sábado, 2 de octubre de 2010

Los restos fósiles de un pingüino gigante que vivió hace 36 millones de años acaban de ser descubiertos en Perú.


Los científicos afirman que el descubrimiento realizado en la Reserva Nacional de Paracas muestra que el plumaje estaba presente al principio de la evolución del pingüino.

Las plumas del animal de entonces eran de color marrón y gris, según afirmó el equipo de investigadores en una publicación aparecida en la revista Science, y su aspecto sería muy distinto del esmoquín negro que caracteriza a estos animales en la actualidad.

El ejemplar encontrado alcanzaba los 1,5 metros y era hasta dos veces más alto que el pingüino emperador, el más grande de las especies que sobreviven en la actualidad.

Los científicos bautizaron a este ejemplar con el nombre de pingüino Pedro, en honor a un personaje escamoso aparecido en una serie de televisión colombiana.
Emperador del agua

El pájaro se llama en realidad Inkaycu paracasensis, o emperador del agua de Paraca, y deambuló en la Tierra durante el período de finales del Eoceno.

Tenía un pico largo y recto y mucho más largo que el de sus parientes actuales.

Uno de los descubrimientos más sorprendentes es el buen estado de conservación de sus plumas y las escamas de sus patas.

"Antes de encontrar este fósil no teníamos ninguna muestra de cómo eran las plumas, los colores o la estructura y la forma de las aletas de los antiguos pingüinos" , declaró Julia Clarke, una palentóloga de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, y autora principal del estudio.

"Teníamos muchas dudas y ésta es nuestra primera oportunidad de comenzar a contestarla"

La investigadora explicó a la BBC que el fósil muestra cómo los principales rasgos físicos evolucionaron a lo largo de millones de años, pero el color de las plumas de los pingüinos cambiaron de tono de rojo amarronado y gris a negro de forma bastante reciente.

La particular forma de las aletas y las plumas es lo que los convierte en unos nadadores tan excepcionales.
Vuelos acuáticos

Durante sus vuelos acuáticos y en el proceso de buceo estos pájaros son capaces de generar fuerzas a propulsoras en un entorno que es 800 veces más denso y 70 más viscoso que el aire.

Los pingüinos de hace 36 millones de años eran muy distintos a los de ahora.

"Una cosa que es interesante sobre los pingüinos es cuán profundo bucean depende del tamaño de su cuerpo", afirma Clarke.

"Cuanto más pesado es más profundo bucea. Si eso fuese cierto para todos los pingüinos, la profundidad lograda por estos gigantes habría sido asombrosa".

Para tener una idea del color de las plumas del pingüino que murió hace tanto tiempo, el equipo examinó las melanosomas -estructuras microscópicas celulares en el fósil, cuyo tamaño, forma y disposición determinan los colores de las plumas del pájaro.

"El conocimiento del color de los organismos extintos puede revelar pistas sobre su comportamiento y su medio", explica el coautor del estudio, Jakob Vinther, de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.

"Pero lo más interesante, creo que es simplemente genial poder observar el color de un organismo extinto tan extraordinario, como este gigante fósil".

Los investigadores afirma que, junto a otros recientes descubrimientos en ese área, es una muestra de la gran diversidad de especies de pingüino gigante que habitó en el Eoceno en las bajas latitudes de Perú.

"Hay un gran potencial para nuevos descubrimientos que pueden cambiar nuestra visión de la evolución no sólo del pingüino sino también de otros marinos vertebrados".

Fuente: BBC

Los saurópodos enterraban sus huevos como las tortugas



Investigadores del Grupo de Investigación del Mesozoico del Instituto Catalán de Paleontología (ICP) han descubierto el nido con 28 huevos de dinosaurio más grande de Europa en el yacimiento de Coll de Nargó (Lleida). El hallazgo permite confirmar la hipótesis de que los saurópodos enterraban sus huevos dentro de la tierra como las tortugas actuales.


Según los paleontólogos Ángel Galobart y Bernat Vila, el nido contiene un total de 28 huevos, “una cifra muy elevada si se compara con otros nidos encontrados hasta ahora en todo el mundo”. El descubrimiento realizado en colaboración con el grupo Amigos de los Dinosaurios del Alt Urgell (ADAU) aporta datos inéditos sobre el comportamiento reproductivo de los saurópodos.

