Deporte de la Comunidad, Ignacio González.

El yacimiento, de mil metros cuadrados, constituye uno de los más importantes de la región tanto por su antigüedad, de entre 15,6 y 14,1 millones de años, como por la variedad de fauna encontrada.

Según ha explicado a Efe la directora de las excavaciones, Lara Roca, 40 personas tardaron mes y medio en sacar todo el material, en turnos de mañana y tarde, dada la urgencia en vaciar la zona para terminar las obras.

De ahí que hayan tenido que llevarse bloques enteros de sedimentos que actualmente llenan dos naves del almacén del Museo de Ciencias Naturales en Arganda y que se tardarán años en estudiar, han explicado hoy los especialistas en la sede del museo.

Se hallaron restos de más de veinte rinocerontes, incluida una mandíbula cuya réplica queda expuesta en el vestíbulo del intercambiador, y un cráneo completo que están estudiando paleontólogos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Este cráneo, con ocho muelas de entre 3 y 4 centímetros de lado, ha permitido determinar que estos animales carecían de cuerno, según indican los huesos nasales, ha explicado Jorge Morales, director de biopaleontología del museo.

El cemento de dentina acumulado en los valles de las muelas indica que la zona del intercambiador era, hace 15 millones de años, similar a la actual sabana africana.

Era un espacio abierto, con pocos árboles y herbácea dura de masticar, por lo que el propio animal segregó la dentina para adaptarse al entorno, ha explicado Morales.

Además de restos de javalíes y tortugas gigantes han aparecido restos de carnívoros como el tigre diente de sable, hasta ahora inédito en la Comunidad de Madrid, donde sólo habían aparecido felinos pequeños similares al lince.

Este felino, el "sansanosmilus", del tamaño de un puma y con comillos muy grandes, cruzó hacia la Península desde África hace unos 16 millones de años y se han encontrado restos de él en Francia y Alemania, según Jorge Morales.

Otro fósil excepcional es una mandíbula de Panda Rojo, del que sólo se había hallado un diente en las excavaciones de la estación Imperial en los años noventa.

Al oeste de Madrid se hallaba una gran laguna donde se acumularon capas de sedimentos hasta una profundidad de 3.000 metros, lo que convierte la región en un sitio excepcional para la paleontología de mamíferos, ha añadido Morales.

Hasta ahora se han catalogado 4.800 fósiles de animales del yacimiento de Príncipe Pío, sin contar los bloques enteros que serán estudiados a medio y largo plazo y que podrían atesorar "grandes sorpresas".

A modo de ejemplo del potencial de este material almacenado, Jorge Morales ha indicado que el cráneo entero del rinoceronte con sus muelas se hallaba dentro de un bloque de 2 metros por dos y cuatro toneladas de peso.

Fuente: EFOcultar todasE / Imagen: EPA

Loma del Capiro, Cuba: La imagen del Limite Cretácico-Terciario (LKT)

El LKT es visible en las laderas de la Loma del Capiro.

Nuestra Loma del Capiro no solo es lugar histórico, vinculado a la Batalla de Santa Clara, mirador romántico de puestas de sol, o agradable lugar para hacer picnic con los amigos; sedimentos y restos contenidos en esta formación también conocida como Dos Hermanas, evidencian en Cuba, en Santa Clara, el límite que separa dos periodos geológicos, el Cretácico y el Terciario, conocido en el argot científico como (LKT), lo cual convierte a la mayor elevación de esta ciudad en testigo universal del tiempo.
Tal teoría es fundamentada por el Doctor en Geología Reinaldo Rojas Consuegra, Director del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba, quien, de conjunto con un equipo internacional, ha llevado a cabo una ardua labor de investigación.

Antes de adentrarnos en el tema, debe entenderse que el paso de una etapa geológica a otra generalmente es por efectos ambientales que con frecuencia implican cambios en la diversidad.

