En 1976, se hallaron en las áridas tierras sudafricanas los fósiles de 10 huevos de dinosaurio con crías en su interior. Son los fósiles de embriones de dinosaurio más antiguos conocidos.
Es más, son los fósiles de embriones de vertebrados terrestres más antiguos hallados hasta la fecha. Un equipo de paleontólogos ha estudiado sus pequeños esqueletos 30 años después.
Los embriones tienen 190 millones de años. Son del periodo Jurásico. Y son de un tipo de dinosaurio llamado masospondilo.
Eran herbívoros y eran los precursores de los majestuosos y gigantescos saurópodos (que son los dinos parecidos al archiconocido diplodocus). Los masospondilos eran un poco diferentes a estos.
Para empezar eran más pequeños: los adultos de alcanzaban los 5 metros de altura y tenían el cuello largo, pero no tan largo como ellos. Y la cabeza era muy pequeña y estrecha. Y la mayor diferencia era que tenían las patas delanteras un poco más cortas que las traseras, por eso andaban a dos patas o a cuatro, según les daba.
Nuevas técnicas, nuevas pistas
Los paleontólogos que han revisado los huesos de los embriones de masospondilos son de la Universidad de Toronto, liderados por Robert Reisz. Revisaron estos fósiles con una técnica que no existía cuando fueron descubiertos.
A grandes rasgos lo que hicieron fue levantar con mucho cuidado el cascarón y mirar los embriones o la parte de ellos que estaba escondida bajo ella, porque algunos estaban con medio cuerpo fuera. Y una vez al descubierto pues los estudiaron.
Los embriones fosilizados medían 20 centímetros y por su nivel de osificación (es decir, la cantidad de hueso que tenían formado por completo en su pequeño esqueleto) estaban a punto de nacer.
Los pequeños tenían las cuatro extremidades de la misma longitud, lo que indica que eran cuadrúpedos al nacer y luego, al crecer, las extremidades inferiores lo hacían más rápido y más que las delanteras.
Por otra parte, tenían la pelvis pequeña lo que indica que los músculos implicados en la locomoción no estaban casi desarrollados y, por lo tanto, no caminaban con soltura.
Además, no tenían dientes al nacer y tenían una cabeza muy grande (muy diferente también a la que tenían de adultos que era, como hemos dicho, fina y pequeña).
Toda esta información lleva a pensar a los paleontólogos que los bebés de masospondilo requerían bastantes cuidados de la madre al nacer, hasta que adquirían la constitución propia de los adultos.
Es más, son los fósiles de embriones de vertebrados terrestres más antiguos hallados hasta la fecha. Un equipo de paleontólogos ha estudiado sus pequeños esqueletos 30 años después.
Los embriones tienen 190 millones de años. Son del periodo Jurásico. Y son de un tipo de dinosaurio llamado masospondilo.
Eran herbívoros y eran los precursores de los majestuosos y gigantescos saurópodos (que son los dinos parecidos al archiconocido diplodocus). Los masospondilos eran un poco diferentes a estos.
Para empezar eran más pequeños: los adultos de alcanzaban los 5 metros de altura y tenían el cuello largo, pero no tan largo como ellos. Y la cabeza era muy pequeña y estrecha. Y la mayor diferencia era que tenían las patas delanteras un poco más cortas que las traseras, por eso andaban a dos patas o a cuatro, según les daba.
Nuevas técnicas, nuevas pistas
Los paleontólogos que han revisado los huesos de los embriones de masospondilos son de la Universidad de Toronto, liderados por Robert Reisz. Revisaron estos fósiles con una técnica que no existía cuando fueron descubiertos.
A grandes rasgos lo que hicieron fue levantar con mucho cuidado el cascarón y mirar los embriones o la parte de ellos que estaba escondida bajo ella, porque algunos estaban con medio cuerpo fuera. Y una vez al descubierto pues los estudiaron.
Los embriones fosilizados medían 20 centímetros y por su nivel de osificación (es decir, la cantidad de hueso que tenían formado por completo en su pequeño esqueleto) estaban a punto de nacer.
Los pequeños tenían las cuatro extremidades de la misma longitud, lo que indica que eran cuadrúpedos al nacer y luego, al crecer, las extremidades inferiores lo hacían más rápido y más que las delanteras.
Por otra parte, tenían la pelvis pequeña lo que indica que los músculos implicados en la locomoción no estaban casi desarrollados y, por lo tanto, no caminaban con soltura.
Además, no tenían dientes al nacer y tenían una cabeza muy grande (muy diferente también a la que tenían de adultos que era, como hemos dicho, fina y pequeña).
Toda esta información lleva a pensar a los paleontólogos que los bebés de masospondilo requerían bastantes cuidados de la madre al nacer, hasta que adquirían la constitución propia de los adultos.
Fuente: rtve.es / Imagen: Recreación del embrión de dinosaurio encontradoSVP
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