Es bien sabido que la extinción masiva más grave de la Tierra ocurrió hace alrededor de 250 millones de años. Lo que no ha estado claro, hasta ahora, es el momento específico de la historia en que la aniquilación se produjo. Un equipo de investigadores ha conseguido determinar la fecha más precisa de todas las obtenidas hasta ahora, así como la velocidad a la que se desarrolló la extinción.
Esta nueva información reduce el número de posibles causas de la extinción masiva, ya que cualquier mecanismo de destrucción potencial debe coincidir con esta fecha.
Alrededor del 95 por ciento de la vida marina y el 70 por ciento de la vida terrestre se extinguieron durante la etapa final del Periodo Pérmico, una época en la cual los continentes estaban todos agrupados en una masa de tierra llamada Pangea. El medio ambiente variaba desde el de zonas típicas de desierto hasta las de bosques frondosos. Los vertebrados de cuatro extremidades se estaban diversificando, y entre ellos había anfibios, reptiles y un grupo que, tiempo después, incluiría a los mamíferos.
A través del análisis de varios tipos de técnicas de datación sobre secciones sedimentarias en buen estado de conservación y procedentes de regiones abarcando desde el sur de China hasta el Tíbet, el equipo de Charles Henderson, de la Universidad de Calgary en Canadá, ha determinado que la extinción masiva alcanzo su punto más álgido hace unos 252.280.000 años, y duró menos de 200.000 años, con el pico máximo de extinción durando sólo unos 20.000 años.
Existe desde hace tiempo un debate sobre si la aniquilación de la vida marina y la aniquilación de la terrestre coincidieron, y también acerca de cuáles fueron los mecanismos de exterminio de seres vivos.
La conclusión a la que se ha llegado en el nuevo estudio es que las aniquilaciones de la mayoría de las formas de vida marinas se produjeron al mismo tiempo que las aniquilaciones de la mayoría de las formas de vida terrestres.
Y el desencadenante, según lo sugerido por estos y otros investigadores, fue la liberación masiva de CO2 de un gigantesco mar de lava escupida por supervolcanes en Siberia.
Esta nueva información reduce el número de posibles causas de la extinción masiva, ya que cualquier mecanismo de destrucción potencial debe coincidir con esta fecha.
Alrededor del 95 por ciento de la vida marina y el 70 por ciento de la vida terrestre se extinguieron durante la etapa final del Periodo Pérmico, una época en la cual los continentes estaban todos agrupados en una masa de tierra llamada Pangea. El medio ambiente variaba desde el de zonas típicas de desierto hasta las de bosques frondosos. Los vertebrados de cuatro extremidades se estaban diversificando, y entre ellos había anfibios, reptiles y un grupo que, tiempo después, incluiría a los mamíferos.
A través del análisis de varios tipos de técnicas de datación sobre secciones sedimentarias en buen estado de conservación y procedentes de regiones abarcando desde el sur de China hasta el Tíbet, el equipo de Charles Henderson, de la Universidad de Calgary en Canadá, ha determinado que la extinción masiva alcanzo su punto más álgido hace unos 252.280.000 años, y duró menos de 200.000 años, con el pico máximo de extinción durando sólo unos 20.000 años.
Existe desde hace tiempo un debate sobre si la aniquilación de la vida marina y la aniquilación de la terrestre coincidieron, y también acerca de cuáles fueron los mecanismos de exterminio de seres vivos.
La conclusión a la que se ha llegado en el nuevo estudio es que las aniquilaciones de la mayoría de las formas de vida marinas se produjeron al mismo tiempo que las aniquilaciones de la mayoría de las formas de vida terrestres.
Y el desencadenante, según lo sugerido por estos y otros investigadores, fue la liberación masiva de CO2 de un gigantesco mar de lava escupida por supervolcanes en Siberia.
Fuente: noticiasdelaciencia.com
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