Rolando Cárdenas, doctor en Ciencias Físicas de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (UCLV) e investigador en Astrobiología, nos ilustra para comprender mejor el proceso que la historia geológica de La Tierra se divide en cuatro grandes etapas llamadas eones. Cada eón se divide en eras. Cada una de las eras en períodos, y cada período en épocas.

«Actualmente vivimos en el eón llamado Fanerozoico, que comenzó hace 542 millones de años con la llamada explosión de biodiversidad del periodo geológico conocido como Cámbrico. En este eón ha habido cinco extinciones masivas; la quinta fue la de los dinosaurios, y además, microfauna. Todo ello fue originado por un cambio climático global debido al impacto de un asteroide de diez kilómetros de diámetro.»

Un asteroide es un cuerpo astronómico de forma irregular (a diferencia de un planeta) que puede medir desde cientos de kilómetros hasta menos de un centímetro. Un meteorito es un asteroide con diez metros de diámetro o menos. Por eso lo que cayó en Yucatán y que muestra huellas en Santa Clara fue un asteroide que, se estima, tenía unos diez kilómetros de diámetro.


La velocidad típica de un asteroide de esta envergadura puede ser de 20km/s. La wnergía cinética (Ec) del impacto en tierra equivalió a la energía liberada por más de un centenar de bombas atómicas.

El golpe de este asteroide, que cayó hace 65 millones de años, provocó el surgimiento del Cráter de Chicxulub, (Yucatán), de 200 km de diámetro. En ese tiempo, los suelos de lo que luego sería la región central del archipiélago cubano estaban a aproximadamente a 500 km del lugar de impacto, por los continuos desplazamientos originados por las placas tectónicas y los movimientos telúricos asociados a estas.

Investigaciones y distintas hipótesis afirman que fue este choque el causante de la extinción de los grandes reptiles al producir variaciones notables en el ambiente, pues los asteroides de más de un kilómetro de diámetro originan cambio climático global si impactan en el planeta. Los de menos de 1 km originan cambios regionales.

El impacto del asteroide ocasionó maremotos que trajeron desde la región de Chicxulub, y por el antiguo Mar de Tetis, material sedimentario, restos geológicos y microfauna hasta la zona donde hoy se yergue la formación Dos Hermanas, conocida como Loma del Capiro. Esta zona de la región central, formaba parte de la plataforma marina. Excavaciones hechas en la zona así lo corroboran.

La investigación determinó que la proximidad de la Isla con el sitio de la colisión ocasionó que esta fuera receptora de todo el sedimento esparcido por el impacto, el cual fue depositándose por largos periodos de tiempo.

Por ejemplo: un grano de polvo de tamaño estándar tarda 11 días en caer de una altura de 3 metros. A 300 m de altura, este grano de polvo demora alrededor de casi tres años y medio en caer. Imagine ese grano de polvo esparcido por un choque de tal magnitud y flotando en el caos climático que trajo consigo el impacto.

Otros sedimentos, microestratos y hasta organismos fueron arrastrados por las marejadas del tsunami prehistórico y quedaron en la región varadas en su avance por las distintas formaciones que ahora se estudian; una de estas, la que atañe a la ciudad de Santa Clara.

Loma del Capiro fue la receptora de buena parte de estos sedimentos. Y propone una oportunidad casi única para examinar y encontrar un límite «tocable, apreciable, estudiable», según el conferenciante, así como una brecha basal o fragmentos con fósiles muy bien conservados.

«Uno de los lugares donde más conservada se encuentran estas muestras y este registro en el mundo es aquí; creo que vale la pena su conservación», comentó el Doctor Rojas Consuegra. Y es que este límite es tan tangible que usted puede tener un pie en el período Cretaceo y otro en el Paleoceno. O sea, con sus pies a un metro, y millones de años de diferencia.

El esquema geólogo estructural del afloramiento del límite KT en Loma Dos Hermanas describe y evidencia estratos del período llamado Paleógeno, seguidos de la brecha caótica y los deslizamientos submarinos sin sedimentarios.