Tras cinco años de estudio de la puesta descubierta en 2005, los científicos del Instituto Catalán de Paleontología (ICP) confirman que los dinosaurios saurópodos enterraban los huevos dentro de la tierra, tal y como lo hacen las tortugas actuales. Los estudios tomográficos demuestran que la eclosión de las crías se producía bajo tierra.

“Hasta ahora nunca antes en Europa se había encontrado una puesta de estas dimensiones”, han señalado los investigadores. Los trabajos de excavación fueron largos y complejos. Para extraer el conjunto de sedimentos y huevos con técnicas inéditas como el uso de cemento expansivo, los científicos tardaron dos años.

Desarrollo turístico y cultural del territorio

Durante la presentación del hallazgo en Cataluña, Jordi Roca, director general del Patrimonio Cultural, ha destacado la tarea de los departamentos de Innovación, Universidades y Empresa; y de Cultura y Medios de Comunicación, que han financiado los trabajos de campo y la investigación del ICP, para poner en valor el patrimonio a través de tres ejes: la investigación, la restauración y la museización.

En la actualidad, una red de museos y centros de interpretación se están constituyendo y empieza a ser realidad gracias al proyecto Tierra de dinosaurios, en el que colaboran el Museo de la Conca Dellà, el centro Dinosfera de Coll de Nargó, el centro de interpretación del yacimiento de Fumanya, el Museo Comarcal de Ciencias Naturales de Tremp y el Museo Crusafont de Sabadell, perteneciente al ICP.
Fuente: ecoticias.com

jueves, 23 de septiembre de 2010

Cuernos de dinosaurios para atraer a las hembras


Investigadores de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, han localizado dos nuevas especies de dinosaurios cornudos en el monumento nacional Grand Staircase-Escalante, una formación rocosa al sur de este estado. Ambos saurópodos habitaron en el llamado 'continente perdido' de Laramide, formado cuando un mar poco profundo inundó la región central de Norteamérica, aislando las porciones del este y el oeste del continente durante millones en el último período cretáceo.
Justificar a ambos lados
Los dinosaurios, familiares cercanos del 'Triceratops', fueron descubiertos por un equipo dirigido por Scott Sampson y Mark Loewen. El más grande tiene un cráneo que mide 2,3 metros de longitud y es de la especie 'Uthaceratops gettyi', en honor de Mike Getty, responsable de Paleontología en el Museo de Historia Natural de Utah que lo descubrió.

Además de un cuerno grande sobre la nariz, 'Utahceratops' tiene otros dos cuernos cortos a ambos lados de los ojos, similares a los de los bisontes modernos, según publican en la revista 'PLoS ONE'. "Es como un rinoceronte gigante con una cabeza ridículamente grande", apunta Loewen.

15 cuernos en la cabeza

La otra especie nueva es el 'Kosmoceratops richardsoni', en alusión a sus cuernos y a Scott Richardson, el voluntario que descubrió dos cráneos de este animal. 'Kosmoceratops' también luce cuernos a la altura de los ojos, aunque más largos y puntiagudos que el otro dinosaurio. Lo curioso es que tiene un total de 15 cuernos (sobre la nariz, otro sobre cada ojo, otro par en el hueso de cada mejilla y hasta una decena alrededor de toda la cabeza, lo que le convierte en el dinosaurio más adornado que se conoce. " El 'Kosmoceratops' es uno de los animales más asombrosos que se conocen", asegura Sampson.

Se ha especulado mucho con la función de estos cuernos en los dinosaurios, si bien la teoría dominante apunta a que su función era, fundamentalmente, garantizar el éxito reproductivo. Según asegura Sampson, como armas para apartar a los depredadores, habrían sido muy malas. Sin embargo, sí habrían servido para intimidar a rivales del mismo sexo o atraer a los del sexo contrario.

Los fósiles se descubrieron en un paraje que es el monumento nacional más grande de todo Estados Unidos, con 770.000 hectáreas de extensión. Durante la mayor parte del Cretácico tardío, el mar inundó las partes bajas de las plataformas continentales, lo que hizo que en Norteamérica surgiera un mar caliente que dividió las tierras del este y el oeste, llamadas Appalachia y Laramide, respectivamente. De la primera se sabe poco, pero en lo que fue Laramide hay un gran registro fósil de dinosaurios, en una franja que va desde Alaska a México.

