sábado, 31 de agosto de 2013

Paleontólogos encuentran en Lanzarote un nuevo ejemplar de huevo del ave ratites

El equipo de trabajo del paleontólogo experto en aves extinguidas, Antonio Sánchez Marco, ha hallado un nuevo ejemplar de huevo de ratites, unas aves de gran tamaño que vivieron en Lanzarote hace entre 5,3 y 6 millones de años.


Según ha informado el Cabildo de la isla, este es el séptimo huevo que se encuentra en el 'Yacimientos del Neógeno continental de Órzola-Famara', en el que estos paleontólogos trabajan desde 2010, y es la pieza más significativa hallada en la cuarta campaña de excavaciones que acaba de concluir.

El fósil tiene un tamaño similar a un huevo de avestruz actual y presenta un excelente estado de conservación, pero, al igual que los otros seis ejemplares, carece de embrión.

Este ejemplar se une a los numerosos fragmentos de cáscaras de huevos de ratites de distintos tamaños, también de tortugas, numerosos caparazones de gasterópodos terrestres y a una vértebra de una pequeña serpiente de la familia de las boas, que se han recopilado desde que empezaron a excavar hace tres años.

CUARTA CAMPAÑA

Esta es la cuarta campaña de los trabajos de excavación dirigidos por el doctor Sánchez Marco, del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont.

Por el momento, el nuevo hallazgo amplía el radio de la zona a investigar, pero no aporta demasiada luz a las grandes preguntas que han surgido en torno a la presencia en Lanzarote de estos animales: cómo llegaron aquí, cómo vivieron, y por qué desaparecieron.

Así, a partir de estas dudas y en función de otros restos que puedan encontrarse, se podría reconstruir su forma, su alimentación, el entorno en el que habitaban y con qué otros seres vivos compartía el territorio de lo que hoy es Lanzarote que por entonces pudiera estar emergido.

Como se ha dicho, esta es la cuarta intervención. La primera de ellas fue en el 2010 cuando se realizaron tareas de reconocimiento de los yacimientos y preparación, aunque eran de pequeña envergadura, ya que las importantes se realizaron en las actuaciones de 2011 y 2012.

Estas campañas han permitido avanzar en el conocimiento de este enclave y en las cuestiones que plantea, al tiempo que se han localizado nuevos yacimientos.

De esta manera, se cree que por su ubicación y datación, -entre 5,3 y 6 millones de años- se puede contemplar un tal vez mayor lapso temporal de la presencia de ratites en este Lanzarote primigenio.
Además, las investigaciones han permitido descartar algunas de las explicaciones que se habían dado en el pasado para justificar el hallazgo de estos huevos, como la de una unión geográfica temporal con el continente africano.

Así, en este 2013 se han trabajado dos ejes principales. El primero ha sido la excavación en los enclaves de Valle Grande 1 (más cercano a Famara) y en Valle Chico (en Órzola) para comprender la formación de estos yacimientos y establecer posibles correlaciones.

El otro consistió en buscar, mediante distintas técnicas de localización, nuevos yacimientos que permitan una mayor precisión tanto al determinar el momento en que llegaron las faunas terrestres a las proto-islas orientales, como aquel en que se produce su extinción.

Desde el comienzo de esta excavación, el doctor Sánchez Marco y su equipo han compartido con el Cabildo la idea de dar a conocer estos yacimientos y su significado a un público interesado y más amplio.

Por ello, se prevé que en breve se hagan visitables los yacimientos de Valle Chico y Valle Grande 1 sin que esto entorpezca ni interfiera los trabajos de investigación en ellos.

Fuente: EuropaPress

jueves, 1 de agosto de 2013

Una investigación aporta nuevas pistas sobre el origen de las aves


El pariente más temprano de los pájaros, el Archaeopteryx, no fue el único dinosaurio con plumas capaz de volar, según el estudio de un equipo de científicos estadounidenses publicado en la revista Nature.

La investigación, encabezada por la paleontóloga Amy Balanoff, del Museo de Ciencias Naturales de EEUU, se basó en el tamaño craneal de diferentes especies y concluyó que ciertos dinosaurios anteriores al Archaeopteryx, considerado como la transición entre reptiles y aves, presentaban la capacidad neurológica necesaria para emprender el vuelo.