«Según el Dr. Rojas, desde la línea del ferrocarril que pasa al sur de la formación hasta la zona comprendida por la investigación, hay suelos de probablemente unos cinco millones de años. Desde la vía férrea hasta un metro a la derecha del límite, probablemente, era un talud que fue derribado por los tsunamis y terremotos ocasionados por el impacto del asteroide», comenta Cárdenas mostrándonos el terreno.

Entre estos niveles aparecen microfauna, como los foraminíferos planctónicos estratificados, especies del período Paleoceno Daniano, seguidas por el llamado cóctel paleontológico del LKT junto a especies del Cretácico Maastrichtiano, el cual comprende la microfauna que fue pasando o extinguiéndose de un periodo a otro y se encuentra concentrada y fosilizada en el LKT, como si fuese un cóctel hecho a base de varios mariscos pescados en diferentes etapas y revueltos en la misma copa.

Escuchando a Reinaldo Rojas Consuegra, comprendimos directamente de este geólogo «contaminado de paleontología» el porqué las investigaciones del LKT en la Mayor de las Antillas, y la importancia de estos descubrimientos con fines educativos, patrimoniales o turísticos. «Un valor de Santa Clara que debe ser socializado» comentó el eminente astrónomo Oscar Álvarez, conocido por su habitual presencia en el programa televisivo Pasaje a lo desconocido.

El equipo trabaja este tema hace diez años y está integrado por investigadores españoles, japoneses y cubanos. Entre los ibéricos se encuentran sedimentólogos y microgeológos de la Universidad de Zaragoza. Por los nipones, especialistas de la Universidad de Tokio. Y entre los nacionales, el conocido Geólogo Dr. Manuel Iturralde Vinent del Museo Nacional de Historia Natural y su colega Rojas. También se adscriben al proyecto la Geóloga Dora García Delgado y la micropaleontóloga Consuelo Díaz Otero, ambas del Instituto de Geología y Paleontología.

No es la formación santaclareña el único punto investigado. A lo largo de occidente y hasta el centro del país cuatro más están siendo trabajadas. Son estas las formaciones de Cacarajícara y Moncada, al occidente; de Peñalver, en Matanzas, y la de Fomento, en Sancti Spíritus. No dudan los especialistas que otras serán encontradas a su paso de investigación por el resto de la Isla.

Por el valor científico que encierran las entrañas de la colina, se propone considerar la importancia del corte del LKT de este símbolo de la ciudad de Santa Clara, así como su conservación.

Es importante preservar este sitio por su bien conservada geodiversidad. De hecho, tanto el Dr. Rojas como su colega Oscar Álvarez coincidieron en que allí se pueden realizar tesis a todos los niveles, pues resulta una zona de la que aún hay mucho que aprender y que en pocos lugares del mundo se ve tan bien la transición LKT.

La Loma del Capiro «resulta un lugar más en el mundo testigo del suceso; es local, pero por su importancia es universal. Lo que hay ahí es de uso para la comunidad científica internacional», aseguró Rojas Consuegra al terminar su ponencia.

Titulo original del articulo: "Loma del Capiro, testigo universal del tiempo"Por: Héctor Darío Reyes

Fuente: vanguardia.co.cu / Imagen 1: Museo Nacional de Historia Natural, Cuba.

martes, 24 de agosto de 2010

"Somos los descendientes de seis extinciones masivas" Jordi Agustí, paleontólogo


Tengo 56 años. Nací y vivo en Barcelona. Soy paleontólogo. Soy profesor de investigación, destinado por el Institut Català de Recerques Avançades al Institut de Paleoecologia Humana de la URV. Casado, dos hijas. ¿Política? Garantizar educación, sanidad y cultura

Evolucionamos? Ineludible, es ley de la vida. ¿Progresamos? Esa sensación tenemos al ver que la vida aumenta su complejidad para adaptarse a las fluctuaciones ambientales, del entorno.

¿Hasta dónde llega esa adaptación? Hasta independizarnos del entorno: ¡es la estrategia humana! Hemos desarrollado un órgano no biológico (la cultura) con el que modificar el entorno en nuestro beneficio.

