viernes, 17 de septiembre de 2010

El ave más grande que jamás surcó los cielos,la "Pelagornis chilensis' de casi 6 metros.



... hace unos seis millones de años, convivieron con varias especies de aves de gran tamaño. Entre ellas, destaca la recién descubierta Pelagornis chilensis, cuya envergadura ósea de más de cinco metros la convierte en el ave voladora "con el mayor esqueleto" de la historia, según explica a Público el paleontólogo del Instituto de Investigación de Senckenberg (Alemania) responsable de la investigación, Gerald Mayr.

El fósil fue descubierto en el yacimiento de Bahía Inglesa al norte de Chile y contenía el 70% del esqueleto, según el artículo publicado en Journal of Vertebrate Paleontology. La extensión de sus alas alcanza los 5,2 metros, aunque "sus huesos son muy finos y ligeros", aclara Mayr. Por ello, a pesar de su gran envergadura, su peso sólo oscilaba entre los 16 kilos y los 29 kilos. Esta estimación "no está muy por encima de la masa de las aves vivas más pesadas" que se han descubierto, afirma.


Dudas en el podio

Otras dos especies de aves prehistóricas han sido caracterizadas con envergaduras superiores a la del chilensis. No obstante, según Mayr, estas cifras son "algo especulativas y desmesuradas". Esto se debe a que la envergadura total de un ave se establece en función de sus plumas, por lo que es imposible determinarla con exactitud en función de un registro fósil.

"Hemos sido muy conservadores en nuestras estimaciones", añade el paleontólogo, ya que sus finos huesos "no habrían soportado el peso de un gran plumaje". Según los investigadores, "las plumas principales del chilensis sólo pudieron llegar a medir unos 40 centímetros".

A pesar de su gran tamaño, Mayr no duda en afirmar que el chilensis "era capaz de volar grandes distancias". Otro rasgo característico de la especie radica en su singular pico, ya que sus restos revelan la presencia de prolongaciones en su mandíbula que utilizaba a modo de falsos dientes. Este es un rasgo común en la familia de los pelagornítidos, dentro de la que se ha incluido al chilensis.

La falsa dentadura de esta ave marina le servía para cazar "presas escurridizas como los calamares", opina Mayr. Según el científico, el chilensis nadaba rozando la superficie del mar con la parte inferior de su mandíbula sumergida en el agua hasta que enganchaba una presa.

Mayr afirma que el gran tamaño de esta especie se debe a un rasgo evolutivo para evitar la competencia con otras aves. No obstante, esta característica también tiene sus desventajas. Las crías del chilensis debían emplear más tiempo en su desarrollo, lo que las hacía más susceptible frente a sus posibles depredadores.

Funete: publico.es / imagenes: 1 AFP 2. El mundo

2 comentarios:

  1. Hace 6 millones de años no había ancestros humanos en Chile amiguito

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  2. Tienes razon, se me paso al replicar la noticia, lo elimine, gracias por la observacion.

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