 Archaeopteryx



Para ello, el equipo de paleontólogos hizo una comparación entre varias especies: los fósiles del género Archaeopteryx, los de las especies de pájaros actuales y los de algunos dinosaurios con plumas de la rama de los maniraptores.

maniraptore

Estos últimos, aunque no son aviares, son cercanos al árbol filogenético de las aves.
Del análisis, los científicos dedujeron que además de las plumas y la fúrcula -hueso de la clavícula que poseen solo aves y dinosaurios-, esta última rama de dinosaurios comparte con las aves actuales similitudes craneales.

"Encontramos que los pájaros actuales comparten más similitudes volumétricas con algunos dinosaurios maniraptores que con las aves Archaeopteryx", explicó Amy Balanoff a Efe.
Según la investigadora, si el Archaeopteryx tenía habilidades neurológicas para volar incluso teniendo un cerebro menos desarrollado, "también sus parientes maniraptores eran capaces de hacerlo, ya fuera realizando vuelos completos o sólo planeando".

Los resultados de la investigación apoyan así la idea de que la expansión del cerebro de las aves, que provocó su distinción de los reptiles, comenzó más pronto de lo que se creía.
Para el equipo de investigadores, este descubrimiento también tiene un impacto en la ciencia global, pues ilustra "algunos principios básicos de la evolución".

"Este estudio muestra que la evolución no funciona de manera progresiva y ordenada. Hay muchos aspectos relacionados con el origen de las aves antes de que comenzaran a volar como lo hacen actualmente", explicó a Efe Amy Balanoff.

Otro de los avances de esta investigación ha sido el uso de la tomografía computerizada (TC) de alta resolución, lo que según la investigadora puede ayudar a "encontrar resultados más precisos así como ampliar el número de especies a analizar".

Aunque esta metodología, muy similar al escáner de rayos X con propósitos médicos, lleva aplicándose a la paleontología desde hace pocos años, su desarrollo permite cada vez mayores posibilidades en el estudio de los fósiles.

Tras estos resultados, el equipo de paleontólogos tiene la intención de llevar a cabo nuevas investigaciones en el futuro que no solo se centren en el volumen del cerebro, sino que también tengan en cuenta "su estructura y características", señaló Balanoff.

Fuente: EFE

viernes, 26 de julio de 2013

Hallan en Australia fósiles de marsupiales conocidos solo en Sudamérica



Dos fósiles de marsupiales, encontrados en el noreste de Australia y que se creía que habían poblado Sudamérica hace millones de años, cuestionan la teoría de la evolución de estos animales, informaron hoy fuentes académicas.

Los restos corresponden a un hueso de un tobillo y a un diente, hallados en el yacimiento de Tingamarra, en el estado de Queensland, cuya antigüedad se calcula en unos 55 millones de años, indicó en un comunicado la Universidad de Nueva Gales del Sur.

El del tobillo es de un marsupial parecido a un ratón que se creía que había poblado Sudamérica mientras que el diente, que pertenece a una especie desconocida, se parece a otros fósiles descubiertos en el continente Sudamericano y en el norte de África.

El descubridor de este último, el paleontólogo Robin Beck, bautizó el nuevo marsupial como "Archaeonothos henkgodthelpi" en honor a Henk Godthelp, que lideró las excavaciones en Tingamarra.

El nombre, que se traduce como "el antiguo descendiente ilegítimo de Henk Godthelp", alude a que ésta especie no tiene ningún lazo con los marsupiales australianos, señaló la nota.

Ambos fragmentos ponen en cuestión la teoría convencional sobre la evolución de los marsupiales que sostiene que estos realizaron una migración única durante la época del supercontinente Gondwana desde la zona que se convirtió en América del Sur hacia el territorio conocido actualmente como Australia.

Gondwana, que junto a Laurasia agrupó toda la masa terrestre hace 200 millones de años, se dividió en nuevos bloques: Gondwana Este (la actual Antártida, India, Madagascar y Australia) y Gondwana Oeste (América del Sur y África).

Además, un estudio genético de Maria Nilsson, de la Universidad de Münster (Alemania), publicado en 2010 afirmaba que todos los marsupiales de Australia y de las islas aledañas tienen un antepasado común en América del Sur.

"La explicación sobre los orígenes de los marsupiales australianos súbitamente se ha vuelto más complicada", dijo Beck.

Según el paleontólogo, las especies de marsupial australianas están relacionadas entre sí, pero la especie a la que pertenece el fósil del tobillo está vinculado a un grupo que vivió en Sudamérica y que hasta ahora se pensaba que no había migrado a Australia.

