lunes, 11 de octubre de 2010

Cocodrilo y dinosaurio pasaron de largo


Remarcadas, las huellas del dinosaurio nadador y el cocodrilo. :: F. D.

El yacimiento paleontológico Virgen del Campo, situado muy cerca del núcleo urbano de Enciso, ha estado a un paso, nunca mejor dicho, de convertirse en el más notable de su género en La Rioja, en la península ibérica. Y, no es que ahora no sea importante, que lo es, por lo menos así le consta al director científico de la Fundación Patrimonio Paleontológico de La Rioja, Félix Pérez Lorente, quien recuerda que es uno de los pocos que poseen rastros dejados hace millones de años por dinosaurios nadadores.


Retirando la tierra para seguir el rastro. :: F. D.

«Hay rastros de estos en Lesotho (África austral), y hay pistas que atribuían a dinosaurios nadadores en América del Norte; también había una pista que atribuían a un dinosaurio que empezaba a nadar en Polonia», explica el científico, quien para recordar que la importancia del Virgen del Campo no se limita a estos rastros, advierte de que «hay marcas de un posible terremoto, hay una cosa que se interpreta como un dinosaurio que ataca a otro y unas cuantas incógnitas por revelar».

Pero, por lo que las últimas campañas de excavaciones estivales han tenido una mayor resonancia ha sido porque, «había indicios de que se pudiesen cruzar dos rastros, el de un cocodrilo y el de un dinosaurio», El caso es que, «estaban debajo de tierra y entonces era obligado retirar esa tierra para ver cómo seguían las dos trayectorias. Si los dos animales se hubieran cruzado y hubiese habido un ataque del uno al otro, la cosa hubiera tenido una enorme importancia, hubieran sido unos rastros espectaculares», relata Pérez Lorente, que concluye señalando el hallazgo. «Se ve que el dinosaurio pasa después del cocodrilo, se cruzan los rastros pero cada uno va para un lado».

De cualquier manera, el yacimiento no dejará de tener su importancia, especialmente para la comunidad científica, ya que, como indica el investigador, «en cuanto al dinosaurio nadador, se trata del único rastro indiscutible en el que queda claro que es un dinosaurio nadador», algo de lo que se puede presumir.


Cada grieta se limpia y rellena con silicona. :: F. D.

Además, «lo que ocurre es, que de las primeras huellas, unas catorce, que ya se publicaron, y que era un rastro de unos 12 a 15 metros de longitud, se ha pasado a un rastro de 40 metros y el número de huellas son veintitrés, con lo que se ha duplicado el número de huellas y la amplitud del rastro».

Infinitas posibilidades

Por cierto que los rastros de cocodrilo del frustrado encuentro que tantas ilusiones despertó, no son los únicos del yacimiento. «Hay dos rastros de cocodrilo en este mismo lugar», advierte el responsable máximo de las excavaciones, y por si fuera poco, «se han encontrado restos óseos fósiles de cocodrilo por lo menos en dos sitios en La Rioja y también restos de placas dérmicas de cocodrilo».

De cara al futuro, cree que las posibilidades «son infinitas», aunque de momento «no se seguirá excavando, ya que primero habría que protegerlo todo con una tejavana».

Fuente: elcorreo.com

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