Mundo caliente

Por aquel entonces, el mundo era mucho más caliente que el actual, así que los 'Utahceratops' y los 'Kosmoceratops' vivieron en un ambiente cenagoso subtropical, a unos 100 kilómetros del mar. Fue en los años 60 cuando los paleontólogos detectaron que había los mismos grupos de dinosaurios en esta tierra emergida, pero con especies diferentes en el norte y el sur.

Este 'provincialismo' de los dinosaurios era desconcertante, sobre todo al comparar los gigantescos cuerpos de la mayoría de los dinosaurios con las diminutas dimensiones de los de Laramide. Actualmente, hay sólo cinco grandes mamíferos en África, pero hace 76 millones de años pudo haber más de dos docenas de dinosaurios gigantes que vivieran en un pedazo de tierra emergía muy pequeño.

Para Loewen era una incógnita cómo podían convivir en un espacio tan diminuto. Una posibilidad es que hubiera mucho alimento y otra que comieran poco (como los cocodrilos de la actualidad). Fuera cual fuera la razón de su elevada población, lo que parece claro es que había alguna barrera entre Utah y Colorado que limitaba el intercambio de especies, como una cordillera, y por ello eran diferentes.

Los nuevos fósiles están ayudando a entender cómo se desarrolló su historia. En los últimos 10 años, se han desenterrado en la zona más de una docena de dinosaurios. Además de 'Utahceratops' y de 'Kosmoceratops', la colección incluye otros herbívoros, algunos hadrosaurios con pico de pato, anquilosaurios, grandes carnívoros y otros parientes del 'Tiranosaurio rex'. También han recuperado plantas, rastros del insecto, almejas, peces, anfibios y lagartos que ofrecen una mirada completa del primitivo ecosistema.

Fuente: elmundo.es

viernes, 17 de septiembre de 2010

El ave más grande que jamás surcó los cielos,la "Pelagornis chilensis' de casi 6 metros.



... hace unos seis millones de años, convivieron con varias especies de aves de gran tamaño. Entre ellas, destaca la recién descubierta Pelagornis chilensis, cuya envergadura ósea de más de cinco metros la convierte en el ave voladora "con el mayor esqueleto" de la historia, según explica a Público el paleontólogo del Instituto de Investigación de Senckenberg (Alemania) responsable de la investigación, Gerald Mayr.

El fósil fue descubierto en el yacimiento de Bahía Inglesa al norte de Chile y contenía el 70% del esqueleto, según el artículo publicado en Journal of Vertebrate Paleontology. La extensión de sus alas alcanza los 5,2 metros, aunque "sus huesos son muy finos y ligeros", aclara Mayr. Por ello, a pesar de su gran envergadura, su peso sólo oscilaba entre los 16 kilos y los 29 kilos. Esta estimación "no está muy por encima de la masa de las aves vivas más pesadas" que se han descubierto, afirma.


Dudas en el podio

Otras dos especies de aves prehistóricas han sido caracterizadas con envergaduras superiores a la del chilensis. No obstante, según Mayr, estas cifras son "algo especulativas y desmesuradas". Esto se debe a que la envergadura total de un ave se establece en función de sus plumas, por lo que es imposible determinarla con exactitud en función de un registro fósil.

"Hemos sido muy conservadores en nuestras estimaciones", añade el paleontólogo, ya que sus finos huesos "no habrían soportado el peso de un gran plumaje". Según los investigadores, "las plumas principales del chilensis sólo pudieron llegar a medir unos 40 centímetros".

A pesar de su gran tamaño, Mayr no duda en afirmar que el chilensis "era capaz de volar grandes distancias". Otro rasgo característico de la especie radica en su singular pico, ya que sus restos revelan la presencia de prolongaciones en su mandíbula que utilizaba a modo de falsos dientes. Este es un rasgo común en la familia de los pelagornítidos, dentro de la que se ha incluido al chilensis.

