Mientras caminaba por la orilla de la isla de Wrangel, en el Mar de
Siberia, Andrey Tyuryakov descubrió bajo sus pies un hueso fosilizado
que perteneció a uno de los reptiles prehistóricos más grandes que se
han documentado.
Andrey Tyuryakov, científico del Instituto de Investigación de la
Antártida y el Ártico, en San Petersburgo, estaba buscando setas cuando
se topó con un fósil de un 'monstruo marino' de 200 millones de
antigüedad.
Las pruebas preliminares mostraron que se trataba de dos huesos
fosilizados de un plesiosaurio, un dinosaurio descrito a menudo como un
monstruo marino gigante. Se trataba de una de las criaturas más temibles
que vagaban por los océanos hace 200 millones de años.
"En realidad, soy un gran aficionado a las setas. Estábamos en el
camino de regreso a nuestro campamento cuando vi la piedra. Era grande y
decidí parar y mirar un poco más de cerca", comentó Tyuryakov, que
llegó a la isla con sus colegas para estudiar la población de osos
polares.
Fuente: http://informe21.com
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