El diente de la especie de marsupial desconocido resulta aun más intrigante para los científicos que no pueden determinar si sus orígenes están en Sudamérica, en África o en otro lugar del planeta.
"Es imposible explicar la presencia de estos nuevos fósiles en Australia utilizando el modelo de dispersión único. Puede que hubiera múltiples movimientos (migratorios) entre Sudamérica y Australia", dijo Beck.

El estudio del paleontólogo australiano también aborda la extinción de algunos marsupiales en Australia que aún sobreviven en Sudamérica y, probablemente, de forma opuesta.

"¿Podría descubrirse en Sudamérica fósiles que son de marsupiales típicos de Australia?", se preguntó Beck, tras considerar que un cambio climático pudo ser un factor clave en la desaparición de los marsupiales de origen americano.

Fuente: EFE.

miércoles, 3 de julio de 2013

Hallan feto de dinosaurio en Arequipa, Lo bautizaron como Toñito


El alcalde de la localidad peruana donde ocurrió el hallazgo, precisó que los restos corresponde a un velociraptor y que en el mundo sólo existen dos fósiles de este tipo, en Arequipa y Mongolia.

Trabajadores de la provincia de Castilla, en Arequipa (Perú), hallaron los restos de un feto de dinosaurio, cuando trabajaban en el mejoramiento de las vías.

Tal como informó hace una semana Correo Arequipa, el hallazgo lo realizó el pasado 19 de junio un obrero cuando realizada labores de trabajo en una zanja.

El alcalde de Corire, Manuel Alpaca, precisó que los restos son de un velociraptor y que en el mundo sólo existen dos fósiles de este tipo, en Arequipa y Mongolia.

Alpaca pidió ayuda al gobierno de Ollanta Humala y bautizó al fósil con el nombre de “Toñito”.

La autoridad edil también invitó a estudiosos y científicos para que puedan evaluar las condiciones en las cuales se encuentra dicho fósil.

Fuente: eldinamo.cl

miércoles, 19 de junio de 2013

Un Gliptodonte en toda su dimensión.



El Museo Municipal de Miramar dio a conocer entre sus trabajos de preservación y comunicación del patrimonio natural de la región, la restauración y puesta en valor de un gigante armadillo prehistórico, de unos 700 mil años.

Personal del Museo Municipal Punta Hermengo, dependiente de la Secretaria de Turismo y Cultura de la Municipalidad de General Alvarado, dio a conocer una de las nuevas modificaciones que se están llevando adelante en su exhibición de paleontología local, que compara los personajes de la película de La Era de Hielo con las criaturas que alguna vez transitaron la región.

Se trata en una puesta en valor de un gran caparazón de Gliptodonte (Glyptodon munizi), extraído en 1993 en los barrancos del bosque del Vivero Florentino Ameghino. El fósil, en su mayor parte completo, fue restaurado y procesado químicamente para su preservación, y se completo aquellas partes faltantes.

“Se realizo un molde de un fragmento de la coraza, y se lo reprodujo unas 50 veces. De esta forma, se logro llevar a la coraza a su tamaño original – argumento – Mariano Magnussen, biólogo de la institución.

Por su lado, Daniel Boh, museólogo y encargado de la institución miramarense, destaco; “Estos animales estaban representados por unas 65 especies de distintas formas y tamaños. El que tenemos exhibido y restaurado en el museo es uno de los representantes mas grandes que se conocen. En vida tenia 1,5 metros de altura por 3,5 de largo.



Los gliptodonte fueron grandes mamíferos herbívoros que habitaron nuestra zona en los últimos 4 millones de años, aunque los hay mas antiguos. En Miramar y alrededores se han recuperado varios ejemplares y restos aislados. En una vitrina lateral, se pueden observar cráneos, fragmentos de coraza, huesos largos y colas de estos animales. El museo miramarense preserva otras tres corazas muy completas y restos de estos gigantes, que esperan su turno y lugar para ser exhibidos.

El Dr Alfredo Zurita, paleontólogo y uno de los expertos mundiales en Gliptodontitos, visito el museo Punta Hermengo y destaco la importancia de la coraza de Glyptodon munizi, y advirtió de que se trataba de uno de los pocos que se conservan en el mundo, no solo por el estado de conservación, sino también por lo raro de la especie.