La falsa dentadura de esta ave marina le servía para cazar "presas escurridizas como los calamares", opina Mayr. Según el científico, el chilensis nadaba rozando la superficie del mar con la parte inferior de su mandíbula sumergida en el agua hasta que enganchaba una presa.

Mayr afirma que el gran tamaño de esta especie se debe a un rasgo evolutivo para evitar la competencia con otras aves. No obstante, esta característica también tiene sus desventajas. Las crías del chilensis debían emplear más tiempo en su desarrollo, lo que las hacía más susceptible frente a sus posibles depredadores.

Funete: publico.es / imagenes: 1 AFP 2. El mundo

domingo, 12 de septiembre de 2010

El gran (y jorobado) dinosaurio español

Reconstrucción del dinosaurio carnívoro 'concavenator', cuyo esqueleto fósil se ha descubierto en Las Hoyas (Cuenca).- RAÚL MARTÍN

Un dinosaurio de un género y una especie completamente desconocidos hasta el momento siempre es un descubrimiento que causa sensación en la paleontología mundial. Ahora un ejemplar de buen tamaño, carnívoro y con una extraña joroba, ha sido descubierto en Cuenca, en el yacimiento de Las Hoyas. Vivió hace 125 millones de años y es el dinosaurio más completo que se ha encontrado en España, afirman los investigadores. Con sus seis metros de largo, el nuevo ejemplar conquense, un animal adulto, era cuatro veces mayor que los ágiles y temibles velocirráptores que salían en la película Parque Jurásico. Y este es mucho más antiguo.

El esqueleto fósil se presenta hoy en lugar destacado en la prestigiosa revista Nature con un artículo firmado por los tres científicos españoles que lo han encontrado y estudiado (Francisco Ortega, Fernando Escaso y José Luis Sanz).

El dinosaurio, carnívoro, ha sido bautizado científicamente Concavenator corcovatus y apodado Pepito pese a ser un animal adulto. El propio nombre oficial, que significa Cazador jorobado de Cuenca, aporta datos interesantes sobre el animal: "Era un depredador, que cazaría sin hacer ascos a la carroña que se encontrase, como los leones actuales", explica Sanz, especialista español en dinosaurios reconocido internacionalmente.

Francisco Escaso, Francisco Ortega y José Luis Sanz (de izquierda a derecha) estudian el fósil del concavenator Pepito.- UAM / UNEDRAÚL MARTÍN

En cuanto a lo de jorobado, es un rasgo peculiar y sorprendente del concavenator, porque no se conoce en ningún otro dinosaurio, aunque algunos de estos animales prehistóricos tenían una estructura dorsal que podría tener una función termorreguladora, como un radiador. En el caso de Pepito los científicos no saben para qué le servía la joroba.

Fósil del nuevo dinosaurio carnívoro 'Concavenator'- SANTIAGO TORRALBA

El nuevo dinosaurio español destaca no solo por su novedad, su tamaño y su excelente conservación, sino porque aporta información inesperada sobre la historia de este tipo de animales del Cretácico inferior. Pertenece a los carcadorontosaurios, una familia de dinosaurios que se consideraba hasta hace no mucho original del hemisferio Sur. El hallazgo de un ejemplar de esta familia en el Reino Unido hace unos años y, ahora, el muy completo fósil de Las Hoyas, ambos muy primitivos y en el hemisferio Norte, exige rectificar la idea que se tenía de su trayectoria evolutiva y geográfica.

Otra peculiaridad de este dinosaurio son unos bultos que se distinguen en el hueso del antebrazo, que son similares a los que sirven de punto de inserción de las plumas remeras en las aves actuales. Está claro que Pepito no volaba, pero "la presencia de los pequeños bultos en la ulna [equivalente al cúbito de los humanos] de concavenator indica que este dinosaurio conquense ya tenía estructuras en la piel que constituyen un estadio ancestral de las plumas de las aves", explican los científicos.

No hay que olvidar que, como han demostrado los fósiles hallados en Las Hoyas desde hace unos años -y, paralelamente, en yacimientos de China-, los dinosaurios no se extinguieron hace 65 millones de años (probablemente como consecuencia del impacto de un gran meteorito en la Tierra), sino que algunos de ellos, los voladores, lograron sobrevivir y acabaron siendo los pájaros actuales.