¿Sólo nosotros hemos hecho eso? Ninguna otra especie a nuestro nivel.

Y... ¿no estaremos pasándonos? Sí parece que generamos cambios ambientales... que acabarán por perjudicarnos.

¿Cuándo empezó este proceso? Hace dos millones y medio de años nuestros ancestros eran carroñeros, y hace dos millones de años ya empezamos a cazar...

¿Eso es ya modificar el entorno? Apenas. Pero hace 11.000 años empezamos a plantar semillas y apacentar animales.

Es lo que llamamos neolítico, ¿no? Sí: ahí generamos excedentes alimentarios, posibilitamos el aumento de población... y así nos salimos de la pirámide ecológica.

Y hasta hoy.Hasta hace dos siglos..., cuando la revolución industrial exacerbó el proceso de modificación del entorno.

¿Hasta comprometer el futuro? Sólo el de algunas especies vivas, incluida la nuestra. Si desaparecemos, dejaremos cuatro ruinas y la vida seguirá sobre la Tierra.

¿La extinción de qué especie indicaría que la siguiente es ya la nuestra? La de las bacterias de nuestro intestino.

¿En qué momento ha habido en la Tierra más especies? Ahora.

¿Ah, sí? Sí. La última extinción masiva de especies vivas fue hace 65 millones de años.

¿Qué pasó? Un meteorito caído en el actual golfo de México levantó tanta materia que tapó el Sol: murió el plancton, las plantas verdes...

Y los dinosaurios se extinguieron. No sólo los dinosaurios: ¡ninguna criatura de más de 25 kilos sobrevivió!

Así, ¿todas las especies actuales descienden de las que quedaron entonces? Sí, incluida la especie humana: usted y yo.

¿Existo gracias a una extinción? ¡Toda vida aquí resulta de seis extinciones masivas de especies! La sexta ya se la he citado; la quinta fue hace 200 millones; la cuarta, hace 250 millones de años...

Un momento: explíqueme la quinta.

Las aguas de los fondos oceánicos tenían muy poco oxígeno (anóxicas) y una marea las lanzó sobre las franjas costeras, ¡extinguiendo el 75% de las especies vivas! Especies que descendían de las supervivientes de la anterior extinción, 50 millones de años antes, que dejó vivas el 5% de especies.

¿Y cómo fue esta cuarta extinción?

Fue la mayor de la historia de la vida: súbitos afloramientos de carbón inyectaron en la atmósfera altas dosis de CO , lo que provocó 2 un calentamiento global... ¡que extinguió el 95% de las especies vivas!

¿De qué extinción previa provenían?

De la tercera, que hace 360 millones de años ya había extinguido al 70% de las especies, también por el envenenamiento de los litorales por aguas anóxicas.

¿Y cómo fue la anterior extinción masiva, la segunda?

Hace 440 millones de años el planeta se congeló casi por completo: desapareció el 75% de las especies existentes entonces.

¿Y la primera extinción?

Fue hace 530 millones de años, por descenso del nivel de las aguas y ascensión de aguas anóxicas. La vida la componía entonces la primera fauna pluricelular (trilobites, braquiópodos inarticulados, gusanos poliquetos y moluscos monoplacóforos): se extinguió ¡el 90% de esas primeras especies!

¿Cómo surge una especie nueva?

Ante azarosos cambios del entorno, estructuras existentes despliegan funciones nuevas: el plumón de las crías de dinosaurios era un termostato..., y acabó siendo pluma para volar: así aparecieron las aves.

¿Y los mamíferos?

Ya hubo micromamíferos antes de la extinción de dinosaurios..., pero explotará su expansión después, hace 56 millones de años.

¿Qué especie ha sido la más rara?

Para mí, el anomalacaris, artrópodo extrañísimo del Cámbrico: una especie de gamba gigante, de medio metro, muy depredadora, con aletas, tentáculos...

¿De qué especie extinguida le encantaría hallar y estudiar restos?

Al antepasado común de gorila, chimpancés y homínidos, que debió de vivir hace siete millones de años en Áfricacentral...