En los próximos días, se le incorporara una silueta a tamaño real del cráneo y de la cola acorazada, lo que permitirá al visitante tener una clara idea de lo enorme que fue este Gliptodonte en vida, el cual llego a pesar más de una tonelada.

Fuente: Para conocer mas detalles de este trabajo y otras actividades del museo, visite el sitio web www.museodemiramar.com.ar.

miércoles, 12 de junio de 2013

La cara ‘humana’ apareció hace un millón de años

 
El niño de Nariokotome - etapas de la reconstrucción facial forense. Foto: Wikipedia.

Hace al menos un millón de años, “un señor X” se paseó por este planeta con una cara similar a la suya. A la de usted, que está leyendo estas líneas. La cara moderna, esa con un perfil plano en el que sobresale la nariz, apareció hace al menos un millón de años en algún lugar entre el este de África y el sur de Europa, según sugieren nuevos datos recién publicados por científicos de España y EEUU.

La clave de la afirmación está en un hueso del centro de la cara desenterrado en 1994 en el yacimiento de la Gran Dolina de Atapuerca, en Burgos. El hueso, un maxilar, perteneció a un chaval que vivió hace unos 900.000 años en la zona .

 Según el equipo de Atapuerca, el chico, de unos 11 años, fue asesinado durante un ataque de una tribu rival. Lo mataron, cortaron su carne con una piedra afilada y se lo zamparon. En la cultura de los de su especie, los Homo antecessor, el canibalismo era la forma de decir “tú y los tuyos no sois bienvenidos en este territorio”.

Si aquel suceso hubiera ocurrido hoy, la fotografía en la prensa del chico asesinado y devorado nos conmovería. Su cara era “suficientemente moderna como para pasar prácticamente desapercibida en un tren lleno de gente”, según el antropólogo Timothy Bromage, de la Universidad de Nueva York.

Bromage, junto a un amplio equipo que incluye a los tres codirectores de los yacimientos de Atapuerca y a la paleoantropóloga María Martinón-Torres, ha comparado el maxilar del chico asesinado en la Gran Dolina con el maxilar de otro célebre chaval fósil, el niño de Nariokotome, un Homo ergaster de unos nueve años que vivió hace 1,5 millones de años en lo que hoy es el lago Turkana, en Kenia.

Una goma de borrar hueso

Los autores recuerdan que el moderno rostro humano se diferencia del de los primeros miembros del género Homo en que nuestro perfil es relativamente plano. Técnicamente, los científicos lo denominan perfil ortognato, del griego orthos (recto) y gnathos (mandíbula): un perfil plano en el que sobresale una nariz. En cambio, los primeros Homo y nuestros primos los chimpancés son prognatos, con la mandíbula y el maxilar salientes hasta el punto de formar una especie de hocico.

“Hemos estudiado la dinámica del crecimiento facial. Un hueso no es estático. Hay unas células que depositan hueso y otras que destruyen hueso”, explica José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca. “En el cráneo de un niño actual casi todo es deposición ósea, porque está creciendo a un ritmo brutal, pero hay una excepción en la zona de debajo de la nariz, donde hay resorción ósea [eliminación de hueso]”, explica el paleoantropólogo. Al microscopio, es sencillo distinguir si un hueso fósil crecía o decrecía. “Hemos visto que, como sucede en los Homo sapiens, los Homo antecessor presentan esta resorción ósea debajo de la nariz”, añade el investigador.

Sin embargo, esta goma de borrar hueso que cincela el perfil humano por debajo de la nariz está ausente en el niño de Nariokotome, 600.000 años más antiguo. En su caso, el hueso crece hasta formar una especie de hocico, según sugiere Bermúdez de Castro. “Su patrón de crecimiento facial es similar al de los primeros miembros del género Homo y al de los Australopithecus”, afirman los autores en su estudio, recién publicado en la revista PLoS ONE.

“El señor X”

“Hace por lo menos un millón de años apareció el señor X, como le llamamos nosotros, con una cara moderna, que estaría asociada a una mayor capacidad craneal, de más de 1.000 centímetros cúbicos, y a un desarrollo dental moderno”, hipotetiza Bermúdez de Castro. Todos esos rasgos están presentes en el Homo antecessor, una especie de momento sólo identificada en Atapuerca.