Pepito apareció hace ya varios años y supuso desde el primer momento una sorpresa para los paleontólogos, pero han tardado bastante tiempo en recuperar y conservar los huesos fósiles de las planchas de roca en que estaban incrustados. "Es un trabajo minucioso, con instrumentos como los de dentista, para ir retirando la roca sin llegar a tocar el fósil", explica Sanz.

De esta operación se han encargado sobre todo Ortega y Escaso (de la UNED), en el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, en Cuenca, donde ahora está el ejemplar. El esqueleto está aplastado y acostado hacia su lado izquierdo y la roca en que reposa estaba fragmentada en varias losas, por lo que su reconstrucción fue, lo primero, "como montar un rompecabezas en tres dimensiones", recuerda Sanz, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid. "Al principio pensamos que podría ser un reptil marino, un gran cocodrilo, o un dinosaurio", añade.

Los restos del concavenator destacan por su excelente estado de conservación, una característica que resulta singular en las condiciones del yacimiento de las Hoyas, poco favorables a la preservación de esqueletos grandes. Pepito, para suerte de los científicos, se ha conservado sin esos problemas y se aprecian en sus huesos detalles de las escamas de las patas y de la cola.

Fuente: elpais.com

martes, 31 de agosto de 2010

Hallan restos de un feroz dinosaurio en Rumania, “Balaur bondoc”


El animal, bautizado como “Balaur bondoc”, que significa “dragón fornido”, es similar al velocirraptor. Debido a sus agudas garras se cree que fue un voraz depredador

Hace unos 79 millones de años, un dinosaurio fornido similar al aterrador velocirraptor, pero con dos agudas garras en cada pie en lugar de una, acechaba en lo que ahora es Rumania.

El nuevo tipo de dinosaurio, “Balaur bondoc”, que significa “dragón fornido”, fue descubierto por investigadores rumanos y estadounidenses.

El hallazgo fue hecho por el geólogo Matyas Vremir, de la Sociedad del Museo de Transilvania. El hallazgo es reportado en la edición del martes de la revista Proceedings of the National Academy of Science.

“Balaur podría ser uno de los depredadores más grandes de ese ecosistema”, explica el coautor Zoltan Csiki, de la Universidad de Bucarest, quien hizo notar que el mayor nivel del mar en aquel tiempo hizo de la región un archipiélago.

Csiki dijo que aunque Balaur es extremamente inusual, está estrechamente relacionado con animales como el velocirraptor y los dinosaurios emplumados en China.

Los investigadores dicen que los fósiles muestran un animal de entre 1,8 y 2 metros de longitud, con un cuerpo más fornido que el de los velocirraptores de talla similar que vivieron en otras partes del planeta. Existen numerosas similitudes entre ambos depredadores.

“Aunque eran de esperar los animales carnívoros de ese tipo, el descubrimiento de uno tan inusual como Balaur es excitante”, dijo el coautor Mark Norell, del Museo Americano de Historia Natural, en Nueva York.

Matthew T. Carrano, curador de la sección de dinosaurios en el Museo Nacional Smithsoniano de Historia Natural, en Washington DC, coincidió en que el hallazgo es “definitivamente algo nuevo”.

“Es una de esas cosas raras que nos recuerda no pensar que hemos encontrado todo lo que se puede encontrar”, dijo Carrano, que no fue parte del estudio.

En la misma región se han descubierto fósiles de pequeños dinosaurios con pico de pato y dinosaurios herbívoros del tamaño de una vaca.

El nuevo fósil Balaur es un esqueleto parcial que incluye una pata, cadera, brazos, una mano, costillas y huesos de la cola.

Tenía un gran pulgar con una garra grande que podía ser extendida, posiblemente para cortar presas, además de otra garra en el segundo dedo. Tenía piernas cortas y robustas, con los huesos fusionados y la pelvis tiene enormes áreas para los músculos, lo que indica que estaba adaptado más para fuerza que para velocidad.

Stephen Brusatte, un estudiante de doctorado en la Universidad de Columbia que está afiliado al Museo de Historia Natural en Nueva York, dijo que, “comparado con el velocirraptor, Balaur era más un boxeador que un velocista y pudiera haber cazado animales mayores que él, como los carnívoros de hoy”.