¿Qué especies han sido las más longevas sobre la Tierra?

Los nautilos llevan en el mar desde hace 400 millones de años... Pero todavía más las arqueobacterias: ¡estaban aquí hace casi 4.000 millones de años, cuando en la Tierra no había ni oxígeno!

¿No teníamos oxígeno?

La atmósfera de la Tierra no tuvo oxígeno hasta hace 2.000 millones de años. Lo tuvo cuando la actividad fotosintética de cianobacterias excretó oxígeno a la atmósfera: ¡eso envenenó a miles de especies de bacterias! De las que se adaptaron a respirar aquel veneno llamado oxígeno descendemos nosotros.


Fuente: lavanguardia.es / Imagen : Ine.es

viernes, 20 de agosto de 2010

El ataque del 'Andalgalornis', el ave del terror

Cráneo fosilizado del Andalgalornis comparado con el de un águila y el de un ser humano

Unas aves prehistóricas, de metro y medio de alto y que no podían volar, se convirtieron en el Mioceno (hace entre 23 y 5 millones de años) en la peor pesadilla de sus presas.

El 'Andalgalornis', también conocido como 'el ave del terror', empleaba su tremendo pico para golpear repetidamente a sus víctimas, como si fuera un boxeador, hasta noquearlas.

Con un cráneo grande y rígido, que podía alcanzar hasta 40 centímetros, rematado por un pico curvo (como un halcón) y puntiagudo, esta criatura propinaba golpes precisos hasta acabar con sus presas, según revela un estudio publicado en la revista PLoS ONE.

Un equipo de científicos ha conseguido recrear sus movimientos en un ordenador (en 3D) y es la primera investigación que ha permitido analizar el método de ataque de estos ejemplares.

"Nadie antes había intentado llevar a cabo un análisis biomecánico tan completo de un ave del terror", explica el responsable del estudio, Federico Degrange, del Museo de la Plata/CONICET en Argentina.

El pico, la base de su ataque

El ejemplar estudiado vivió en hace seis millones de años, medía casi metro y medio de altura (1,40 cms) y pesaba aproximadamente 40 kilos. Su cráneo tenía 37 centímetros y un pico curvado, como los halcones.

A pesar de la solidez y la feroz apariencia de su pico, es donde se encontraba su único punto débil. Era hueco. Por lo que sólo podía usarlo en vertical, de arriba hacia abajo, pero no de lado, porque corría peligro de romperse. Sobre todo si su presa se rebeleba.

Los investigadores también midieron la fuerza de sus dentelladas, pero era muy inferior a la que se esperaba. Para acabar con sus presas las golpeaba con su pico como un hacha, con golpes verticales muy precisos. Atacaba y se protegía, como si fuera un boxeador.

Gracias a esta estrategia, los 'Andalgalornis', que se alimentaban de mamíferos hoy extintos, se convirtieron en los principales depredadores de su entorno. Y al menos una de ellas, el 'Titanis', llegó a Norteamérica hace unos tres millones de años. Posteriormente, poco tiempo después, se extinguió.

Pero su ataque, gracias a las nuevas tecnologías, podrá ser recordado como uno de los más temibles de todos los tiempos.

Fuente: rtve.es / Imagen : EFE

La campaña de excavaciones del CAS se centró en paleobotánica e icnitas

Se han recuperado en Rabanera del Pinar cientos de muestras con tallos y hojas fósiles de helechos, equisetales, coníferas y posibles angiospermas

Durante este verano de 2010 se ha desarrollado la IX Campaña de excavaciones paleontológicas en la Sierra de la Demanda, organizada por el Colectivo Arqueológico-Paleontológico de Salas (CAS), La Fundación para el estudio de los dinosaurios en Castilla y León, y el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes.