Ese “señor X” es, a juicio del paleoantropólogo, “el origen de la humanidad moderna”. ¿Y quién fue ese señor X? “Todavía no lo sabemos, porque hablamos de una época muy oscura, hace un millón de años, con pocos restos fósiles”, admite.

En su opinión, ese señor X con cara moderna pudo surgir a partir de los africanos Homo ergaster o incluso de los Homo georgicus, que vivieron en la actual Georgia hace 1,8 millones de años. “De momento, los fósiles de Homo antecessor hallados en la Gran Dolina de Atapuerca son lo más parecido que conocemos a ese señor X”, asegura Bermúdez de Castro.

“Los procesos de crecimiento facial por sí solos no crean una anatomía facial que podamos considerar moderna”, matiza Timothy Bromage. Su equipo, de hecho, ya identificó este crecimiento facial característico de los humanos modernos en una especie de homínidos que vivió hace entre 2,5 millones y un millón de años: los Paranthropus. Pero estos homínidos primitivos no contaban con un segundo factor importante para presentar una cara moderna: un cerebro de gran tamaño. Su capacidad craneal se reducía a 500 centímetros cúbicos, la mitad que la de los Homo antecessor.

 

Fotos: Izquierda: Vista lateral de KNM-WT 15000 (Homo erectus/ergaster); Derecha: Vista lateral de ATD6-69 (Homo antecessor). Tenga en cuenta las diferencias en la proyección facial y en la topografía del maxilar.

 Un cerebro de gran tamaño

“Ahora sabemos que cuanto mayor sea el cerebro, más se retraen las mandíbulas por debajo de los lóbulos frontales del cerebro. Esto significa que la región de la frente es mucho más visible en los Homo antecessor que en los Paranthropus o incluso en los Homo ergaster”, señala Bromage.

“Como mínimo, podemos decir que los mecanismos de crecimiento facial y el incremento del tamaño del cerebro en los Homo antecessor están integrados para crear en esta fecha temprana una cara humana más moderna que cualquiera que hayamos visto antes en cualquier otra especie fósil”, añade.


Fuente: http://terraeantiqvae.com

domingo, 19 de mayo de 2013

Como "Kooteninchela deppi" Nombran un fósil marino de hace 500 millones de años , en honor al actor Johnny Depp.



Un fósil marino de hace 500 millones de años de antigüedad y dotado de unas pinzas en forma de tijeras ha sido bautizado con el nombre del actor estadounidense Johnny Depp, en honor al personaje de "Eduardo Manostijeras".


"Kooteninchela deppi", un lejano antepasado de las langostas y los escorpiones que vivía en aguas poco profundas frente a las costas de la actual Columbia Británica (Canadá), fue identificado por David Legg, un científico británico del Imperial College de Londres admirador de Depp.

David Legg considera que "Kooteninchela deppi" era probablemente un animal cazador o carroñero, aunque de pequeño tamaño, de unos 4 centímetros de largo. Las pinzas podrían haber sido utilizadas para capturar a sus presas o para sondear el fondo del mar en busca de comida escondida en los sedimentos marinos. Además, poseía unos grandes ojos compuestos por muchas lentes, parecidos a los de las moscas, que le ayudaban a buscar comida y estar atentos a los depredadores.

"Kooteninchela deppi" pertenece a un grupo de artrópodos denominado Megacheira ("grandes manos" en griego antiguo) que dió origen a los escorpiones, ciempiés, insectos y cangrejos actuales.

La investigación ha sido publicada en "Journal of Palaeontology".

Fuente: colectivosalas.blogspot.com

Una nueva especie de ictiosaurio contradice teorías anteriores de la extinción de estos reptiles marinos.



Un equipo internacional de científicos ha analizado fósiles de una nueva especie de ictiosaurio, un reptil marino similar a los delfines de la era de los dinosaurios, que han revolucionado la comprensión de la evolución y la extinción de estos antiguos reptiles marinos. Los resultados contradicen las teorías anteriores de que los ictiosaurios del Cretácito (hace entre 145 y 66 millones de años) fueron los últimos supervivientes de un grupo en declive.

Hasta hace poco, se pensaba que los ictiosaurios se redujeron gradualmente en la diversidad a través de múltiples eventos de extinción durante el período Jurásico y se cree que estos eventos sucesivos han matado a todos los ictiosaurios, excepto los muy adecuados para la vida que son capaces de nadar rápidamente en mar abierto.