Fuente: elcomercio.pe / Imagenes: AP

lunes, 30 de agosto de 2010

El hallazgo de plantas de 130 millones de años lleva a mantener el proyecto de paleobotánica


Los "excelentes" hallazgos de plantas de hace 130 millones de años ha llevado a ampliar el proyecto de "paleobotánica" al equipo investigador del Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas de los Infantes (Burgos), que excava e investiga yacimientos de Dinosaurios.

Según ha explicado a Efe Fidel Torcida, director del Museo de los Dinosaurios y responsable del Colectivo Arqueológico, en la campaña de este año, realizada el pasado mes de julio, se ha hallado una gran variedad de plantas fosilizadas, como tallos y hojas de helechos y coníferas, así como granos de polen.

Torcida ha destacado la aparición de "angiospermas", unas plantas muy primitivas que son de las más antiguas encontrados en la Península Ibérica, con unos 130 millones de años.

Los angiospermas forman el grupo más extenso del reino de las plantas, ya que pueden ser árboles, como el roble, arbustos, como el tomillo, o hierbas, como el trigo y son las únicas plantas que se han adaptado a vivir en todos los ecosistemas de la Tierra, salvo en las regiones polares.

Según Torcida estas plantas son muy primitivas y estaban compitiendo con las gimnospermas en un momento clave del periodo cretácico.

Las gimnospermas no tienen frutos, son plantas de gran porte, muy ramificados y longevos y de hojas pequeñas y perennes, en su gran mayoría árboles o arbustos.

Torcida ha resaltado que esta batalla finalmente la ganaron las angiospermas o plantas con flores, y los hallazgos realizados pueden ayudar a investigar este proceso.

Estos hallazgos de flora han supuesto que se decida continuar durante varios años más con el proyecto de "paleobotánica" iniciado en 2008 y que estaba previsto finalizar en esta campaña.

Se trata de un proyecto de investigación de los ecosistemas cretácicos en la provincia de Burgos, que promueve la Junta de Castilla y León desde 2008 para reconstruir el paisaje vegetal de los dinosaurios.

Torcida ha recordado que la IX Campaña de Excavaciones Paleontológicas en la Sierra de la Demanda ha supuesto además el hallazgo de un centenar de huellas de dinosaurios entre las que destaca un rastro de saurópodo compuesto por varias pisadas de manos y pies.

Se han encontrado restos bien conservados de huellas con una antigüedad de 144 millones de años en el yacimiento de Las Sereas, que es de gran tamaño, superior a los 5 kilómetros.

Estas icnitas, según ha precisado, poseen detalles anatómicos muy interesantes y curiosidades como los dedos que no aparecen en muchas de las huellas de dinosaurios que se conocen.

Ha destacado las huellas de dos terópodos de tamaño grande y, especialmente, de un saurópodo, un gran herbívoro cuyas pisadas de pies y manos están muy bien conservadas con rebordes de barro fosilizado que las patas del dinosaurio removieron al penetrar en el suelo fangoso de una laguna que había en la zona.

La comarca de Salas de los Infantes (Burgos), situada en plena Sierra de la Demanda, en el suroeste de la provincia de Burgos, está considerada como una de las más importantes de España por sus yacimientos de dinosaurios, de los que existen catalogados más de dos centenares.

Fuente: EFE / Imagen EPA

Hallan nueva especie de dinosaurio en China

Científicos chinos han descubierto una nueva especie de dinosaurio, un tipo de "ceratops", según fuentes de la Academia de las Ciencias de China.

Los fósiles del nuevo dinasaurio fueron desenterrados en enero de 2008 en la provincia oriental china de Shandong, concretamente en la ciudad de Zhucheng, que ha presenciado el hallazgo de varios dinosaurios cretáceos desde los años 60, pero según indicó Xu Xing "este descubrimiento es reciente".

Xu, especialista en dinosaurios del instituto de paleontología y paleoantropología de vertebrados, ha bautizado a la nueva especie descubierta como "Sinoceratops Zhuchengensis".