Este año se planteó una doble actividad: excavaciones paleobotánicas, y de icnitas de dinosaurios. La primera fase se dedicó a la paleobotánica (estudio de los vegetales fosilizados), en la que se contó con la coorganización de la Universidad de Vigo. Desde 2008 la Junta de Castilla y León promueve el proyecto ‘Paleoflora de los ecosistemas cretácicos en la provincia de Burgos’ en el que participan el CAS, el Museo de Dinosaurios salense, las Universidades de Zaragoza, Vigo (España), Lyon, y Pierre et Marie Curie (Francia). Este proyecto tiene como peculiaridad, dentro de España, que busca información para conocer las interacciones entre los dinosaurios y los ecosistemas que ocupaban, así como reconstruir el clima y los paisajes de la Sierra de la Demanda en el Cretácico (de 144 a 65 millones de años atrás). Los trabajos se centraron en los yacimientos de Horcajuelos (en las proximidades de Salas de los Infantes) y Vallazmorra (Hortezuelos, pedanía de Santo Domingo de Silos). Las excavaciones se completaron con labores de prospección en una amplia zona de la comarca serrana, en búsqueda de nuevos yacimientos o para recuperar restos fósiles que sufran peligro de destrucción.

El balance de esta primera fase de las excavaciones ha sido altamente positivo. Se han recuperado cientos de muestras con tallos y hojas fósiles de helechos, equisetales (’colas de caballo’), coníferas y posibles angiospermas (plantas con flores). Otros yacimientos han proporcionado tallos de helechos con apariencia de árbol, troncos de coníferas, que quizás sean los fósiles vegetales más conocidos de la comarca, y troncos de benetitales. Estas últimas son plantas ya extinguidas con aspecto de palmeras enanas, de troncos globosos o cilíndricos y adaptadas a ambientes secos. Los fósiles hallados ahora se suman a los conservados y expuestos en el Museo de Dinosaurios salense, que conforman una de las colecciones más completas de benetitales conocidas. Por último se visitaron otros yacimientos que se han valorado como candidatos idóneos a ser excavados en 2011, pues el proyecto de investigación se prolongará durante varios años más, una vez constatada la riqueza e importancia de los restos fósiles de vegetales identificados hasta el momento.

Segunda fase

La segunda fase de las excavaciones se centró en las icnitas o huellas fósiles de dinosaurios. Durante la campaña de 2009 se trabajó en Las Sereas 3, que forma parte de un macroyacimiento que se extiende por la comarca de Lara a lo largo de unos cinco klilómetros de longitud, y que se estima contiene más de mil huellas. Corresponde a las orillas de una laguna de poca profundidad donde acudirían los dinosaurios a beber y comer. Se hallaron casi 400 icnitas de grupos diversos de dinosaurios: estegosáuridos (herbívoros cuadrúpedos dotados de placas óseas en el dorso del cuerpo y cola), terópodos de tamaños grande y mediano (carnívoros bípedos) y saurópodos (herbívoros cuadrúpedos de gran tamaño).

En la actual campaña de excavaciones se trabajó en otros dos afloramientos del macroyacimiento burgalés: Las Sereas 6 y 7.

Fuente: elcorreodeburgos.com

jueves, 19 de agosto de 2010

Una esponja, el animal fósil más antiguo de la Tierra


Una esponja, que mide medio centímetro, se ha convertido en el fósil más antiguo de un organismo encontrado hasta ahora en la Tierra. Localizada en una roca en Australia, los científicos que la descubrieron, de la Universidad de Princeton, aseguran que esta criatura vivió en el océano hace 650 millones de años, al sur de este país.

Sería, según el artículo que publican en 'Nature Geoscience', la evidencia más antigua de un cuerpo fosilizado, 70 millones de años más viejo que los animales con concha que tenían el récord hasta ahora: un 'Namacalathus', que vivió hace unos 550 millones de años y fue descubierto en 2000 por John Grotzinger, del Instituto de Tecnología de Massachusetts; y la 'Cloudina', cuyo primer ejemplar se encontró en 1972 en Suráfrica.