Debido a este patrón, se ha asumido que los ictiosaurios estaban en constante y rápida evolución para ser cada vez más rápidos nadadores en aguas abiertas, al parecer, sin "estancamiento" en su larga historia evolutiva, pero los fósiles del ictiosaurio localizado en 1950 en la región iraquí del Kurdistán alteran sustancialmente este punto de vista.

El estudio del esqueleto parcial muy bien conservado se inició durante la década de 1970 con el experto en ictiosaurios Robert Appleby que reconoció que el espécimen era significativo, pero que murió antes de resolver la edad exacta de los fósiles. Así que la continuación del estudio se realizó por una nueva generación de investigadores.

En el nuevo análisis, realizado por investigadores de universidades y museos de Bélgica y Reino Unido, publicado este miércoles en 'Biology Letters', los científicos lo bautizan como Malawania anachronus ("nadador a tiempo"). A pesar de ser del Cretácico, Malawania representa el último miembro conocido de un tipo de ictiosaurio que se creyó durante mucho tiempo que se había extinguido durante el Jurásico temprano, más de 66 millones de años antes.

Cabe destacar que este tipo de ictiosaurio arcaico se caracteriza por un estancamiento evolutivo: no parece haber cambiado mucho entre el Jurásico y el Cretácico, algo muy raro en la evolución de los reptiles marinos.

Gracias a su estudio de las esporas microscópicas y polen conservado en la misma losa de Malawania y a los diversos análisis del árbol genealógico del ictiosaurio, los paleontólogos volvieron sobre la historia evolutiva de los ictiosaurios del Cretácico. De hecho, el equipo fue capaz de demostrar que los numerosos grupos de ictiosaurios que aparecieron durante el Triásico y Jurásico sobrevivieron hasta el Cretácico, lo que significa que la supuesta extinción del Jurásico no se produjo con los ictiosaurios, un hecho que hace que su registro fósil sea muy diferente al de otros grupos de reptiles marinos.

Cuando se ve junto con el descubrimiento de otro ictiosaurio por el mismo equipo en 2012 y nombrado Acamptonectes densus, el descubrimiento de Malawania constituye una "revolución" en la forma en que se había imaginado la evolución del ictiosaurio y su extinción. Ahora parece que los ictiosaurios eran todavía importantes y diversos durante la primera parte del Cretácico y que la extinción definitiva de los ictiosaurios, un evento que ocurrió hace unos 95 millones de años (mucho antes del gran evento de extinción meteorito orientado que terminó el Cretácico), es ahora más confusa que lo previsto anteriormente.

Fuente: colectivosalas.blogspot.com

Encuentran en Canadá fósiles de una nueva especie de dinosaurios


Los paleontólogos descubrieron en Canadá fósiles de dinosaurio con cráneo grueso que habitaba hace 85 millones de años. Se trata de una nueva especie de dinosaurios herbívoros de la familia de los Pachycephalosauria, aseguran los científicos.

David Evans, del Museo Real Ontario, en Toronto (Canadá), y sus colegas lo descubrieron tras realizar excavaciones en la provincia canadiense de Alberta, en un terreno propiedad del granjero Roy Audet. Precisamente en ese lugar se depositaron las rocas que se formaron en el segundo tercio del período Cretácico, hace 85-83 millones de años, durante la denominada Etapa Santoniano, aseguran los científicos.

Los paleontólogos encontraron en este terreno algunos fragmentos de hueso, incluyendo fragmentos del cráneo del dinosaurio Acrotholus audeti. Estos descubrimientos arrojan luz sobre la evolución de esta familia de dinosaurios, escriben los paleontólogos en el artículo publicado en la revista 'Nature Communications'.

El dinosaurio tiene un cráneo muy grueso, cuyo grosor llega a los 11 centímetros. Por su tamaño era relativamente pequeño, pesaba menos de 40 kilos aunque tenía una longitud de dos metros. Los parientes más cercanos de estos dinosaurios habitaban en el territorio de la actual Mongolia, hace 83 millones de años.

El hallazgo de los paleontólogos canadienses indica que todavía se sabe poco sobre cómo funcionaban los ecosistemas del Cretácico. Anteriormente se pensaba que los pequeños dinosaurios con cráneo grueso eran escasos, ya que tenían que competir con las crías de los grandes dinosaurios. Los científicos estiman que en realidad el número de especies de estos dinosaurios es mucho mayor de lo que se pensaba antes

Fuente: http://actualidad.rt.com