"Tiene un esqueleto de al menos 180 centímetros de largo y 105 de ancho, y un cuerno de 30 cm, además de otros 10 cuernos más pequeños y curvados en la parte superior de la cabeza", explicó Xu.
La palabra "ceratops", que significa "cara cornuda", hace referencia a grandes dinosaurios herbívoros de finales del período cretáceo, que data de hace más de 65 millones de años. El ceratops más conocido es el triceratops, un enorme herbívoro de peso superior a 10 toneladas.


El descubrimiento del Zhuchengensis podría tener gran repercusión en las teorías de la transición morfológica de los dinosaurios, pues hace que las diferencias entre dos tipos de ceratops resulten ahora difusas.

"El Zhuchengensis presenta características propias del centrosaurio, una especie de ceratops, de menor tamaño pero de dimensiones parecidas a las del chasmosaurio, el mayor de los ceratops", señaló Xu.


Con anterioridad al hallazgo de esta especie en China, se habían encontrado ceratops en la parte occidental de América del Norte.

El descubrimiento respalda la hipótesis de la migración de dinosaurios con cuernos desde Asia a América del Norte.

Científicos chinos han hallado al menos 10 especies de dinosaurios en tres rondas de excavaciones que se han realizado desde los años 60 en la ciudad de Zhucheng.(Xinhua)

Fuente: spanish.peopledaily.com

Los meteoritos golpearon dos veces a los dinosaurios Un cráter en Ucrania muestra que hubo varios impactos antes de la extinción de los animales del C


Por si con uno no bastara, ahora ya se sabe que fueron al menos dos los meteoritos que impactaron casi seguidos contra la Tierra, llevando a los mayores animales que jamás han existido, los dinosaurios, a la extinción. Eso se desprende de los recientes estudios en el cráter Boltysh, en Ucrania, cuyos pólenes fosilizados de helechos permiten datar como algo anterior -"algo" en edades geológicas, es decir, de 2.000 a 5.000 años antes- al mucho mayor de Chicxulub, en la península de Yucatán. Este último se considera causa definitiva de la extinción del Cretácico, ocurrida hace 65 millones de años, en la que desaparecieron los gigantes antecesores de los reptiles.

Un trabajo publicado en la revista Geology por investigadores británicos y ucranios ha permitido datar la fecha de ese primer impacto, con lo que se reafirman las teorías -formuladas por primera vez hace 30 años y periódicamente puestas en dudas- de que el impacto, probablemente con varios meteoritos, fue la causa de la desaparición de los animales.

Los trabajos se han basado en la datación de las esporas fosilizadas de helechos. Se sabe que estas plantas primitivas son de las que más fácilmente sobreviven a las catástrofes, y de las primeras en colonizar zonas devastadas por desastres. De manera que la situación que se plantea ahora es que hubo algunos choques anteriores (no se cree que el de Boltysh sea el único) que debilitaron a los dinosaurios; el de Chicxulub sería el que les dio la puntilla.

El cráter de Boltysh apunta a un impacto mucho menor que el que Yucatán. Mide solo 24 kilómetros de diámetro, por los 180 del mexicano. Se calcula que las cenizas levantadas ocuparon unos 25.000 kilómetros cuadrados. Fue descubierto en 2002.

Según relatan los autores del trabajo, encontraron dos capas de restos de helechos. La primera la atribuyen a la colonización tras el primer impacto, el del meteorito que causó la depresión de Boltysh. La segunda sería la del Chicxulub.

Simon Kelly, de la Open University británica, uno de los autores del estudio afirma que "es posible que en el futuro se encuentren más pruebas de otros impactos". Por eso, más que haber sido extinguidos por un solo meteorito, los investigadores piensan que los dinosaurios fueron víctimas de una lluvia de estos, que se sucedería durante miles de años. Aunque no son capaces de explicar a qué se debe esa concentración de choques con cuerpos extraterrestres.

Monica Grady, experta en meteoritos de la misma universidad que Kelly (aunque no ha participado en el trabajo sobre el cráter de Ucrania) cree que "una posibilidad puede ser el choque con lo que se denominan objetos cercanos a la Tierra (near earth objects, en inglés)". Este nombre genérico es el que usan los astrónomos para referirse a cometas y asteroides cuyas órbitas les permiten acercarse a la Tierra. Su importancia es tal que la NASA ha puesto en marcha un programa, Spaceguard, para detectarlos.

Fuente: elpais.com / Imagen: REUTERS