Los investigadores, el profesor Adán Maloof y su alumna Catherine Rose, encontraron el fósil cuando investigaban la Edad de Hielo de hace 635 millones de años. Su hallazgo supone que la vida animal existió antes, y probablemente sobrevivió, a la glaciación llamada 'Tierra Bola de Nieve', una sucesión de diez millones de años en los que el planeta vivió la etapa glaciar más larga e intensa de su Historia.

"Estábamos acostumbrados a encontrar rocas con las virutas encajadas en el fango y al principio pensamos que era otra más", afirma Maloof. "Pero había formas muy repetidas por todas las partes y el segundo año vimos que era algún tipo de organismo. Nadie contaba con que encontráramos animales previos a la edad de hielo, dado que es raro que se desarrollaran dos veces, la cuestión es que algún pariente suyo sobrevivió a la glaciación", apunta el científico.

Algunos expertos ya han declarado su sorpresa: "Han encontrado que los animales pudieron haber aparecido en la Tierra 90 millones de años antes de lo que se creía", afirma H. Richard, director de la Fundación Nacional de Ciencia que ha financiado la investigación.

No fue fácil analizar los fósiles, que no podían ser sacados de la roca con técnicas convencionales, ni ser explorados con técnicas de exploración radiológica, dado que las radiografías sólo distinguen entre materiales con diversas densidades. En este caso, los fósiles muy antiguos se convierten en calcita, el mismo material que la roca matriz en la que estaban encajados.

Maloof, Rose y sus colaboradores tuvieron que diseñar un nuevo sistema digital para crear, en el lugar, modelos digitales tridimensionales de dos de los fósiles. Como parte del proceso, los miembros de equipo fueron raspando unos 50 micrones de la muestra (la mitad del ancho de un pelo humano) y fotografiando la superficie pulida. En total, sacaron unas 500 'rebanadas' de la roca que, con el programa adecuado, permitieron tener una imagen de la criatura.

Cuando comenzaron la reconstrucción digital, la forma de algunas de las rebanadas hizo pensar que eran de un 'Namacalathus', previamente descubierto, pero el modelo reveló que había unos extraños canales internos que no tiene el 'Namacalathus'.

Tras analizar varias alternativas, decidieron que a lo que más se asemejaban los organismos era a las esponjas, que extraen el alimento cuando el agua atraviesa su cuerpo acanalado. Previamente, las esponjas más antiguas conocidas eran de hace 520 millones de años, en el Cámbrico.

Ahora, todo parece indicar que su origen fue muy anterior, tal como señalaban los estudios del material genético, que permiten saber cuánto tiempo tardó una especie en desarrollarse. Estos 'relojes moleculares' ya indicaban que las esponjas eran anteriores al Cámbrico.

Fuente: elmundo.es / Imagen: thepakorro.blogspot.com

Valle de Ballenas en Egipto recuerda el mundo prehistorico de cetáceos


Además de Egipto, también se ha descubierto vestigios de existencia de animales cetáceos. Este esqueleto fosilizado de maiacetus de hace 47 millones de años, excavado en Pakistán, está conservado en el sótano del Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan. Con sus fuertes extremidades en forma de aleta, las antiguas ballenas eran capaces de desplazarse a la playa como leones marinos. Tras la prolongada evolución, las ballenas se apoyan en la aleta caudal, que en un principio le servía como el timón, para nadar, y como resultado, las extermidades posteriores han degenerado y las anteriores se han convertido en aletas.

Cuando los científicos descubrían el esqueleto fosilizado de una ballena Basilosaurus hace 3.700 años, lo encontraron extendido con la cabeza y la cola aparecidas a ambos lados de una colina, y está bien conservado bajo la protección de la piedra que lo tiene ocultado. Este año, fue trasladado al museo de evolución de ballenas recién construído para la exposición oficial.


Es inimaginable que esta tierra desértica fuera un habitat subterráneo donde nadaban enormes ballenas antiguas. Los actuales turistas pueden pasear por una ruta pavimentada de piedra para contenplar enormes rocas con esqueletos fosilizados de la fauna marítima de la remota época antigua.

Fuente: Pueblo en linea / Imagen : National geographic